Susana Camarero: "La violencia de género tiene que salir del debate partidista"

Levante-EMV entrevista a la vicepresidenta de la Generalitat

Camarero se define como una "feminista liberal" convencida

Entrevista a Susana Camarero

Foto: M. Á. Montesinos | Vídeo: Arturo Iranzo

Alfons Garcia

Alfons Garcia

Lleva diez días de vicepresidenta. Tiene aún pendiente la mudanza de Madrid, porque su último trabajo era en la sede central de una consultora. Su carrera, desde que en 2000 llegó al Congreso de los Diputados, está vinculada a los asuntos de Igualdad. Fue secretaria de Estado de esta área en la última etapa de Rajoy. Tras el pacto de gobierno del PP valenciano con Vox, su designación ha sido una manera de exhibir el compromiso del Consell de Mazón con las mujeres y contra la violencia machista.

¿Intuía la noche del 28M que iba a ser miembro del nuevo Gobierno?

No. Hace unos meses aposté por irme a trabajar a Llorente y Cuenca en Madrid y ese día estaba allí viviendo la noche electoral. Estaba contenta por Carlos Mazón y por mi comunidad, pero en ningún caso pensaba que iba a afectar a mi vida.

¿Cuándo se lo dijo el ‘president’?

Poco antes de hacerlo público.

¿Quién es Carlos Mazón para usted?

El president de la Generalitat y una persona a la que conozco hace muchos años, admiro y respeto. Se cree su puesto de presidente, lo ha luchado, tiene experiencia en la gestión, es buena persona, responsable, y además ha estado en la privada y tiene esa perspectiva global de cómo ayudar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas.

¿Es usted el dique ante Vox?

Soy una mujer convencida y con una larga experiencia en materia social y de defensa de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. No quiero ser más que un miembro de un Gobierno absolutamente coordinado, compacto y que va a trabajar en la misma dirección.

¿Se diría feminista?

Lo he dicho siempre. Feminista convencida, no me avergüenza, al contrario, soy una feminista liberal que cree en la igualdad de oportunidades y cree que tiene que hacerse sin exclusiones. Tiene que ser una igualdad entre hombres y mujeres unidos, luchando por avanzar en los derechos de las mujeres.

¿Existe la violencia machista, en su opinión?

Fui en el año 2004 ponente de la ley de Violencia de Género. Luché durante 11 años para que los menores fueran reconocidos como víctimas directas de esta violencia y lo conseguí como secretaria de Estado en 2015. Hoy nadie duda de la violencia vicaria. En aquel momento, la izquierda no apoyó esa ley porque creían que había que fijarse solo en las mujeres. Como presidenta de la comisión de Igualdad del Senado impulsé el Pacto de Estado contra la Violencia de Género... Tengo un aval y una experiencia. Mi compromiso va mucho más allá de las palabras.

¿Qué nos ha pasado como sociedad para que una parte importante descrea en este momento de la violencia machista?

Hay que hacer mucha pedagogía respecto a la violencia de género y la igualdad. Los extremos siempre hacen mucho daño y el Gobierno de la nación no ha favorecido. Ha habido un retroceso con la ley del ‘solo sí es sí’, pero también con otras políticas que han provocado el rechazo de una parte de la sociedad. Hay que explicar qué es la violencia de género. La frase que enmarcó un delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, del PSOE, Miguel Lorente, y que me quedo es ‘la maté porque era mía’. Eso explica qué es. Existen otras violencias, pero por supuesto que existe la de género.

¿Hará pedagogía con sus socios de gobierno?

Hay que hacer pedagogía con la sociedad, con todo el mundo. Se ha intentado hacer demasiado sectarismo y demasiada ideología. Parece que de la igualdad solo pueden hablar unos. Yo me siento absolutamente legitimada: llevo 30 años en estas cuestiones.

¿Por qué no incluyeron en el pacto de gobierno una mención explícita a la violencia de género?

No nos tenemos que quedar con las anécdotas, sino con las acciones de gobierno. Cuando el presidente decide hacer una vicepresidencia segunda y pone al frente a una persona con experiencia y una trayectoria clara en la materia, está dando una muestra firme de por dónde quiere ir. Y cuando se hace una estructura con una secretaría autonómica ordenada, porque había un batiburrillo de direcciones generales, es un mensaje claro.

¿Prioritaria entonces la lucha contra la violencia machista?

Evidentemente. Esta acción de Gobierno va a ser prioritaria y clara.

¿Qué le diría una víctima que puede desconfiar al ver en el Gobierno a unas personas que no creen en lo que le está pasando?

