El mundo rural se revuelve contra un modelo energético «poco ético y perjudicial» para los pueblos

Más de 40 asociaciones se han citado en València en una manifestación por una transición energética justa que no no destruya los campos y bosques | Muestran su disconformidad contra los macroparques solares y eólicos que destruirán el motor del interior: la agricultura

Amparo Soria

Amparo Soria

El centro de València ha sido tomado por medio centenar de asociaciones y plataformas de municipios de toda la Comunitat Valenciana para pedir un modelo de transición energética «justo» ya que el planteamiento actual supone la destrucción de paisajes, campos de cultivo y bosques del interior valenciano. Es un "fraude" que provoca la muerte de aves, la tala de árboles y siembran el paisaje de cables, torres y subestaciones eléctricas "con gravísimos impactos ambientales".  

De Bolbaite a Elx, pasando por les Coves de Vinromà, Godelleta, Chiva, Turís o la Canal de Navarrés, miles de personas han paseado sus pancartas desde la calle Colón hasta la Plaza de la Virgen para reivindicar que «renovables sí, pero no así». Creen que el único interés por sus tierras es el económico, ya que los precios son inferiores, para trasladar la energía a la gran ciudad.

Claudia Almunacid, portavoz de Renovables Éticas y de la Asociación de Vecinos de la Sierra del Negrete en Utiel, ha explicado que esta marcha se convoca para visibilizar que el modelo de transición energética planteado desde el Ministerio y la Generalitat «no es ético y perjudica a los pueblos, destruyen campos y sierras llenos de avifauna para dar una solución hoy, pero crear un problema mañana». Por eso, piden una planificación real, eficaz y de ahorro, que respete los ecosistemas y las zonas protegidas, huyendo del modelo actual que crea una "burbuja especulativa" que destruye la economía local y los paisajes.

En ese caso, la Sierra de Utiel se ve afectada hasta Chiva por la zona 9 del Plan Eólico de la Generalitat, reactivado en 2022 tras años paralizado. Compuesto por una decena de parques eólicos (en total habrá 63 molinos), otro de los afectados es el artista Miquel Navarro, cuyo museo de escultura al aire libre linda con el parque de la Sierra del Tejo. 

El escultor ha pedido que estas instalaciones se proyecten en zonas «donde ya existe la huella del hombre, pero cada cosa en su sitio». Ha reconocido estar triste por el planteamiento de estos parques y su impacto en la naturaleza, y cree que deberían medirse bien las ventajas y las desventajas de una infraestructura como ésta. 

Cerca de allí, en Siete Aguas, Joaquín Rodrigo ha asegurado que este es un municipio «paradigma de todos los desastres: molinos, 22.000 placas solares y vías de evacuación y subestaciones». Todo eso va a condicionar «la vida de los próximos 25 años», ha lamentado.

Por Godelleta había casi un centenar de personas, con su alcalde, Rafa Fora, apoyando al vecindario afectado por la evacuación que recibirán de 19 plantas solares de toda la comarca que cruzarán el término municipal. Por San Antonio de Benagéber había vecinos contra la línea de Muy Alta Tensión prevista y por Chella asistió la Canal Verde, que piden la paralización de una planta fotovoltaica prevista de 1 millón de metros cuadrados. La asociación PLAAT que trabaja en Alborache y Turís también asistió a la marcha junto a Salvemos el Farrajón, de Buñol, entre muchas otras de la provincia de Castelló y Alicante.

Beneficio empresarial

La reivindicación llevada a cabo por estos pueblos también muestra otra disconformidad: que el planteamiento de desarrollo de renovables que se mantiene hoy sea beneficiario para las grandes multinacionales. Pero en los pueblos, que sostendrán estas instalaciones e infraestructuras, el beneficio es escaso y el precio a pagar a nivel paisajístico y ambiental es muy alto. Julián Soriano, de la Coordinafora por la Ubicación Racional de las Energías Renovables, explica que en la comarca de Utiel-Requena son 13 las plantas solares previstas y exigen «que se implante de forma racional, no con macroplantas que van a cargarse la forma de vida que tenemos».

El vicepresidente Segundo y conseller de Arquitectura Bioclimática, Héctor Illueca, ha participado junto a Pilar Lila en este encuentro contra la «depredación del territorio y la creación de la burbuja energética». El vicepresidente ha pedido «serenidad» en la organización y proyección de estas instalaciones y cree que debería escucharse a la Academia y a la Sociedad Civil implicada. 

Además, ha aprovechado para impulsar una de las propuestas de Podem, la creación de una empresa pública de energía que transforme el mercado, «dada la crisis energética que tenemos y que irá a peor».

También asistió la Consellera de Agricultura y Desarrollo Rural, Isaura Navarro, de quien dependen algunos de los permisos necesarios para instalar las plantas y quien aseguró que algunos permisos que no respeten el suelo, "serán denegados".