El racismo y la orientación sexual copan casi el 70% de los delitos de odio

La Comunitat Valenciana registra 188 delitos de odio en 2022 un 55% más que hace cinco años

La xenofobia lidera las infracciones

Los casos por ideología se reducen y aumentan los relativos a la sexualidad

Denuncia presentada por una pareja tras una agresión homófoba.

Denuncia presentada por una pareja tras una agresión homófoba. / Levante-EMV

Mónica Ros

Mónica Ros

Se llama Moulaye y es senegalés. Lo tiraron al vacío desde un puente de seis metros de altura. Fue en 2012, en la noche previa a la Tomatina de Buñol. Sin embargo, su agresión no forma parte de las estadísticas que registran los delitos de odio, aunque sí lo fue. Antes de lanzarlo al vacío sus agresores le increparon. Por negro. Por pobre. El Ministerio del Interior realiza un informe anual desde 2013 para analizar los delitos de odio y su evolución en el país en las distintas autonomías. En el informe hecho público ayer constan 188 casos registrados en la Comunitat Valenciana por delitos de odio, un 55% más que hace un lustro, cuando se contabilizaron 121. El registro valenciano comenzó en 2013 con un centenar de denuncias presentadas. El máximo histórico se alcanzó en 2021, con 194 casos, seis más que el año pasado. 

Desde que hay registro, la estadística de delitos de odio va en aumento. Eso sí, desde el primer año y hasta el último, hay un delito de odio que lidera el ranking: el racismo. Hace un lustro se registraron 55 denuncias por este motivo. En 2022 la cifra ya alcanzó las 76. El segundo motivo sí ha dado un giro. Así, si en 2017 el segundo lugar de los motivos de los delitos de odio era la ideología, el año pasado los delitos de odio por orientación sexual de las víctimas ganó posiciones. En 2017 hubo 26 casos, pero el año pasado se registraron más del doble (con 55 hechos conocidos). 

Qué es y qué no es delito de odio según el Código penal

El artículo 510 del Código Penal establece las acciones o conductas que constituyen un delito de odio. Porque odiar no es delito. Lo que es delito es el odio que lleva a una infracción o acto penal motivado por prejuicios contra una o varias personas por el hecho de pertenecer a un determinado grupo social que sea, además, vulnerable. La víctimas, pues, debe ser una persona o un grupo de personas que posean una característica común relacionada con la raza, ideología, religión, color de piel idioma, nacionalidad, orientación sexual, discapacidad, género o edad.

Por provincias, la mayoría de las denuncias presentadas se concentraron en València, con 120 casos, mientras que Alicante registró 40 y Castelló, 28. 

A nivel estatal, el informe del Ministerio del Interior revela que en España se registraron en 2022 un total de 1.869 denuncias, 450 más que hace un lustro. Además, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigaron en 2022 un total de 1.869 infracciones penales e incidentes de odio en España, lo que supone un incremento del 3,7 % respecto a 2021. Igual que ocurre en la Comunitat Valenciana, los delitos de odio por discriminación por razón de sexo y género son los que sufren un mayor incremento (un 76,6 % más que en 2021). También destaca el ascenso de los delitos por aporofobia (odio al pobre), que crecen un 70 %, y por antigitanismo, que se incrementan en un 22,2 %. 

La punta del iceberg

Ahora bien, las estadísticas anuales que publica el Gobierno son la punta del iceberg. De entrada, porque sólo hacen referencia a las denuncias que se presentan ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y para continuar porque hay una realidad invisible y es que las víctimas no denuncian

De hecho, según estimaba el propio Ministerio de Interior en su última encuesta de delitos de odio (2021) sólo uno de cada diez casos de discriminación se denuncian. La falta de formación e información sobre lo que es y no es delito de odio tampoco ayuda. Por ello, las entidades que trabajan con los más vulnerables afirman que las estadísticas reflejan un problema que es mucho mayor y navega entre la infradenuncia y otro tipo de delitos para visibilizar un racismo que no cesa y una homofobia que va en aumento.