De la irrelevancia a marcar la agenda

La anhelada reforma de la financiación autonómica pasa a vertebrar el debate público en España por la necesidad de acuerdos con Cataluña

Los diez años de olvido invitan al escepticismo, pero la AVL también nació de una coyuntura similar

Jordi Pujol y Eduardo Zaplana dialogan en un coche en un encuentro en el año 2000.

Jordi Pujol y Eduardo Zaplana dialogan en un coche en un encuentro en el año 2000. / EFE/JAUME IGNES

Alfons Garcia

Alfons Garcia

Pasó la campaña de las elecciones generales, pasaron los grandes mítines y pasaron los debates y caras a caras. Pasaron los comicios y la reforma de la financiación autonómica pasó desapercibida. Pero se ha convertido estos días en el eje de un posible acuerdo de investidura, para el que nacionalistas y vascos son la clave de bóveda, lo que ha hecho que la cuestión territorial haya ganado puestos en la agenda política española.

Pasaron las elecciones del 23 de julio y el modelo de país no estuvo sobre la mesa. Hoy se habla, en cambio, de avances federales y de la posibilidad de que las lenguas cooficiales estén en el Congreso de los Diputados, algo que ha fracasado cada vez que se ha intentado.

Pasó el gran cara a cara entre los dos candidatos a estar en la Moncloa, Pedro Sánchez (PSOE) y Alberto Núñez Feijóo (PP), y la financiación autonómica no tuvo ni un segundo de gloria. Ambos llevaban la reforma del sistema en los programas de sus partidos, pero no tan importante como para ser citada como proyecto relevante de los próximos años. Ahora, llevamos tres días con la financiación autonómica en el ojo del huracán e incluso ya se habla de soluciones a la deuda histórica, el melón que siempre quedaba en un plano oscuro, porque sobre la reforma hay consenso en la teoría (sobre su necesidad) pero nunca en la práctica desde 2014, cuando caducó el modelo actual.

Mítines centrales

Pasaron los mítines centrales en la Comunitat Valenciana y en los del PSOE, Pedro Sánchez pasó de largo por el proceloso asunto de una financiación más justa. Núñez Feijóo, desde el lado más cómodo de la oposición, sí se refirió a que esta tierra es la que más le preocupa por su situación económica.

Los socialistas son los que ahora han puesto sobre la mesa pública un nuevo sistema de reparto de recursos del Estado a las autonomías porque les permite una vía de acercamiento a Esquerra Republicana y Junts, a los que necesita para una investidura de Sánchez. Es una solución táctica importante, ya que permite poner el foco en cuestiones que encajan en el marco constitucional y no en conceptos como autodeterminación o en propuestas de referéndum sobre el enganche de Cataluña a España

Los diez años sin arreglo en pos de una financiación territorial más justa invitan al escepticismo con una solución ahora, aunque llene gruesos titulares de tinta. No obstante, existe experiencia sobre avances en problemas locales a partir de necesidades aritméticas en el Congreso de los Diputados

Conflicto lingüístico

El más evidente es el del conflicto lingüístico valenciano, que registró un paso importante con la gestación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). El entonces president de la Generalitat Eduardo Zaplana se vio forzado por José María Aznar a entablar contactos con el entonces todopoderoso líder catalán Jordi Pujol (y de sus enviados) en busca de una fórmula que rebajara la calentura sobre la cuestión de la lengua, su identidad y su nombre: aquello acabó siendo la Acadèmia. Aznar necesitaba los votos de CiUpara afianzar en 1996 su primera mayoría parlamentaria.

Quién sabe si la financiación autonómica puede verse beneficiada de la coyuntura actual. Aunque en este caso, la solución de verdad requiere de mayorías amplias, entre territorios y en el Congreso, lo que implica también al PP. Pero siempre será más fácil que explorar los caminos de la autodeterminación y la claridad.

Carlos Mazón y Jorge Rodríguez.

Carlos Mazón y Jorge Rodríguez. / GERMÁN CABALLERO

Operación Rodríguez

El jefe del Consell, Carlos Mazón, realiza hoy una visita institucional a Ontinyent. Después de los encuentros con los alcaldes de las capitales de provincia y de un encuentro con el de Borriana (los cuatro, del PP) por el Arenal Sound, la primera visita municipalista es a Jorge Rodríguez. Es un gesto. Tiene un valor simbólico después de que el voto de la diputada de Ens Uneix haya dado la presidencia de la Diputación de Valencia al PP. se puede interpretar también como una manera de pedir disculpas por el trato recibido tras la absolución del alcalde de Ontinyent en el caso Alquería, donde los ‘populares’ le pedían ocho años de cárcel. Como el partido de la Vall d’Albaida tiene aspiraciones de crecimiento en otras comarcas, los movimientos de Mazón y el PP con Rodríguez (hasta dónde lleguen) pueden tener un peso político porque un crecimiento de Ens Uneix ayudaría a dividir a la izquierda. 

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