El verano se alarga hasta octubre con 31 ºC

La playa de la Malva-rosa es hoy más europea que valenciana: italianos, franceses, alemanes e ingleses disfrutaban de un verano que se alarga más de la cuenta. Con 32 grados el 1 de octubre, pasar el día en la playa se parece a un viaje en el tiempo al pleno mes de agosto.

El veranillo de San Miguel ha traído temperaturas elevadas que han permitido el baño de nuevo, en un Mediterráneo caliente que al margen del por qué y sus consecuencias, los ciudadanos no han obviado. Los restaurantes han colgado el cartel de completo, con una o dos mesas libres para los más rezagados que llegaban sin reserva.

En el caso de Tridente, el maître Pablo Pérez explica que el mes de septiembre ha sido muy fuerte. "Normalmente se produce un bajón en la segunda quincena de septiembre, pero no ha sucedido este año pese a algunas lluvias que se han producido. Este tiempo hace que estemos a tope, y los fines de semana estamos completos", explica.

Entre semana asegura que es el visitante extranjero el que ocupa las terrazas, mientras que los fines de semana el turismo nacional y los locales se apresuran en reservar y disfrutar de una comida en primera línea de playa. El hotel también está completo: "Son las 11:30 de la mañana y seguimos recogiendo desayunos", dice.

El restaurante vecino, la Pepica, está en las mismas: "La ocupación es alta para la fecha que es, pero últimamente está pasando casi cada año, que el verano se alarga hasta el puente del 12 de octubre y ahí ya notamos que empieza a bajar la afluencia", dice Pascual Sánchez, subdirector del restaurante. Es esa fecha un límite casi psicológico, ya que los visitantes ya no piden entonces la playa, haga o no buena temperatura. Hoy, los tres turnos con los que trabaja la Pepica para sus comensales, estaban reservados.

En las tiendas contiguas a los restaurantes hay un trajín de turistas entrando y saliendo. El encargado de un establecimiento, Iván Sendarrubio, dice que ha habido "seis meses de verano, desde abril hasta ahora". "En comparación con verano sí que ha bajado la afluencia de personas, pero sigue siendo muy elevada", señala, y añade que las temperaturas disuaden a los visitantes de comprar "porque ya tenemos en las tiendas la ropa de otoño". "Entre semana viene mucha gente de los cruceros, y en fin de semana hay mucho local que viene a pasar el día", concluye.

Precisamente dos grandes buques han atracado en València: el Queen Elizabeth II y el Costa Firenze que desembarcaron a los miles de pasajeros en la ciudad. Algunos de ellos se quedaron en el paseo marítimo, ataviados con sus audioguías pero disfrutando del día de playa.

Ligero descenso el lunes

Estas altas temperaturas tanto del sábado como del domingo no serán ya significativas mañana. Se mantendrán elevadas, pero en valores que se quedarán por debajo de los 30 grados en la costa. Se espera que en València se registren 29, igual que en Alicante, mientras Castelló serán 28 grados. Sin embargo, en el interior se mantendrá el calor seco y los termómetros se dispararán a los 32 en Llíria o 31 en Utiel y Ademuz.