A una víctima y al resto de la sociedad les diría que nos fijemos en las acciones que vamos a llevar. Y segundo, las políticas de violencia de género tienen que salir del debate partidista. Me preocupa mucho que se utilice a las víctimas en este rifirrafe. Necesitan tranquilidad y confianza. Pido seriedad y altura de miras. Voy a estar permanentemente con las asociaciones, y también con la mano tendida y la puerta abierta a los grupos parlamentarios para llegar a consensos en esta materia. Me gustaría que consiguiéramos sacar del debate el apoyo a las víctimas.

¿De quién va a depender la atención a las víctimas? ¿De usted o de Justicia?

Depende de esta conselleria. Por eso hemos hecho un comisionado, para darle una imagen y una fortaleza que creo que requiere. Y sobre el hecho de que sea un hombre [Felipe del Baño]: aquí no valen sectarismos ni exclusiones: o todos peleamos, hombres y mujeres. o no vamos a conseguir erradicar esta lacra social.

¿Le preocupa que los juzgados de violencia de género dependan de otra conselleria?

No. Este Gobierno está absolutamente coordinado. En los pocos días que llevamos, me he coordinado con la consellera de Justicia en innumerables temas, también en algunos que tienen que ver con esta cuestión. Es una acción única de Gobierno y la relación personal es magnífica.

¿Va a eliminar el Institut de les Dones?

En ningún caso.

¿Entonces, qué ha pasado?

Se va a ver en el decreto de estructura de forma inmediata. Ha habido una omisión en la redacción. Se va a quedar exactamente como existía, pero con mejor gestión, porque el problema no es de denominación sino de gestión.

¿Cómo ha encontrado el departamento? Lo habitual es denostar lo que se recibe.

No quiero hacer críticas vacías de contenido. Respeto el trabajo hecho. Hay desorganización y caos, además de facturas en los cajones según la primera impresión, pero me sirve de poco mirar atrás. Hay mucho que mejorar y con esto lo digo todo. Hay que hacer un cambio de forma y de fondo. De fondo, porque hay que sacar ideología y sectarismo, que es lo que ha primado en los últimos años, y guerra interna. La igualdad no tiene que tener ideología. Respecto a la forma, una prioridad va a ser una ley del tercer sector, porque hay que dar valor al trabajo de las entidades sociales. Son colaboradoras necesarias de la Administración, que no puede llegar a la última persona vulnerable.

¿Eso no es trasladar la responsabilidad de la atención social a los colectivos de voluntariado?

No, es colaborar. Así se quieren sentir, partícipes del proyecto. La responsabilidad es de la Administración. Lo que quiero es que me ayuden a llegar a la última persona. No voy a tomar ninguna decisión sin antes haber escuchado al sector.

¿Va a construir residencias públicas para mayores?

Creo en la colaboración público-privada para llegar a todo el mundo, pero no estamos en ese punto, estamos en ver qué se ha hecho con una auditoría general y a partir de ahí decidiremos.

¿Qué va a pasar con el Plan Convivint?

Lo mismo. Vamos a ver en qué punto está. No pretendo una enmienda a la totalidad, pretendo quedarme con lo que funcione y cambiar lo que no funcione.

¿Se va a apoyar más en el sector privado o apuesta por la gestión pública de los recursos?

Me voy a apoyar en quien pueda ayudarnos a gestionar mejor. Busco la eficiencia y la eficacia. Me voy a apoyar en los fondos europeos, que sé que hay mucho fondo que traer y que está por repartir. Los fondos europeos se van a convertir en una prioridad.

¿El dinero de la dependencia es también una prioridad: conseguir que el Gobierno aumente la dotación hasta lo fijado en la ley?

He estado en el otro lado y ya en el ministerio decía que es una ley voluntariosa, pero mal concebida. Ya peleaba por cambiar el sistema de financiación y pelearemos ahora en las conferencias sectoriales en Madrid. Pero también requiere buena gestión, que no haya listas de espera y que los dependientes tengan un reconocimiento lo antes posible.

El Botànic no deja muchos expedientes en espera en comparación con los de 2015, ¿no?

Es que no quiero mirar a la prehistoria. Quiero mirar hacia adelante. Para llegar más lejos, para que haya menos listas de espera y el tiempo de resolución de expedientes se reduzca. No quiero hacer críticas vacías de contenido.

¿El equipo de menores lo va a cambiar o va a esperar a ver qué sucede judicialmente con el caso Oltra?

