La recaudación por impuestos a la vivienda se dispara a niveles de la burbuja

El acelerón del mercado inmobiliario y la inflación elevan los ingresos por transmisiones y actos jurídicos documentados a niveles no vistos en casi dos décadas

El escaparate de una inmobiliaria de València.

El escaparate de una inmobiliaria de València. / German Caballero

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

El año 2022 ha sido histórico a nivel recaudatorio en la Comunitat Valenciana. La Generalitat prevé cerrar el ejercicio con unos ingresos por los tributos cedidos por el Estado de más de 2.500 millones de euros, casi 400 millones más que el año anterior. Aunque el subidón es generalizado al calor de la inflación (lo que también se nota en el gasto público), el salto se debe en gran parte al acelerón del ladrillo que se está viviendo durante los últimos meses, que sumado a ese imparable aumento de precios ha disparado el dinero llegado a las arcas públicas valencianas. La pista la dan los impuestos relacionados con la vivienda, que alcanzan registros no vistos desde hace casi 20 años, en plena burbuja inmobiliaria.

Los 'responsables' son dos gravámenes concretos: el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) y el de actos jurídicos documentados (AJD). El primero se paga al adquirir inmuebles de segunda mano (incluidos vehículos, aunque su peso sobre el total ingresado es ínfimo) y el segundo se abona al comprar una casa de obra nueva o de hasta dos años, más un IVA del 10 %.

Junto al de sucesiones, patrimonio, donaciones o los juegos de azar, son competencia autonómica, por lo que son estas administraciones las que determinan los tipos impositivos y gestionan los ingresos. El ITP y AJD son los tributos con los que más recaudan los gobiernos autonómicos, por lo que su evolución sirve de termómetro para medir la pujanza del sector inmobiliario.

Y el mercurio está al alza sin lugar a dudas. Se siente en el número de transacciones, en el precio de las hipotecas y de los alquileres, pero también lo refrenda la estadística. Acudiendo a ella se constata que la Generalitat no recaudaba tanto dinero desde 2006, en la cresta de la burbuja, cuando se ingresaron 2.485 millones de euros por esta doble vía.

Impuestos sobre la vivienda

Impuestos sobre la vivienda / Levante-EMV

Motor recaudatorio

En este 2022, más de siete de cada diez euros recaudados por los tributos cedidos a la Comunitat Valenciana y 300 de los 400 millones del aumento global provienen de estos dos impuestos, según los datos de la Conselleria de Hacienda. Desde 2014 ambas tasas han pasado de suponer un 65 % del total ingresado por tributos cedidos a superar el 71 %.

Así, de los 2.470 millones de euros ingresados por el fisco valenciano el año pasado (si añadimos la cantidad pendiente de cobro se superarán los 2.500), 1.754 se obtienen de los relacionados directamente con la compraventa de viviendas: 1.432 por transmisiones y 322 por actos jurídicos documentados.

La curva de la recaudación con los impuestos a la vivienda se ha acelerado en los últimos años desde que se desplomara en 2008, cuando cayó a la mitad (1.224 millones) tras la quiebra de Lehman Brothers. Tocó fondo en 2009 y desde entonces viene repuntando poco a poco, si bien la pandemia ha sido un punto de inflexión y la Generalitat ingresa ahora 500 millones más por estos tributos que en 2019, hasta esos 1.757 millones.

La cifra supone un aumento de más del 20 % interanual, de casi el 50 % si se compara con el dato prepandémico y de más del 85 % si se cruza con el dinero ingresado en 2015, último año antes de la llegada del Botànic a la Generalitat.

En el caso de la Comunitat Valenciana el tipo general de transmisiones está en el 10 %, una presión por encima de la media nacional. Se contempla un tipo reducido del 8 % para jóvenes; uno superreducido, del 4 %, para personas en situación de vulnerabilidad; y además en la reforma fiscal de este año se incorporó un cuarto tramo, del 11 %, para las transacciones de viviendas que superen el millón de euros.

La coyuntura en el conjunto del Estado es similar, pero el incremento no es tan elevado como en el caso valenciano. Así, el crecimiento nacional en la recaudación por transmisiones y actos jurídicos documentados se queda en el 16,7 % frente al 20,7 % de la Comunitat Valenciana.

Una situación que encaja con las estadísticas del mercado, que sitúan a la autonomía a la cabeza de las operaciones de compraventa. En concreto, en el último cuatrimestre del año la valenciana es la comunidad donde más actividad inmobiliaria se registra si se pondera con su población, con 226 transacciones por 100.000 habitantes y un total de 9.202 operaciones.

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