Mazón cede el simbolismo a Vox y el PP gestionará el 95 % del presupuesto

La extrema derecha se hace con una vicepresidencia para el torero Barrera, que dirigirá Cultura, y con las conselleries de Justicia y Agricultura

El acuerdo, que asume los postulados radicales en asuntos como la violencia de género, medio ambiente o memoria histórica, se cierra en 18 días y tras solo dos reuniones

Mazón y Flores lideran las dos delegaciones negociadoras.

Mazón y Flores lideran las dos delegaciones negociadoras. / GERMÁN CABALLERO

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

 Solo 18 días después de las elecciones y tras apenas dos reuniones, PP y Vox anunciaron este jueves su acuerdo programático para gobernar la Comunitat Valenciana en coalición y concretaron el reparto de conselleries, el cual estaba cerrado desde la tarde del miércoles como avanzó este diario. La ultraderecha asume la vicepresidencia primera, que será para el torero Vicente Barrera, que gestionará la cartera de Cultura.

Consigue además otros dos departamentos: Justicia y Agricultura. Sus titulares están todavía por confirmar. Vox ostentará también la presidencia de las Corts. Los populares se quedan con seis áreas, las de mayor peso económico, más la de Presidencia. Entre las conselleries del PP presumiblemente habrá una con rango de vicepresidencia segunda.

No hubo foto del acuerdo, que por el momento tampoco tiene apodo. Fue confirmado a través de una fría nota de prensa, redactada solo en castellano y con el membrete de ambos partidos, en la que se recogen los 50 puntos pactados por el PP y Vox, que pasan a ser las líneas maestras de la legislatura que arranca en diez días. El líder de los populares valencianos y próximo president de la Generalitat en virtud de esta alianza con Vox, Carlos Mazón, guardó silencio tras confirmarse la fumata blanca. 

Sí se pronunció el diestro, que en un escueto tuit confirmó su «paso al frente» para asumir la vicepresidencia del Consell. «Es momento de trabajar para devolver a esta tierra la prosperidad que se merece. Será un honor», dijo. Santiago Abascal le agradeció que haya aceptado un cargo que «no ambicionaba».

Escaparate para Vox, gestión para el PP

El documento concreta el reparto de poder de ambas fuerzas en el próximo Consell, y replica de manera casi idéntica el que hasta ayer era el único precedente de un pacto PP-Vox a nivel autonómico, el de Castilla y León. Allí, el partido de Abascal logró tres consejerías, una vicepresidencia sin cartera y la dirección del parlamento, mientras el PP se quedó con siete áreas más Presidencia. 

Ahora, pese a tener mucho menos peso respecto al PP, Vox araña a Mazón prácticamente lo mismo (a nivel numérico, no presupuestario) y lo que puede ser más importante, logra consolidar el marco de que Vox no cede sus votos gratis, un factor fundamental para los de Abascal a las puertas de la campaña de las generales y en plena negociación con el PP en otros territorios.

En la ultraderecha no ocultaban ayer su felicidad por conseguir entrar en la Generalitat, así como por la cuota de poder obtenida en una negociación relámpago que vuelve a evidenciar que había ya un trabajo previo a la primera reunión oficial del martes, tras la que se desvió a Carlos Flores y su condena por violencia machista al Congreso y se dejó vía libre al acuerdo.

Flores, Gil Lázaro y Vicente Barrera.

Flores, Gil Lázaro y Vicente Barrera. / GERMÁN CABALLERO

La "receptividad" de Mazón

Fuentes cercanas a la cúpula de Vox se mostraron satisfechas también por el documento pactado, que asume en gran parte los postulados del partido radical, y constataron la «receptividad» de los negociadores del PP en un proceso que ha sido mucho más rápido y mucho menos traumático de lo esperable.

Vox logra introducir su ideario en el programa que guiará el próximo Gobierno de coalición de la Generalitat sin, a tenor de los tiempos de la negociació, oposición del PP. A lo largo de los 50 puntos se niega la violencia machista (el PP asume el concepto de «violencia intrafamiliar») y el cambio climático (ni una referencia a este término mientras prometen «ampliar los regadíos»), se comprometen a derogar la ley de memoria histórica valenciana, se abre la puerta a introducir el pin parental en las escuelas y se sitúa la «ocupación ilegal» y la «inmigración ilegal» entre los grandes problemas ciudadanos.

