"Está muy bien que la iglesia se abra a las nuevas realidades sociales"

Más de 8.000 personas se reunieron ayer en València para celebrar el 40 aniversario de los Juniors Movimiento Diocesano

El campo de fútbol del Levante acogió la misa por los 40 años de los Juniors

El campo de fútbol del Levante acogió la misa por los 40 años de los Juniors / Fernando Bustamante

Abraham Pérez

Abraham Pérez

«Hay que romper con la falsa creencia de que los creyentes pensamos en blanco y negro. En la iglesia hay gays, lesbianas, transexuales, gente de izquierdas y de derechas...». Así de tajante se mostraba Miguel López, un joven de Alcoi que ayer se acercó a los alrededores del estadio de fútbol Ciutat de València para celebrar el 40 aniversario de los Juniors Movimiento Diocesano en un evento que reunió a más de 8.000 personas según la organización.

El ideario liberal promovido por el Papa Francisco, y que tantas críticas le ha generado desde los sectores más conservadores, se expande dentro de los feligreses, y no solo entre las nuevas generaciones. «Hay que adaptarse a los cambios porque la sociedad de ahora no es la misma que hace 40 años, por eso está bien que la iglesia se abra a las nuevas realidades sociales», explicaba Alfonso Andreu, un vecino de Alzira que acudió al multitudinario encuentro acompañado de su hija, quien le ha tomado el relevo como educadora de los juniors en una parroquia de la localidad.

Un vínculo que perdura

La jornada de ayer fue una demostración de que la fe cristiana sigue en buen estado de forma.También de que a pesar de los cambios tecnológicos y sociales, las nuevas generaciones continúan manteniendo un estrecho vínculo con la religión a través de las agrupaciones juveniles eclesiásticas, que llega a convertirse en «un estilo de vida». 

Así lo definían Virginia, Tomás y Carmela, tres colaboradores del grupo Shalom de Turís que llevan toda la vida asociados a este movimiento. «Empezamos siendo juniors, luego fuimos educadores y hoy venimos en calidad de padres para traer a nuestros hijos, que nos han tomado el testigo».

Una situación que se repetía en muchas familias que asistieron al aniversario del Movimiento Diocesano. «Cuando uno ha sido junior lo es para toda la vida, y quieres que tus hijos tengan la oportunidad de vivir estas vivencias que permiten desarrollar vínculos que perduran toda la vida», aseguraban Nicolás y Chelo al tiempo que recomendaban a las personas a unirse ya que «en un momento en el que todo es virtual este es un sitio ideal para fomentar las relaciones personales, hacer amigos y pasar tiempo con gente con la que compartes los mismos valores».

También es un buen lugar para aprenderlos, especialmente «esos que por cuestión de tiempo no se profundizan en el colegio, como la amistad y el compañerismo, y lo hacemos mediante juegos y dinámicas», aseguraba Virginia Cebrían, una voluntaria que a sus 24 años de edad lleva media vida vinculada a su grupo: «Mis padres ya eran juniors y se conocieron aquí. Yo conocí a mi pareja aquí, y me parece muy bonito que compartamos esa situación».

Más de 8.000 asistentes

Con motivo del aniversario, el Movimiento Diocesano organizó un macroevento en el que se congregaron más de 8.000 personas de más de 110 centros de Valencia y Alicante. La organización estuvo compuesta por más de 250 voluntarios, que velaron por el correcto funcionamiento del encuentro.

Desde primera hora de la mañana los asistentes compartieron sus vivencias y experiencias con miembros de otros grupos en los alrededores del Ciutat de València. Ya en el interior del estadio del Levante tuvieron lugar los actos de clausura, con una eucaristía celebrada por el Arzobispo de València, Enrique Benavent, y el obispo auxiliar, Arturo Ros, aunque el momento más emocionante se produjo instantes antes cuando un grupo de voluntarios porteó la imagen de la Virgen de los Desamparados hasta el altar provisional que se instaló en el recinto.

La alcaldesa de València, María José Català, acudió a la eucaristía que se celebró en el Ciutat de València

La alcaldesa de València, María José Català, acudió a la eucaristía que se celebró en el Ciutat de València / Fernando Bustamante

La alcaldesa de València, María José Catalá, y el director del Instituto Valenciano de la Juventud (IVAJ), Vicente Ripoll no quisieron perderse la celebración que culminó con el acto del 40 aniversario y la entrega del premio Sant Maure al padre Carlos Osorio por su trayectoria y compromiso.

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