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A Vuelapluma

Silencios y acuerdos

La realidad política baja marcada por silencios que envuelven a Carlos Mazón y Ximo Puig, acuerdos (intentos, al menos) que indican modelos distintos en el PPy excesos que muestran la dificultad de pactos en estos tiempos recios

Silencios y acuerdos

Silencios. Isabel Díaz Ayuso, la gran diva del PP, abre su guerra del agua contra el Gobierno(una más) por los caudales del Tajo, el mismo río del que salen las aguas del demandado trasvase para regar la Vega Baja. Los socialistas manchegos, la comunidad más contraria al trasvase, animan a la megalíder madrileña a un frente común contra esta transferencia a la Comunitat Valenciana. El Consell (de PPy Vox) prefiere evitar el choque, alega que las exigencias de Ayusono afectan a embalses que intervienen en el trasvase al Segura. Tono bajo y comprensivo. ¿Hubiera sido igual si el recurso para aumentar el control de las aguas en la parte alta del Tajo fuera de una presidenta socialista? Los mimbres de la defensa de los intereses valencianos están marcados por los de partido. Es la norma en estos años de autonomía. En los hechos, sigue siendo así.

Más silencio. El PSOE designa a Juan Espadas portavoz en el Senado. Lo hace para fortalecerlo y darle visibilidad frente a Juanma Moreno, según la versión oficial. Para otros en el PSOE andaluz, se trata de facilitarle una salida y allanar un recambio de candidato. Cualquiera de esos dos argumentos hubieran sido igual de válidos para buscar un acomodo a Ximo Puig, pero Ferraz no habla del expresident. No actúa. Continúa el silencio y la espera.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al nuevo portavoz del grupo, Miguel Tellado.

Acuerdos. Moreno Bonilla sí pacta con el Gobierno de Sánchezuna salida alconflicto de Doñana. Afianza un modelo, el mismo día que Ayuso busca el choque y Núñez Feijóomueve piezas en su dirección para promover al belicoso (verbalmente) Miguel Tellado. Otros modelos. Entre esos tres vértices del triángulo bascula el PP de hoy.

Más acuerdos. Carlos Mazón intenta su acuerdo, a escala valenciana, para ir unidos a defender la agenda autonómica ante Moncloa. Sabe que el que propone pactos tiene las de ganar. Y sabe que es mejor estar que no estar: él lo hizo así, en contra de Isabel Bonig, en la plataforma por la financiación. Le ha fallado el momento. Hoy fracasa. Compromís no acudirá esta mañana. El PSPV irá con una delegación no de primer nivel. Nadie quiere la cercanía de Vox. Apesta políticamente. Más después de las protestas ante las sedes socialistas y los señalamientos. Los acuerdos requieren oportunidad, también trabajo previo, callado. Pero las alianzas hacen difícil atisbar una política unida.

Excesos. Feijóoda indicios del tono de los años que vienen al aupar a Tellado. Voxinsiste en las Corts, ahora con circunloquios, en calificar los pactos de Sánchezy la amnistía como golpe de Estado. Entre tanta hipérbole, los acuerdos transversales, los verdaderos, desaparecen. Así son estos tiempos.

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