Lorena Martínez: "La ley de bienestar animal debe recoger ya las necesidades de los perros de caza"

La presidenta de la Federación Caza de la Comunitat Valenciana persigue el reconocimiento de la caza como «única herramienta eficaz» para reducir los daños causados por la fauna silvestre. A nivel social y también institucional. Con la temporada general a punto de arrancar este 12 de octubre señala que la situación ambiental, con sequía e incendios, condicionan cada año más la actividad cinegética

La presidenta de la Federación Caza de la Comunitat Valenciana, Lorena Martínez

La presidenta de la Federación Caza de la Comunitat Valenciana, Lorena Martínez / Germán Caballero

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

Lorena Martínez Frígols (Enguera, 1989) se marcó como una de las líneas estratégicas de su presidencia acabar con la «estigmatización» de la caza y luchar por su reconocimiento «como una actividad esencial». Un reto no menor. Como tampoco lo es el de lograr más apoyo de la Administración a sus reivindicaciones, o la visibilización de las mujeres en el sector cinegético. Con el cambio de gobierno en la Generalitat, el pasado mes de mayo, esta ingeniera de montes por la Universitat Politècnica espera que los compromisos arrancados a los partidos políticos antes de las elecciones se vayan cumpliendo. En ello anda.

La temporada comienza mañana ¿Qué previsiones tienen?

Cada campaña es diferente por el clima y la situación ambiental. Dependiendo del lugar se notan más los efectos de la sequía pero cada club tiene la capacidad de poder regular a nivel interno los cupos y días de actividad. El año pasado el calor afectó muchisimo y con el tema de los incendios tuvimos serios problemas. Este parece que va algo mejor. Los cazadores hacen lo que pueden para llevar comida y agua al monte, pero no es suficiente si el clima no acompaña.

En la etapa del Botànic reclamaban mayor respuesta a sus demandas, sobre todo por parte de Compromís. ¿Cómo les va ahora con la conselleria que dirige Salomé Pradas (PP)?

Si comparamos tiempo y atenciones, mejor. Hay más comunicación, pero falta aún una estructura definida sobre todo en la Dirección General de Medio Natural y Animal, que no está organizada. Eso hace que muchas cosas no se puedan trabajar como necesitamos. Echamos en falta una subdirección general (algo que reclamaban en el documento ‘Acuerdos por una Caza Viva’) y esos responsables que han de llevar durante estos cuatro años el tema de la caza. Necesitamos direcciones territoriales que agilicen el desarrollo de la actividad y su funcionalidad como herramienta de gestión. Con la Conselleria de Agricultura la primera toma de contacto ha sido también muy buena.

Lorena Martínez, durante la entrevista con Levante-EMV

Lorena Martínez, durante la entrevista con Levante-EMV / Germán Caballero

La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat incorpora varias modificaciones a la Ley de Caza. ¿Satisfechos?

Esas peticiones vienen de las alegaciones que hemos estado haciendo en los últimos ocho años en los consejos de caza. Agradecemos que ahora se lleven a término.

El dogo argentino parece que se va a incorporar definitivamente y además en una proporción de uno cada cinco, no de uno a diez como se anunció en la época del Botànic.

Aquello nunca salió adelante porque las Corts no lo aprobaron. Es una demanda de nuestros realeros el poder utilizar esa opción, en función del terreno, el tipo de poblaciones o de perros que utiliza. Estamos trabajando para que salga adelante.

No están de acuerdo con muchas cosas del plan de control del jabalí que presentó la anterior Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica.

Hay muchas cosas que hay que revisar, pero sobre se ha de hacer de la mano del sector de la caza.

¿Qué reclaman en concreto?

Poder cebar en las esperas del jabalí, que estaba prohibido de marzo a septiembre y es necesario para poder reducir poblaciones. También que haya una descarga a nivel económico de los cotos que tienen esa sobrepoblación. No se puede estar cazando y pagando por hacer esa actividad. Necesitamos, sobre todo, dar también salida a esa carne de caza.

