Puig mantiene las distancias con su vicepresidente segundo

El 'president' e Illueca protagonizan un acto conjunto tras la polémica por las críticas de Podem a Juan Roig

El vicepresidente segundo, Héctor Illueca, junto al jefe del Consell, Ximo Puig, este miércoles en el Palau.

El vicepresidente segundo, Héctor Illueca, junto al jefe del Consell, Ximo Puig, este miércoles en el Palau. / Miguel Angel Montesinos

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

"Y cuando vuelves, hay fiesta en la cocina /y baile sin orquesta y ramos de rosas con espinas" cantaba Joaquín Sabina sobre reencuentros y reconciliaciones. Nada de eso hubo en el Palau de la Generalitat este miércoles donde se volvieron a ver el 'president' Ximo Puig y su vicepresidente segundo, Héctor Illueca, tras la polémica abierta por las críticas a Juan Roig. Si hubo algo en la cocina, fueron obras, las anunciadas en la sexta edición del Plan Renhata que sirvió de motivo para volver a juntarse con una partida de seis millones para remodelación de viviendas.

Puig mantiene las distancias con su vicepresidente segundo que, a la vez, es el candidato de Podem para las próximas elecciones. Las declaraciones cargando contra el dueño de Mercadona han hecho mella en la relación en el Ejecutivo autonómico. "Capitalismo monopolista despiadado", dijo Illueca sobre Roig que fue inmediatamente desautorizado por Puig. "La posición de la Generalitat es la del presidente de la Generalitat", señaló el jefe del Consell quien insistió que las declaraciones eran "profundamente injustas".

Esa brecha se hizo evidente casi una semana después del choque público. Ambos protagonizaron el acto conjunto sobre el Plan Renhata, donde la atención no estaba en las ayudas anunciadas, sino en los dos dirigentes y en su aparición conjunta después de la tormenta. Ambos habían coincidido el viernes pasado, en el pleno del Consell en Alicante, pero por motivos de agenda, cuando se hicieron las fotografías de la reunión al acabar, Illueca ya se había marchado.

Unos días después, ante los ojos expectantes de guiños que supusieran pasar página tras la tormenta, la frialdad protocolaria marcó los tiempos. No hubo imagen conjunta bajando las escaleras góticas de la sede de Presidencia. El vicepresidente segundo esperó abajo, sentado en el patio gótico, donde se saludó con Puig. Solo coincidieron juntos, siempre sentados, en el tiempo que la secretaria autonómica de Arquitectura Bioclimática, Laura Soto, presentaba el acto y mientras se emitía el vídeo de la campaña.

"Hay diferencias"

No hubo declaraciones conjuntas ni fotografía de familia. Veinte minutos de acto. Discursos de Soto, de Illueca y de Puig y se acabó. Nada que parezca un deshielo más allá de la cordialidad institucional, a la que ninguno de los dos va a renunciar. Ni Puig cesará a Illueca ni Illueca dejará el Consell, a ninguno le conviene ese extremo, pero la polémica por las críticas a Roig y el posible giro hacia un discurso más duro por parte del candidato morado va en dirección opuesta a la imagen de moderación y "diálogo social" con sindicatos y empresarios que quiere mostrar Puig.

"Hay diferencias, las ha habido en el pasado, y las habrá en el futuro", señaló por su parte el máximo representante de Unides Podem en el Ejecutivo valenciano en la puerta del Palau, donde tuvo que hacer las declaraciones a la prensa al no haber comunicación conjunta. Illueca restó importancia a las discrepancias internas, las calificó de un asunto normal dentro de los gobiernos de coalición y aseguró que mantiene un diálogo "habitual" con Puig "desde la lealtad" como socios de gobierno.

El jefe del Consell no habló más allá del discurso sobre la presentación de las ayudas en el que, lejos de lanzar un guante o algún guiño que mostrase ese pase de página, remarcó las dificultades de la Generalitat para la puesta en marcha de vivienda pública y la reclamación de "acelerar" el proceso. No es que se entiendan como críticas hacia el también conseller de Vivienda, pero tampoco se pueden interpretar como una forma de exhibir cariño.

"Todos necesitamos del resto", señaló Illueca durante su alocución sobre la vida en ciudades aunque bien podría servirse de aprendizaje para el Botànic. Podem y el PSPV son socios de gobierno, rivales y potenciales aliados si los números dan porque difícilmente darán sin uno de ellos. "Y el lunes al café del desayuno vuelve la guerra fría", podrían explicar los cuatro meses que quedan por delante, que suena en la misma canción.