El IVO llega al medio millar de cirugías robóticas para tratar cáncer de próstata y de riñón

La mayoría de operaciones con el robot cirujano Da Vinci Xi son de cáncer de próstata, donde se consigue reducir los problemas de incontinencia y de erección

Gómez Ferrer, jefe de Urología del IVO, la doctora Samanta Cuñat, de Anestesiología y Gema García.

Gómez Ferrer, jefe de Urología del IVO, la doctora Samanta Cuñat, de Anestesiología y Gema García. / Levante-EMV

María Serrano

El Servicio de Urología de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), entidad privada sin ánimo de lucro especializada en el tratamiento del cáncer, ha alcanzado las 500 operaciones asistidas con el robot Da Vinci Xi, situándose como el área que mayor número de cirugías robóticas ha realizado. En concreto, los procedimientos que más se asisten son cáncer de próstata, con cerca de 375 operaciones, y riñón, con 125 intervenciones.

En cuatro años, el Servicio de Urología del IVO ha afianzado el uso de esta técnica quirúrgica lo que ahora les permite abordar casos "de gran complejidad" derivados de otros centros hospitalarios. Cabe recordar que la fundación es una entidad colaboradora de la sanidad valenciana y recibe al menos 30.000 pacientes al año del sistema público. "Actualmente, prácticamente todas las cirugías conservadoras de riñón que realizamos en el IVO se benefician del abordaje robótico. Esta experiencia nos lleva a poder atender con éxito casos complejos remitidos de otros centros que, con un abordaje quirúrgico convencional, causarían mayor dolor postoperatorio, estancia hospitalaria más larga y potenciales secuelas", explica el jefe clínico del Servicio de Urología del IVO, Álvaro Gómez-Ferrer.

La cirugía asistida por robot permite a los cirujanos más precisión y una visión tridimensional del campo a operar ya que no utilizan directamente sus manos sino que operan "a distancia" a través de una consola y son unos brazos robóticos los que reproducen las acciones, pero con más rango de movimiento o sin el temblor de las manos, por ejemplo. Estos avances "resultan claves en pacientes con patologías tumorales", tal y como señala Gómez-Ferrer.

Menos problemas de incontinencia o de erección

Según el especialista del IVO, el contar con esta cirugía robótica supone poder hacer un mejor abordaje en tumores complicados. "Además de permitirnos conservar el riñón en un porcentaje muy alto de pacientes, el uso del Da Vinci Xi nos facilita abordar de una manera mínimamente invasiva tumores de mayor tamaño y localizaciones anatómicas más complejas reduciendo la posibilidad de complicaciones postoperatorias y el tiempo de isquemia o sufrimiento renal”, explica Gómez-Ferrer.

Además, en el cáncer de próstata (patología que en 2022 el IVO trató más de 100 pacientes), el robot permite ser mucho más preciso lo que supone que los pacientes tengan una mejor recuperación y mejor calidad de vida ya que se reducen los problemas de incontinencia de vejiga o de pérdida de erección. "El cirujano es significativamente más preciso y eso permite por ejemplo extirpar la próstata respetando los haces neurovasculares prostáticos, lo que supone un importante avance que redunda en la calidad de vida y recuperación del paciente", explica el jefe clínico del Servicio de Urología, Miguel Ramírez Backhaus.

Imagen de una intervención con cirugía robótica en el Hospital General de Valencia.

Imagen de una intervención con cirugía robótica en el Hospital General de Valencia. / HOSPITAL GENERAL DE VALENCIA

Precisión y visión 3D

La cirugía robótica es en la actualidad la mejor herramienta al alcance de los cirujanos para abordar cirugías complejas de manera mínimamente invasiva y al mismo tiempo seguras. Entre las principales ventajas para el paciente destaca especialmente la reducción del dolor en la fase postoperatoria y, en general, una recuperación funcional más rápida con estancias hospitalarias más breves.

En cuanto los beneficios para el cirujano, destaca la precisión quirúrgica, la visión en 3D del campo quirúrgico, la supresión del temblor fisiológico de las manos del cirujano o de movimientos involuntarios; o la ergonomía, que permite al cirujano estar sentado en operaciones largas y complicadas que requieren mucha atención y concentración.

En el IVO llevan años trabajando con este tipo de equipos, al igual que en otros hospitales públicos. El primero fue el Hospital General de Valencia pero ya hay cuatro equipos en funcionamiento en la sanidad pública: el del General de Valencia, en La Fe, el Doctor Balmis de Alicante y el General de Castelló pero Sanidad está comprando otros cinco equipos para dotar a los hospitales de Elche, La Ribera, Arnau, el Hospital Clínico de Valencia y Doctor Peset de esta tecnología.