Los ecologistas otorgan 6 banderas negras al litoral valenciano

Ecologistas en Acción publica el informe anual en el que denuncia el mal estado o la mala gestión de 48 playas españolas

L'Arbre del Gos, el Arenal de Xábia y todas las playas de València, entre las playas señaladas por los ecologistas

La playa de la Malvarrosa es una de las que ha recibido la bandera negra de los ecologistas

La playa de la Malvarrosa es una de las que ha recibido la bandera negra de los ecologistas / Germán Caballero

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Ecologistas en Acción ha presentado su informe anual de banderas negras después de analizar los más de 8.000 kilómetros de la costa española. En el documento de este año se han asignado un total de 48 distintivos, dos por provincia (uno por contaminación y otro por mala gestión), lo que hace que la organización medioambiental haya puesto el foco sobre seis playas de la Comunitat Valenciana al otorgarles este dudoso reconocimiento con el que los activistas pretenden denunciar las situaciones de afección ambiental más graves, aunque desde la organización explican que no están recopiladas todas ya que "podrían ser muchas más".

Así, de las 48 banderas negras asignadas este año, 17 tienen que ver con proyectos de urbanización de la costa que "a veces invade el dominio público marítimo-terrestre" mientras que otros 12 se deben a los vertidos, deficiencias en los sistemas de saneamiento y graves problemas de depuración. La contaminación química, lumínica y/o acústica (6), las afecciones a la biodiversidad (6), la acumulación de residuos marinos (3) han sido otras de las causas para asignar estos banderines.

Banderas negras en Valencia

En la provincia de Valencia, la playa de l'Arbre del Gos recibe la bandera negra debido a "la pésima gestión que se hace de la dinámica de retroceso de las playas". Hay que destacar que esta es una de las seis playas valencianas que perdía este año el distintivo de calidad de Bandera Azul debido a las obras de regeneración que se están llevando a cabo. Y es que para la organización la gestión de este tramo del litoral es “tirita caníbal territorial: cortoplacista, ineficaz y que devora recursos del propio territorio sin solucionar nada", denuncian.

La playa de l'Arbre del gos en El Saler es una de las que ha recibido la bandera negra

La playa de l'Arbre del gos en El Saler es una de las que ha recibido la bandera negra / F. Calabuig

Por su parte, la bandera negra por contaminación ha sido asignada a las playas de València, sin dejar ni una a salvo, aunque los ecologistas matizan que el reconocimiento es "para los servicios de las administraciones local, autonómica y estatal encargadas del control de la contaminación de las aguas residuales depuradas en el municipio de València, por un lado, y del control de la calidad de las aguas costeras, por otro lado, por la opacidad de estas administraciones y la dificultad en obtener información pública sobre contaminación de las aguas".

Este título va en contraposición del asignado por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (Adeac), la organización que cada año entrega los galardones de Bandera Azul con los que se reconoce la calidad de las playas españolas, y que precisamente hace unos meses asignó este distintito a todas las playas valencianas.

Banderas negras en Alicante

En la provincia de Alicante las banderas negras han sido asignadas a la Cala Mosca en Orihuela por la mala gestión y al Arenal de Xábia por contaminación. Sobre la primera destacan que "a pesar de puede parecer un lugar sin interés paisajístico, Cala Mosca es un claro representante del litoral mediterráneo, con una gran biodiversidad y especies perfectamente adaptadas a un ecosistema árido".

La Cala Mosca en Orihuela, bandera negra por mala gestión

La Cala Mosca en Orihuela, bandera negra por mala gestión / Turismo de Orihuela

Del Arenal de Xábia destacan que a zona del Arenal tiene un problema grave de vertidos: "desgraciadamente, cada vez que se producen episodios de fuertes lluvias y temporales, la costa aparece llena de toallitas y otros restos". La organización denuncia que estos vertidos son masivos y su extensión abarca tanto la playa del Arenal como los tramos de costa próximos, por lo que han otorgado la Bandera Negra de contaminación y vertidos en el arenal.

Banderas negras en Castellón

Finalmente, en la provincia de Castellón, la organización ambiental ha puesto el foco en la contaminación de la playa del Surrach, en Benicarló, un espacio natural de cantos rodados, de unos 400 m de largo, que no es sometida a operaciones de limpieza estival por parte de las administraciones y en la cual se acumulan, año tras año, enormes cantidades de residuos sólidos de diversa naturaleza.

La playa del Fortín, en Vinarós, una de las señaladas por los ecologistas

La playa del Fortín, en Vinarós, una de las señaladas por los ecologistas

Además, a pesar de recibir la bandera azul en 2023, los ecologistas han asignado a la playa del Fortín, en Vinaròs, la bandera negra por la mala gestión ya que consideran que esta está regenerada con arenas de machaqueo que es sometida a nuevas labores de construcción y reparación de espigones desde 2018. Asimismo, los activistas denuncian que están amparados "actualmente con medidas y falacias como adaptación de la costa al cambio climático e implementación de las estrategias marinas y de los planes de ordenación del espacio marítimo”.

Evaluar el impacto de las playas caninas

Como novedad del informe de 2023, Ecologistas en Acción ha abordado la proliferación de playas caninas designadas sin evaluar previamente el impacto ambiental que provocan, y que según afirman, han producido un impacto grave en algunos casos. Así, explican que cada vez son más los ayuntamientos que permiten la presencia de animales en aquellas playas con menor valor turístico, aunque esto choca con que, paradójicamente, estas suelen ser las que tienen mayor valor ecológico.

Decenas de perros en la playa de Pinedo que permite el acceso de animales

Decenas de perros en la playa de Pinedo que permite el acceso de animales / LEVANTE-EMV

La organización aclara que "no se trata de demonizar a ningún animal ni a las personas que los acompañan" pero destacan que hay que comprender los daños que genera la interacción de los animales en estos espacios. "Las aves perciben al perro como predador y éste a ellas como presa" y añaden que "cuando permitimos que un perro persiga a las aves, aunque no las atrape, causamos en ellas un importante estrés, les impedimos o dificultamos la obtención de alimento, las privamos de descanso y las obligamos a invertir un elevado gasto energético en tener que huir”.