Igual mucha gente se pregunta si esa carne es de fiar, como estamos acostumbrados a que todo proceda de las granjas.

Sí (rotundo), es la más saludable. Si la carne de caza no fuera buena no quedaría ni un cazador en la Comunitat Valenciana, porque todos comen lo que cazan. Es verdad que la de jabalí se ha de analizar previamente por el tema de la triquina, una bacteria que en otras autonomías ha dado problemas con su ingesta. Necesitamos más puntos habilitados para esos análisis y un abaratamiento de los costes que comportan. El no saber qué hacer con esos animales es lo que frena que no salgamos más, porque en la mente de un cazador no cabe que las piezas se queden en el monte.

Acaba de entrar en vigor la Ley de Bienestar Animal nacional ¿Cómo quedan los perros de caza?

A nivel estatal los perros de caza no están incluidos y se delegan esas competencias en las leyes autonómicas. La Comunitat Valenciana aprobó una normativa propia en marzo sabiendo que tenía muchas incompatibilidades con la nacional y aún así salió adelante. La federación valenciana batalló mucho entonces para que se reconocieran aspectos de nuestros perros que no son los típicos de las mascotas que están en casa. En la campaña electoral además se trabajó en el programa ‘Acuerdos por una Caza Viva’ para que tuvieran un estatuto que regulase las cuestiones específicas, sus particularidades etológicas. Que se refuerce la legitimidad de la cría y la tenencia. Necesitamos ver esos cambios ya, y una Ley de Bienestar Animal que contemple las necesidades de los perros de caza. La temporada empieza y hemos de salir al monte seguros.

¿A qué se refiere?

Hay situaciones que tienen que quedar muy claras. Un perro de caza va suelto por la montaña, pero la gente que va de paseo o senderismo no puede llevar a sus mascotas sin correa. Es un peligro para las especies del medio natural, por ejemplo en época de nidificación de la perdiz, pero también si se encuentran con nuestros canes porque puede haber un enfrentamiento. Insisto, lo que esperamos es que se tenga en cuenta al sector. No se puede legislar dejándonos de lado. Necesitamos seguridad jurídica.

Lorena Martínez junto al director de Levante-EMV, José Luis Valencia

Lorena Martínez junto al director de Levante-EMV, José Luis Valencia / Germán Caballero

¿Más demandas?

Tenemos 999 cotos de caza en el territorio valenciano y cada uno ha de presentar su memoria, modificar los planes técnicos, pedir autorizaciones para ganchos y batidas... Que haya secciones de caza a nivel territorial. Si no hay personal hay un bloqueo y muchas cosas quedan atascadas. Existe un compromiso político de destinar más técnicos.

¿Qué actividad económica es capaz de generar la caza?

Mucha. Desde el típico bar de pueblo que a las seis de la mañana ya está con los desayunos el día de batida, hasta las armerías locales o el sector del textil. Hay que facilitar los trámites y agilizar todo el sistema que sostiene la caza. Insisto, es algo necesario para el control de la fauna silvestre, que cada vez se acerca más a los núcleos urbanos con graves problemas de accidentes de tráfico o daños al campo.

La caída de licencias no cesa a nivel nacional y autonómico.

Ha habido un descenso pero se está manteniendo constante. Muchas de las actividades del mundo rural como el pastoreo, la agricultura o la caza han decaído porque la gente ya no vive en el campo y la sociedad ha cambiado. La caza, además, se ha de vivir desde pequeño.

¿Va ganando peso la mujer en el mundo de la caza?

Ya hay presidentas de clubs. Como veníamos de un nivel tan bajito a poco que se gana se nota, pero lo estamos comprobando cuando vienen a examinarse para el curso de la licencia. Un 20 % ya son mujeres, cuando antes no llegábamos ni siquiera al 5 %.