En base a los actuales presupuestos de la Generalitat de 2023 aprobados por el Botànic, Vox gestionaría ahora mismo en torno a 1.200 millones de euros con las conselleries de Cultura, Justicia y Agricultura sobre un total de casi 30.000 millones. No llega ni al 5 %. El PP se reserva así la práctica totalidad de la gestión y cede a los de Abascal departamentos con muchos menos recursos pero que servirán de escaparate para agradar a sus fieles.

Al frente de la primera y con rango de vicepresidente sitúa a Barrera, su fichaje mediático y que apunta a ser el hombre fuerte de Abascal, con quien tiene una relación de amistad, en el Consell. Titulado en Derecho, ha sido el único que ha repetido en las dos reuniones con la delegación del PP, formación con la que ha estado estrechamente ligado en el pasado.

Llegó a ser afiliado en la época hegemónica de los populares y era pública su buena relación con el expresident de la Generalitat, Francisco Camps. Con el PP en plena travesía por el desierto, en 2018 dio el salto a Vox, con quien ha ido en las listas al Ayuntamiento de València en 2019 y 2023, aunque en puestos traseros.  

Barrera, junto a Alfonso Rus, sostiene su carnet del PP tras afiliarse al partido.

Barrera, junto a Alfonso Rus, sostiene su carnet del PP tras afiliarse al partido. / MARGA FERRER

Aguirre, ¿conseller de Agricultura?

El resto de nombres no fueron desvelados. En todo caso, todo apunta a que José Luis Aguirre será el próximo conseller de Agricultura, pero en la tarde de ayer todavía no se daba por hecho. Aguirre ha sido diputado esta última legislatura y acaba de revalidar su escaño tras el 28M.

Fue además el representante de Vox en la comisión de Agricultura de las Corts, por lo que diversas fuentes consultadas le sitúan como el mejor preparado de la formación para asumir esta cartera.

Las quinielas en Justicia están más abiertas. Suena José María Llanos, diputado y expresidente provincial de Vox Valencia hasta la llegada de Ignacio Gil Lázaro a inicios de este año, otro histórico del PP que ha estado presente en las negociaciones para formar Gobierno y que va de número dos por Valencia al Congreso junto a Flores.

Según el comunicado, de este departamento se desgajará Función Pública, que por consiguiente se deduce que estará gestionada por el PP. Actualmente, la Conselleria de Justicia es la que tiene las competencias para la protección de las víctimas de violencia machista, un término que ahora desaparece de los ejes principales de PP y Vox, que solo hablan de la «violencia intrafamiliar».

El PP, por su parte, cedió todo el protagonismo de la jornada a Vox y no pronunció palabra sobre el acuerdo con la ultraderecha, sobre las conselleries que gestionará, ni sobre los encargados de dirigirlas. Silencio absoluto.

Por eliminación, no obstante, se deduce que Mazón ha amarrado todas las áreas pesadas: Sanidad, Educación y lo que hasta ahora era Igualdad y Políticas Inclusivas. Queda por ver cómo articula Mazón el resto del puzle, ya que al reducir conselleries necesariamente tendrá que aglutinar áreas que hasta ahora estaban separadas en un mismo departamento. 

El futuro president de la Generalitat sí que había defendido, antes de la confirmación del acuerdo programático, su acuerdo con Vox. En una entrevista en Onda Cero justificó que da entrada a la extrema derecha en su Consell para «dar tranquilidad a la inmensa mayoría» de valencianos que «votaron cambio» y no quieren una repetición electoral, explicó. Además, señaló que esta alianza con Vox no va a perjudicar a Alberto Núñez Feijóo de cara a las generales del 23J.

Flores y Mazón, en la primera reunión entre PP y Vox.

Flores y Mazón, en la primera reunión entre PP y Vox. / Germán Caballero