La defensa de Camps acusa a la Fiscalía de perseguirlo con «obsesión psicopatológica» y pide su absolución

El último juicio de la trama valenciana de la Gürtel queda visto para sentencia tras 45 sesiones distribuidas en 9 meses

Una directiva de Orange Market pide perdón por las irregularidades

Camps en su turno de última palabra, en el último juicio de la Gürtel valenciana.

Camps en su turno de última palabra, en el último juicio de la Gürtel valenciana. / L. B. B.

El último juicio de la trama valenciana de la Gürtel en el que se han sentado en el banquillo el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y veinticinco personas más quedó ayer visto para sentencia tras 45 sesiones distribuidas, de forma intermitente, en ocho meses de vistas interrumpidas por incidentes variopintos

Aunque antes de finalizar, el abogado de Camps, Pablo Delgado, presentó su informe final durante casi dos horas para pedir la absolución del exjefe del Consell. Y arremeter, como suele ser habitual, contra la Fiscalía Anticorrupción por incluir al expresidente de la Generalitat en «este juicio mediático, por la obsesión psicopatológica, inmisericorde y un interés desbordado por acusar a mi defendido en los últimos años que bordea los límites de la Lecrim y el Estatuto Fiscal. ¿Quién controla a la Fiscalía?», acusó públicamente el letrado de Camps durante su informe en tono exaltado. «Venimos a pedir custodia y justicia», aseguró al inicio de su informe. 

El abogado del expresidente de la Generalitat lamentó la falta de consistencia y concreción de la acusación de la Fiscalía Anticorrupción contra Camps por el único contrato que no había prescrito para él y por el que se enfrenta a un año de cárcel por los presuntos delitos de tráfico de influencias y prevaricación.

El abogado de Camps, Pablo Delgado, durante su informe en la última sesión del juicio de la Gürtel valenciana.

El abogado de Camps, Pablo Delgado, durante su informe en la última sesión del juicio de la Gürtel valenciana. / L.B.B.

Se trata del estand de grandes proyectos de la Generalitat en Fitur 2009 y sobre el que la Fiscalía Anticorrupción acusa a Camps de haber influido en la entonces directora general de Promoción Institucional, Dora Ibars, para adjudicar el montaje a Orange Market. «No hay ningún miembro de la administración que haya recibido órdenes para contratar nada. Sólo cabe la influencia telepática o la influencia por aclamación, porque se hacía lo que podía gustar al presidente de la Generalitat», aseguró en tono irónico y teatralizando las respuestas el abogado Pablo Delgado.  

Llegada de la Gürtel en 1999

También se desmarcó la defensa de Camps de la llegada de la trama Gürtel a València, «que ya hacía actos en 1999» con Eduardo Zaplana al frente de la Generalitat, y la supuesta invitación al exdirector de Orange Market, Álvaro Pérez para que se desplazara a València. Aunque en el fondo no la ha negado. «A los valencianos no sale del alma invitar a la gente a vivir en València. Entiendo que a los de Cuenca y Teruel no, pero es que a nosotros sí, porque en València se vive muy bien», defendió. Incluso relató, como anécdota, que Camps llegó a invitar a València al fiscal Ignacio Stampa en un receso durante su declaración como investigado en la instrucción de esta causa

El letrado también dirigió sus dardos al responsable de la investigación de la Gürtel, el inspector de Policía Manuel Morocho, «diplomado en ciencia policial», ironizó. «Y que dice que lleva catorce años investigando esta causa, cuando seguir revisando supone realizar una investigación prospectiva. Motivo de nulidad», sentenció. 

Y también arremetió contra Álvaro Pérez, gerente de Orange Market y «amiguito del alma de Camps» y Ricardo Costa, exsecretrario general del PPCV. «Costa y Pérez hicieron una gira que, ni la de Lina Morgan, inculpando al señor Camps», aseguró sobre las declaraciones de ambos tras confesar los delitos y alcanzar sendos acuerdos con la Fiscalía Anticorrupción. «Aunque el Ministerio Fiscal en València no se los creyó y no los apoyó». Por último, Delgado calificó de «tipo honesto» y «hombre honrado» a Camps. «Eso, a lo mejor, no lo son otros que son amigos del señor Pérez», concluyó, en clara alusión al excolaborador de Camps, Ricardo Costa.

Antes de que quedara visto para sentencia, Francisco Camps hizo uso de su derecho a la última palabra para «agradecer al tribunal el trabajo de meses. Como ciudadano quedo a disposición de ustedes. Y quiero dar las gracias a la Audiencia Nacional, a los tres miembros del tribunal y a su presidente», aseguró en un tono mucho más comedido que el utilizado por su abogado y a pesar de que recusó a alguno de ellos antes del inicio del juicio.  

Del resto de veinticinco acusados, solo intervinieron ante el tribunal Isabel Jordán para «pedir perdón por haber cometido irregularidades que pensaba que eran normales. Pero no, son reprochables». Y mostró su disposición a seguir colaborando en las piezas que quedan por enjuiciarse. Y también la funcionaria Patricia Callaghan quien aseguró: «Soy inocente y he seguido siempre la ley en 34 años de funcionaria»

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