Más de la mitad de los grandes municipios carecen de planes antisequía obligatorios

El Ministerio para la Transición Ecológica exige a las localidades con más de 20.000 habitantes un documento que incluya los datos de consumo de agua - La Confederación del Júcar reclama actuaciones para escenarios de restricciones

Sequía en el embalse de Bellús por falta de lluvia.

Sequía en el embalse de Bellús por falta de lluvia. / PERALES IBORRA

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Un total de 36 municipios valencianos y 7 mancomunidades, de los 65 con más de 20.000 habitantes obligados a ello, siguen sin tener listos sus planes de emergencia (PEM) frente a la sequía. Un documento que el Gobierno exige desde 2001y en el que las localidades deben reflejar sus datos de consumo de agua, así como las estrategias que permitan garantizar el abastecimiento urbano en un contexto de restricciones. Según los datos de la Confederación del Júcar, a 30 de marzo veinticinco (consorcios incluidos) han hecho los deberes y han presentado sus PEM, mientras que diez cuentan con la aprobación definitiva.

En el caso de esta demarcación, que incluye también a ciudades de comunidades colindantes como Castilla-La Mancha y Aragón, dichas planificaciones afectan a más de 4,3 millones de habitantes con una demanda de agua de 403,2 hectómetros cúbicos al año. Destacan por su volumen los sistemas de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), que abarca València ciudad y poblaciones de varias comarcas, así como Castelló de la Plana, el Consorcio de Aguas de la Plana y la Mancomunidad de Canales del Taibilla.

Aunque el escenario hídrico en la Comunitat Valenciana está lejos del que presentan otros puntos críticos de España, como Andalucía o Cataluña, la ausencia de precipitaciones va arañando lentamente las reservas de agua. La cantidad almacenada en las presas de la cuenca del Júcar se sitúa según el último boletín en 1.733 hectómetros cúbicos, 76 menos que en las mismas fechas de 2022 y un poco menos que hace exactamente una semana.

Las lluvias de 2022

Los embalses valencianos están al 60,9 % de su capacidad, 10,2 puntos por encima de la media española y con 177 hm³ más que la media de la última década. Las persistentes y copiosas precipitaciones de la primavera de 2022 han permitido esquivar la sequía que azota a otras demarcaciones, obligando incluso a realizar desembalses técnicos con fines ambientales para el lago de l’Albufera.

Más preocupante es la radiografía que arroja el Segura, con las presas al 35,1 por ciento de su capacidad, 15,6 puntos por debajo de la media, con 400 hm3, 80 menos que el año pasado y 146 menos que la media de los últimos diez años. Las comarcas alicantinas vienen arrastrando problemas de sequía que ya se han cronificado en el tiempo.

Cumplimiento bajo

El cumplimiento de los planes de emergencia contra la sequía es bajo en la mayoría de demarcaciones españolas. En Cataluña, más de la mitad de los 64 grandes municipios obligados a ello tampoco tienen sus reglamentos listos y aprobados pese a las limitaciones de agua que arrastran desde el verano pasado. De hecho, el Govern ya ha abierto un procedimiento administrativo a una quincena de consistorios de las cuencas internas tras reiterados requerimientos de información sobre consumo de agua.

La Confederación Hidrográfca del Júcar (CHJ) ha llegado a organizar jornadas para abordar el tema y facilitar la redacción de dichos planes. El retraso es considerable cuando además un real decreto de diciembre de 2021 estipula que deberán actualizarse cada seis años. El Ministerio para la Transición Ecológica anunciaba hace unos días la apertura del plazo de consulta pública, hasta el mes de junio, de la revisión e los Planes Especiales de Sequía.

Poblaciones más vulnerables

Desde la CHJ se recuerda que aunque la ley establezca la obligación exclusivamente para aquellos municipios de más de 20.000 habitantes, es más que recomendable para los pequeños ayuntamientos que en muchas ocasiones son los más vulnerables. «La elaboración del plan supone, en primer lugar, la mejora del conocimiento del sistema de abastecimiento y el análisis de sus debilidades», se apunta en la documentación ahora sometida a información pública. «Solo con abordar esta tarea sería posible planificar las posibles mejoras a acometer para evitar vulnerabilidades. Si además se avanza en la elaboración de un sistema de indicadores para conocer el avance de la sequía a nivel local o regional se podrá actuar para evitar o al menos retrasar la adopción de medidas drástica de cortes de suministro», argumenta la CHJ.

La ciudad de Castelló de la Plana tiene redactado un Plan de Emergencia donde realiza una descripción de los orígenes de recurso y redes de saneamiento muy precisa. En esa misma línea, el de Sagunt, aprobado en diciembre de 2020, detalla adecuadamente los recursos disponibles, tanto convencionales como los no convencionales, incluyendo la posibilidad de acceder a la desalinizadora de la zona.

Dentro del ámbito abastecido por la Empresa Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), siete municipios, de dieciséis, han cumplido también (Alboraia, Aldaia, Alfafar, Catarroja, Paiporta, Torrent y València), además de la propia Emshi. Torrent, dado el tiempo transcurrido desde su redacción, requiere actualización según remarca la Confederación Hidrográfica del Júcar.

El plan de la Emshi, aprobado en octubre de 2022, destaca por la descripción detallada de sus instalaciones, municipios abastecidos, los recursos propios de cada uno de ellos y de sus demandas previstas. Establece, además, un indicador de sequía propio, ponderando los indicadores del volumen embalsado en Benagéber y Loriguilla, así como en Alarcón, Contreras y Tous para determinar los diferentes estados de sequía, y definir adecuadamente las medidas a aplicar en cada estado.

En el plan de València, por ejemplo, destaca la consideración especial que dedica al Parc Natural de l’Albufera para garantizar la calidad ambiental del lago incluso en épocas de severo estrés hídrico. Alzira, Carcaixent, Algemesí y Cullera también han presentado sus respectivos documentos, siendo aprobado el de Cullera hace apenas tres meses.

Más de 2.000 millones para desaladoras y mejora de regadíos

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, anunció este martes una inversión de hasta 2.130 millones para promover regadíos sostenibles en España. Unos 1.255 millones de estas ayudas provendrán de los fondos europeos, mientras que 835 millones irán a cargo de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), según avanzó el titular de la cartera en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La mitad de la inversión se destinará a ampliar las desaladoras de Torrevieja, Murcia y Almería. El objetivo de este dinero es impulsar el ahorro de agua y el empleo de aquellas que no son convencionales y provienen de regadíos o de desaladoras. También se trabajará en la digitalización de las comunidades de regantes y se reforzará la cooperación de los planes hidrológicos del ministerio de Industria con el perte agroalimentario y del ciclo del agua. El ministro de Agricultura asegura que estar preocupado por la sostenibilidad del cultivo de regadío en España pero descarta que sea excesivo. La mitad de la inversión de 2.130 millones anunciada por Planas se destinará a ampliar las cinco principales desaladoras de Murcia, Almería y Torrevieja. Acuamed, el gestor público de las cuencas mediterráneas y Andalucía, prevé licitar las obras a lo largo de este año con el objetivo de finalizarlas para 2026. En la Comunitat Valenciana se ha triplicado el uso del agua desadada en los últimos siete años.

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