Los grandes empresarios cargan contra la nueva legislatura

Los acuerdos para la amnistía de los independentistas y la investidura de Sánchez marcan el masivo acto empresarial en Madrid de reivindicación del corredor mediterráneo

Roig cree que el clima político de España no favorece a las empresas

Foto: F. Bustamante | Vídeo: Europa Press

Paula Blanco

Fue David Lucas, secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el encargado de dar la ‘buena nueva’ a los 1.800 asistentes del acto #QuieroCorredor en Madrid: «Pedro Sánchez ya ha sido elegido presidente del Gobierno». En los primeros segundos, un silencio sepulcral inundó el auditorio, pero la respuesta de los empresarios no se hizo esperar. Tras dos tímidos aplausos, los abucheos y silbidos se hicieron oír y fueron mayoría. La conductora del acto, Maribel Vilaplana, pidió respeto para el representante del Ministerio de Transportes para continuar la jornada. La investidura, que llegaba a la votación de los diputados, y la ley de amnistía recorrieron ayer el vestíbulo del Palacio Municipal de Congresos (Ifema) y el auditorio como un asistente más.

El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, reservó sus reflexiones sobre la política española para el inicio del acto. «Queremos denunciar la deriva destructiva y divisiva a la que se nos está sometiendo a la sociedad civil en general y a los empresarios en particular», sentenció durante su discurso. Boluda resaltó que los empresarios generan el 84,3 % del empleo, el 85,2 % del PIB y el 90,8 % de la inversión del país.

Boluda se muestra crítico con el pacto de Gobierno

Fernando Bustamante

En su opinión, ninguna de las decisiones de calado incluidas en los acuerdos de investidura fueron puestas encima de la mesa en el último periodo electoral, por lo que aprobarlas en este momento sería «una irresponsabilidad política y con consecuencias sociales de muy difícil reparación». Por ello, su solución pasa por «someter el pacto de investidura a una consulta a la ciudadanía», solo así el Gobierno conocería la opinión de la mayoría de ciudadanos sobre unos pactos que condicionarán toda la legislatura.

Otros empresarios, como Juan Roig, tampoco contuvieron su visión sobre la investidura que se estaba llevando a cabo en la capital. «Si el problema de España lo tuviéramos en Portugal, ralentizaríamos las inversiones», aseguró en línea con la decisión de Repsol de paralizar 1.500 millones en inversiones en España por el impuesto a las energéticas. El presidente de Mercadona echa de menos «tranquilidad» y tener «un marco de estabilidad para todo el país». En cambio, añadió, lo que se está consiguiendo es «una división entre los españoles nada buena».

Solo dos presidentes autonómicos hicieron presencia en el acto que reivindica la finalización de obras del corredor mediterráneo y los dos tuvieron palabras para la legislatura. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, calificaba el clima actual de «deplorable». «Ya está bien de las dos velocidades, de los privilegios para precisamente los que no cumplen», denunció.

Poco antes, el presidente del Gobierno de Murcia, Fernando López Miras, ponía de ejemplo el traspaso de Rodalies en Cataluña para subrayar la «desigualdad territorial» existente: «Todo lo que ha dejado de invertirse aquí es directamente proporcional a lo que se ha invertido en Cataluña».

Asimismo, López Miras declaraba salir «preocupado» de la investidura: «Nos enfrentamos a una legislatura nada positiva para el resto de los españoles, para aquellos que no somos independentistas y que no hemos cometido delitos como el de secesión», señaló.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, también del PP, como Mazón y López Miras, fue la única que se concentró en el tema que había congregado a los empresarios: «No podemos tolerar más retrasos en el caso de Valencia», sentenció y añadió que ponía a disposición de la administración estatal su capacidad de trabajo: «Si hoy es un día importante para la Comunitat, también lo es para toda España».