Crecen la colaboración y las donaciones al pueblo palestino en València

El conflicto con Israel incrementa la ayuda que recibe el Comité de Apoyo al Pueblo Palestino, que lleva ayuda de emergencia a Gaza

Tres asociaciones convocan una gran manifestación mañana por la tarde

«Islam ha podido ir al sur, pero hay que sacarles de allí», dice el hermano de la médica valenciana

Dos voluntarios del Comité de Apoyo al Pueblo Palestino de València en Gaza, hace unos días.

Dos voluntarios del Comité de Apoyo al Pueblo Palestino de València en Gaza, hace unos días. / L-EMV

Amparo Soria

Amparo Soria

La Fundación Comité de Apoyo al Pueblo Palestino (CAAP) de València está desbordada ante la atención social y mediática que recibe, lamentablemente, en esta última semana. La asociación, una de las tres que vela por ayudar a la sociedad palestina desde València, está recibiendo «muchísima colaboración de la gente y un incremento notable de las donaciones económicas para ayudar a los que viven en Gaza», dice su presidente, Nasser Younis Salim Salim

Es una buena noticia en un contexto de desastre absoluto para sus familiares y amigos que viven en la Franja de Gaza que Israel bombardea sin descanso. Salim reconoce que las llamadas de apoyo recibidas en la asociación por parte de los valencianos son constantes, y ahora tienen el reto de ver cómo pueden hacer llegar a Gaza las donaciones económicas recibidas, ya que en estos momentos todo está bloqueado. 

De hecho, buena parte de su misión principal es el envío de ayuda humanitaria y de emergencia al terreno, donde una red de 20 voluntarios del CAAP organizan, gestionan y distribuyen la mercancía por todo el territorio. «Ahora no está entrando nada, está todo bloqueado desde hace días», lamenta Salim. Sin embargo, ahora es cuando más falta hace, «porque han cortado la luz, el agua y la comida no entra», dice Salim, quien explica que uno de los voluntarios murió en el último enfrentamiento en julio de 2014.

La presión del gobierno israelí aumenta cada día tras el ultimátum de entrar por la vía terrestre a la Franja, obligando a la población a desplazarse hacia el sur. «Nuestros contactos allí no se han movido, cada vez que han salido han bombardeado las calles, no hay escapatoria, es un genocidio en toda regla», dice Salim. «Hay familias que han sido borradas por completo, ya no existen», lamenta. 

El movimiento que Israel busca en los gazatíes, desplazarse hacia el sur, es complejo porque en esta región no hay tanta zona urbanizada y las posibilidades de refugiarse son escasas. Además, la franja tiene una población de 2,2 millones de habitantes, y ya es el territorio con mayor densidad de población de todo el mundo, por lo que condensar a toda la población en una zona es prácticamente inviable. La otra opción, abandonar la Franja, es imposible «ya que los dos ‘checkpoints’ de entrada o salida están cerrados», recuerda Salim. 

Uno de ellos entrega una caja con alimentación a un gazatí.

Uno de ellos entrega una caja con alimentación a un gazatí. / L-EMV

Para poder visibilizar esta situación de extrema emergencia, tanto CAAP como la Comunidad Palestina de València, el movimiento de la juventud palestina Al-Yudur. y BDS del País Valencià han organizado para mañana martes una concentración a las siete de la tarde en la Plaza del Ayuntamiento de València, como ya hicieron el martes pasado. Para Salim, «tenemos que llamar la atención de lo que está pasando, ya que en países como Inglaterra o Italia se han prohibido estas manifestaciones». «España siempre ha apoyado las reivindicaciones palestinas, y queremos denunciar públicamente lo que está pasando, más allá de las noticias que califican esto de guerra, cuando no lo es: es el pueblo palestino enfrentándose al cuarto ejército más poderoso del mundo, es un genocidio», lamenta el presidente de la fundación valenciana. 

«Islam ha podido ir al sur, pero hay que sacarles de allí»

Los hermanos Hamdan han sido testigos directos de los bombardeos israelíes sobre Gaza. Tamer pudo salir antes de que se iniciaran las tensiones, pero Islam se quedó allí con sus dos hijos y su marido. Hace unos días pidió en este diario ser evacuada por parte de la embajada. Ayer, su hermano Tamer explicó que Islam ha podido trasladarse al sur de la Franja, acogida por unos amigos. Sin embargo, «no podemos estar tranquilos, no hay una amenaza tan inminente pero los bombardeos se producen en todo el territorio», dice Tamer. Pide a las autoridades que firmen una tregua y al Gobierno de España «que los saque de allí, que son españoles, que evacuen a la población extranjera», dice. Explica que hace unos días Islam no podía moverse porque no había dónde ir y los bombardeos eran constantes, como ella misma explicó a Levante-EMV. A.S. València