La Comunitat Valenciana recibirá 15.254 millones del sistema de financiación en 2024, un 13,4 % más

La Comunitat Valenciana recibirá del sistema de financiación autonómica (SFA) 15.254 millones de euros durante el próximo ejercicio, un 13,4 % más que el año previo. La cifra ha sido trasladada por el Ejecutivo central a todos los gobiernos autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrado este lunes en Madrid, en el que también se ha oficializado el retorno de las reglas de gasto, con un déficit para los territorios que se ha fijado en el 0,1 % del PIB, tal como avanzó el Gobierno ante la Unión Europea.

Según ha informado la Conselleria de Hacienda, la Generalitat contará el próximo año con 12.555 millones de euros en concepto de entregas a cuenta y con 2.699 millones por la liquidación definitiva del ejercicio 2022. La Conselleria de Hacienda ha solicitado al Ministerio de Hacienda una aclaración sobre el cálculo de estas cantidades, al existir en el caso de la Comunitat Valenciana "una diferencia con las estimaciones de la Airef".

Cabe recordar que el Consell de Carlos Mazón tuvo que dibujar sus presupuestos autonómicos sin conocer los recursos que le llegarían del SFA, ya que por la interinidad del Gobierno no se convocó el CPFF, algo criticado por la Generalitat reiteradamente. Por eso, para calcular el apartado de ingresos la Generalitat se basó en el informe de la autoridad fiscal independiente, que calculó que la Comunitat Valenciana recibiría 15.517 millones por esta vía (12.798 millones por las entregas a cuenta y 2.719 por la liquidación).

Ahora, con las cifras del ministerio en la mano, se abre un agujero de 263 millones de euros para la Generalitat que además podría no ser el último. El déficit confirmado este lunes también provoca grietas en las primeras cuentas del Ejecutivo de Mazón. El Gobierno ha fijado el objetivo en un 0,1 % del PIB para 2024, una cifra que ya adelantó ante la Unión Europea y que obligaría a la Generalitat a acometer recortes por valor de casi 300 millones para ajustarse a esa senda de estabilidad.

El motivo de esos ajustes es que el Ejecutivo de Carlos Mazón incluyó en su ley de presupuestos autonómicos una desviación del 0,3 %, dos décimas por encima de lo comprometido por Moncloa ante Bruselas y que le permitían estirar algo los presupuestos. No fue un error sino un órdago, ya que el Consell conocía el plan de estabilidad enviado por el Gobierno a la UE y optó por lanzar un pulso al Ejecutivo, triplicando el desvío previsto.

La representante de la delegación valenciana en el cónclave, la consellera de Hacienda Ruth Merino, ha votado en contra de esas reglas fiscales, al igual que todas las autonomías controladas por el PP.