Simplemente Libia

Mapa mundi trágico que refleja la percepción de la tragedia en función de donde ocurra.

Mapa mundi trágico que refleja la percepción de la tragedia en función de donde ocurra. / Cinismoilustrado.com

Enrique Moltó

A las pocas horas de producirse el evento devastador de Libia mi colega Iván García, del grupo de whatsapp Meteo de Alicante, empezó a pasar noticias del twitter «Alerta News 24 en X». En ellas pronto se empezaba a hablar de cifras de fallecidos que superaban las del reciente terremoto de Marruecos, y pronto las cifras se disparaban aún más, y siguen haciéndolo hasta las 20.000, aunque no se trata aquí de establecer ningún tipo de desafortunada competición. Paralelamente, los medios generalistas en radio y televisión no hablaban de este desastre o lo hacían mínimamente y, yo, lo reconozco, no daba crédito. 

En las clases de Riesgos Naturales en los Mass Media y en la Red del Máster de Planificación y Gestión de Riesgos Naturales, les pongo a los alumnos un mapa del mundo en el que los países son clasificados según su relevancia mediática ante, por ejemplo, eventos como estos. No tiene nada que ver con su cercanía física a nuestro país, sino con su cercanía en el conocimiento de lo que pasa en ellos. En este caso, el número de muertos para salir en las noticias es inversamente proporcional a lo «conocido» que es un país. Sin olvidar que la borrasca mediterránea Daniel, con algunos tintes de ciclón subtropical, que no ciclón tropical, dejó lluvias que pudieron superar los 400 mm, aunque no sé si eso lo podremos saber con seguridad, y teniendo claro que eso ya puede causar muchas víctimas en un país con la elevada vulnerabilidad de Libia, lo que ha provocado el desastre no han sido las lluvias. 

El hecho de que un inmenso cauce seco en Derna, que acababa en un delta, haya sido desviado hacia una zona densamente poblada y que tuviera dos presas sin mantener fue un factor decisivo para que un alud de agua, lodo y todo tipo de materiales asolara esta ciudad, en la que sus habitantes fueron sorprendidos sin ningún tipo de aviso. El mismo peligro natural, Daniel, dejó lluvias superiores en Grecia, pero la diferencia entre ambos países fue la vulnerabilidad ante este tipo de eventos. Occidente intervino ayudando a derrocar a Gadafi y dejó a Libia abandonada a su suerte dividida en varios reinos de taifas y estos no fueron capaces de ocuparse de «cosas menores» como el mantenimiento de estas presas. Por cierto, la mera existencia de estas presas en medio de un cauce casi siempre seco, como pasa también en algunos lugares de España, debe hacer pensar que estaban ahí porque este tipo de avenidas pueden pasar de vez en cuando.