Las donaciones de médula ósea caen a la mitad tras la pandemia

El año pasado solo se apuntaron como nuevos donantes 1.066 valencianos, la mitad que en 2019 | "No está claro que está pasando pero cada día se necesitan más estas donaciones", que en la mayoría de casos son similares a las de sangre

Jóvenes donando plasma y plaquetas gracias a una máquina de aféresis, muy parecida a la que usa para la donación de médula ósea.

Jóvenes donando plasma y plaquetas gracias a una máquina de aféresis, muy parecida a la que usa para la donación de médula ósea. / FERNANDO BUSTAMANTE

Lejos quedan esos años en los que el centro de transfusiones de Valencia, y otros muchos de España, se colapsaron ante la avalancha de personas que querían apuntarse como donantes de médula ósea. Eran finales de 2016 y el movimiento solidario tenía a un único responsable: el joven malagueño Pablo Ráez que, aquejado de una leucemia, animaba desde las redes a todo el que le quisiera escuchar a apuntarse como donante.

Su fuerza y su empatía llevaron a muchos a registrarse y, de hecho, en 2017 el año en que Pablo falleció, España registró récord de nuevos donantes: casi 80.000 un hito que daba esperanza a todas esas personas con leucemia y linfoma para los que su única salida es encontrar a alguien compatible.

La estela de Pablo, desde entonces, se ha apagado. Tanto que la cifra de nuevos donantes valencianos inscritos en el registro oficial de Donantes de Médula ósea (Redmo), que gestiona la Fundación Josep Carreras, ha caído a la mitad tras la pandemia. De los cerca de 2.000 donantes valencianos registrados en 2019 a los 1.066 con los que se cerró el año pasado, según el Centro de Transfusiones de la C. Valenciana que sirve de enlace con el registro español. En toda España en 2021 fueron 26.348, muy lejos de los casi 80.000 de 2017.

"Es algo general en toda España", reconoce la coordinadora en la Comunitat Valenciana del plan nacional de donación de médula ósea, la hematóloga Mª Dolores Planelles. La caída está clara pero no lo están tanto las causas. "Desde luego la pandemia ha causado estragos pero no todo se lo podemos atribuir a la covid porque en 2020, aún con el confinamiento, subimos algo", asegura Planelles que entiende que "hay algo más".

El impacto de limitar la edad

La caída de interés de los jóvenes por ser posibles donantes de médula (proceso que en el 85 % de los casos es similar a una extracción de sangre y en el que no se toca la médula espinal) no empezó, de hecho, con la pandemia, sino antes. Desde el "boom" de solidaridad que consiguió Pablo Ráez, las cifras han ido descendiendo, sobre todo desde 2018 cuando entró en vigor la nueva normativa que limitó la edad de los nuevos donantes a personas de hasta 40 años.

"La introducción de esta medida responde a criterios de calidad pero supuso un recorte" directo en las cifras de nuevos donantes, reconoce Planelles ya que el perfil mayoritario hasta ese momento era "el de una mujer de alrededor de 50 años, muchas veces con hijos y que se pone en el lugar de que le pueda pasar a uno de los suyos y que se moviliza", explica la coordinadora autonómica.

Desde 2018 solo pueden apuntarse las personas hasta 40 años, lo que dejó fuera al perfil mayoritario de interesados: "mujeres alrededor de 50 años"

Desde que se puso en marcha esta medida, el foco de la Organización Nacional de Trasplantes está en los más jóvenes y ahí, es más difícil conseguir ese compromiso. "Es donde tenemos que llegar y muy posiblemente trabajando más en redes", asegura Planelles ya que otro fenómenos que arrastre tanto como el del malagueño no se ha vuelto a reproducir. "Pablo consiguió lo que no hemos podido conseguir con todas las campañas de la ONT juntas", reconoce Planelles.

Y ahí quieren incidir desde el Centro de Transfusiones formando sobre lo que es este tipo de donación tanto en asociaciones de afectados y familiares como Asleuval (de leucemia) o Aspanion (de cáncer infantil) pero también "cazando" voluntarios en campañas de donación de sangre ya que, quien se moviliza para dar su sangre está más abierto a hacerlo con su médula ósea.

Más necesario cada día

El problema es que la bajada de interés llega en el peor momento, ya que el trasplante de progenitores hematopoyéticos (las células madre que se consiguen de la médula ósea o de la sangre y que se pueden convertir en glóbulos rojos, blancos, plasma o plaquetas) se utiliza cada día en más patologías "y no solo en las enfermedades malignas hematológicas (de la sangre) como las leucemias", explica la doctora Planelles.

El trasplante de células madre es vital en leucemias pero cada día se utiliza en más enfermedades como las metabólicas o autoinmunes

"Hoy en día también se utilizan estos tratamientos para enfermedades metabólicas y autoinmunes", de ahí que sea importante contar con un banco de donantes potente. Además, para el tratamiento de las leucemias es vital contar con un registro detallado de donantes al que acudir ya que, desde que hay un diagnóstico la ventana de tiempo para hacer un trasplante de este tipo es muy corta.

Proceso de donación de médula

Proceso de donación de médula / Levante-EMV

Según cifras de la Fundación Josep Carreras, a cierre de 2021 (la memoria anual de 2022 aún no está disponible), en España hay registrados 452.552 donantes de médula ósea de los que cerca de 40.000 son valencianos. Siguiendo el perfil apuntado por Planelles, seis de cada diez donantes registrados son mujeres y ahora la edad media es de 33 años. En todo el mundo hay 38,7 millones de donantes registrados.

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Desde 2018 que cambió la normativa pueden ser donantes de médula ósea las personas de 18 a 40 años, con un buen estado de salud, un peso mínimo de 50 kilos y en condiciones de donar sangre. El primer paso es informarse en alguno de los centros asociados, en la C. Valenciana el Centro de Transfusiones. Allí se confirma que se cumplen los requisitos y se hace un primer análisis de sangre para conseguir el perfil genético. Las técnicas de tipaje han ido mejorando y ahora, se utiliza una técnica molecular que ya da un perfil completo del donante lo que es "primordial" para poder encontrar esa compatibilidad cuanto antes.

Esos datos con ese perfil genético se trasladan al registro nacional Redmo que gestiona la Fundación Josep Carreras y que forma parte del banco internacional de donantes. Ahí nuestro perfil estará disponible para cualquier persona del mundo que lo necesite. Si fuera así, y hay posibilidad de que nuestras células madre puedan salvarle la vida a alguien, contactarán con nosotros y se volverán a hacer pruebas para ver la disponibilidad y la conveniencia de hacer esa donación.

Llegado el momento, la donación efectiva de progenitores hematopoyéticos o células madre se hace "la gran mayoría de las veces" extrayéndolas de nuestra sangre, en un proceso que es muy similar a una donación de sangre al uso: el donante se conecta a una máquina de aféresis que va extrayendo del torrente sanguíneo estas células pero devuelve la sangre al organismo. Solo una pequeña parte de donaciones efectivas se hace haciendo una punción en el hueso de la cadera para extraer estas células de la médula ósea o "tuétano" que se regenera pero el proceso no tiene nada que ver con la médula espinal. También es posible conseguir estas células madre del cordón umbilical de los bebés donados en el momento del parto.

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