Fedea alerta de la "preocupante" deuda valenciana

Las cuentas públicas de la Generalitat empeoran en 2022 tras caer los ingresos el triple que los gastos

Pese a la infrafinanciación, la inversión en servicios públicos básicos se sitúa por encima de la media

Mateo L. Belarte

Mateo L. Belarte

Nuevo informe de un organismo económico sobre el estado de las finanzas autonómicas, pero conclusiones invariables. En esta ocasión es el Instituto de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) quien constata la extrema fragilidad de la caja pública valenciana y alerta del "preocupante" nivel de deuda, que se acerca al 50 % del PIB tras un 2022 en el que los ingresos han caído tres veces más que los ingresos, lo que ha situado el déficit por encima de los 3.800 millones.

En concreto, Fedea analiza en el estudio publicado este miércoles la evolución de los saldos presupuestarios autonómicos (diferencial entre ingresos y gastos) y los compara con los de 2021. De ahí se desprende que en 2022 el déficit empeoró un 2,11 % respecto al PIB valenciano por la fuerte caída de ingresos, que casi triplica lo que se reducen los gastos. Es la segunda autonomía que mayor deterioro sufre en sus cuentas públicas, solo por detrás de Castilla-La Mancha.

En el desglose de ambas partidas se observa que los ingresos caen un 3,17 % frente al 2,47 % de la media estatal, mientras los gastos se reducen menos que el conjunto de autonomías (1,05 % frente al 1,39 % de bajada nacional). Es decir, que pierde más ingresos y recorta menos gastos que la media.

Pero ambos datos no pueden aislarse del escenario completo. La Comunitat Valenciana cerró ese 2022 como la peor financiada de todo el país y recibió 550 millones menos que en 2021. Fedea apunta a ese hecho en su informe y además de volver a constatar que la Generalitat fue la peor tratada por el sistema de reparto, concluye que el Gobierno se quedó corto calculando el efecto de la inflación.

Inversión por encima de la media

Pese a esa necesidad de financiación y reducción de ingresos, el gasto del Botànic no dibujó la misma curva y solo se redujo ese 1,05 %. Una decisión política que el conseller de Hacienda ha definido muchas veces como "susto o muerte". Es decir, deuda o recortes. Una disyuntiva ante la que el Consell de PSPV, Compromís y Unides Podem optó por sostener la inversión en servicios públicos, situando la cifra por encima de la media nacional.

En concreto, Fedea destaca que el gasto corriente de la Generalitat, el cual define como el medidor "del nivel de prestación de servicios de las administraciones autonómicas", ha crecido un 12 % desde 2019 y un 38 % desde 2013, cuando todavía gobernaba el PP.

Como consecuencia, la deuda pública supera ya los 55.000 millones de euros, un 44,4 % del PIB valenciano. De hecho, aunque Fedea señala que el pasivo crece en todos los territorios, pone el foco específicamente en la Comunitat Valenciana en este aspecto y considera ese ritmo de incremento de "preocupante".

Más gasto pero menos inversión

El gasto público se incrementa, pero según Fedea no se destina a inversiones. El organismo estima un incremento del gasto total del 25 % desde inicios de siglo, lo que deja a la autonomía cinco puntos por debajo del conjunto del Estado. Sin embargo, en el apartado de «operaciones de capital» —que recoge las inversiones reales— se refleja una caída, que coincide con la dinámica nacional aunque en la C. Valenciana es más acusada. 

En concreto, esta se ha reducido casi la mitad desde 2003. En toda España ha caído un 34 %, menos que el 46 % que retrocede en el territorio valenciano. Desde 2013, cuando tocó fondo tras la crisis financiera, las inversiones se han recuperado casi un 20 %. Aun así, la Comunitat Valenciana queda doce puntos por debajo de la media nacional. 

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