No les conozco suficientemente. Me da mucha pena que esta consellería haya sido conocida en los últimos tiempos solo por lo negativo y por el caso de la menor agredida. Se merece ser conocida por una gestión eficaz. Una manzana podrida no va a hacer que desviemos el foco. El tema de menores necesita una revisión a fondo.

Todos apoyan el acogimiento familiar de menores, pero se acaba imponiendo la solución residencial. ¿Lo va a intentar?

Un menor no tiene que estar en una residencia, tiene que ser la última solución. Hay que apostar por el acogimiento y la adopción y regular adecuadamente ambas situaciones. Hay muchos menores esperando una familia de acogida y muchas familias esperando un menor, lo único que hay que hacer es conciliarlos.

¿La duplicidad entre renta valenciana de inclusión e ingreso mínimo vital del Estado se va a mantener o quiere unificarlas?

De momento vamos a ver cómo está la gestión de cada una. No voy a entrar a contestar a fondo porque seguro que lo haría mal.

¿Los okupas son delincuentes?

En vivienda, que es un reto, lo que me preocupa es ser capaz de construir esas 10.000 viviendas a las que nos hemos comprometido. Y me preocupan los jóvenes, cómo ayudamos al alquiler o a la compra de vivienda para emanciparse. Lo hilo con el reto demográfico. Tenemos un problema real de pirámide poblacional invertida: cada vez vivimos más y cada vez nacen menos niños. Ya se ha dicho a nivel nacional lo que opinamos de los okupas, mi prioridad está aquí y hay otros departamentos que se tendrán que dedicar a otras cuestiones.

Interior y seguridad, ¿no? Al final se acaba hablando mucho de okupas y hay 9.000 familias con procesos de desahucio abiertos.

En vivienda, hay mucho dinero europeo para construcción y rehabilitación. Es prioritario y es una de las de las primeras actuaciones que le hemos encargado al secretario autonómico de Vivienda.

Hay medio millón de viviendas vacías en la C. Valenciana. ¿Mantiene la idea del Gobierno anterior de sancionar a quien tiene un número de viviendas vacías?

Sancionar me gusta poco. Soy bastante más liberal. Quiero dar respuesta a las personas que necesitan una solución habitacional, pero es mi responsabilidad, no la del resto.

¿Y comprar promociones con fórmulas de tanteo y retracto?

Vamos a ver. Tampoco esta consellera sabe de todo en la primera semana y no quiero aterrizar y dar soluciones rápidas a problemas muy complejos.

¿Ha tenido la sensación de que es una conselleria que quema?

No. Es un reto apasionante y exigente. Me va a poner en forma porque se duermen pocas horas y se está permanentemente en tensión.

¿Le molesta la etiqueta de zaplanista?

No me molesta ninguna etiqueta y estoy muy orgullosa de toda mi trayectoria. Tuve la oportunidad en 1995, con 25 años, de entrar en las Corts. Siempre estaré agradecida por ello a Eduardo Zaplana, pero luego he trabajado con Aznar como diputada, siempre agradeceré a Rajoy y a sus ministros la oportunidad de ser secretaria de Estado, y he trabajado con Alberto Fabra, Paco Camps y ahora con Carlos Mazón. Para mí es un broche de oro.

¿Este es un Gobierno zaplanista?

Me parece muy simplista llegar a esa conclusión. Le tengo mucho cariño, pero qué lo diga Ximo Puig, que lleva 40 años cobrando de distintos cargos públicos. Es un Gobierno de gente con experiencia, fiable y con formación, y si tienen experiencia han gobernado con los equipos anteriores. Se me cae la baba de que tengamos unos responsables del Gobierno tan preparados como los que se están uniendo en este Consell.

¿En estos días de contacto con los socios de Vox, ha visto muchas diferencias de discursos y estrategias?

Llevamos pocas reuniones del Consell, pero la relación es magnífica en lo personal y hay una cohesión en el Gobierno. Todas las decisiones no han tenido ni una alegación. Somos un único Gobierno que trabajamos de la mano. Conozco a Vicente Barrera desde la universidad y tengo una magnífica relación con él, también con la consellera de Justicia. Estos días nos ha tocado vivir situaciones complicadas, no públicas, y nos hemos coordinado perfectamente. Hay mucho ruido, pero vamos a demostrar que este es un Gobierno compacto.

¿Feliz de no tener que sentarse en el Consell con un condenado por violencia machista?

Absolutamente feliz de con quien me estoy sentando. Y convencida de que el gobierno es el mejor que pueden tener los valencianos y el mejor que han tenido en los últimos años.