Entrevista | Matías Álvarez Fiscal de la Procuraduría de Narcocriminalidad de Argentina y coordinador de la Red de Fiscales Antidroga de Iberoamérica (RFAI)

"El narcotráfico es como un globo: si aprietas por un lado, saldrá por el otro"

El coordinador de la red iberoamericana de fiscalías antidroga defiende los equipos conjuntos de investigación transnacional para luchar contra las mafias de la cocaína a su mismo nivel

"La mirada ya no es solo hacia la incautación, sino hacia la desarticulación de las organizaciones criminales y la enajenación de su patrimonio"

Matías Álvarez, fiscal antidroga argentino y coordinador de la Red de Fiscalías Antidroga Iberoamericanas (RFAI)

Matías Álvarez, fiscal antidroga argentino y coordinador de la Red de Fiscalías Antidroga Iberoamericanas (RFAI) / Fernando Bustamante

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Matías Álvarez, fiscal antidroga en su país, Argentina, y coordinador de la Red de Fiscales Antidroga de Iberoamérica (RFAI), que coordinan de manera conjunta la Fiscalía Especial Antidrogas de España y la Procuraduría de Narcocriminalidad, es uno de los organizadores del encuentro anual mantenido esta semana por la RFAI en València. La red, que integra todas las fiscalías antidroga de Latinoamérica (salvo Cuba y Venezuela), España, Portugal y Andorra, nació en el año 2014 con el espíritu de "discutir y trabajar buenas prácticas entre los distintos países que la integran, pero a lo largo de los años, ha adquirido una parte operativa necesaria para abordar el narcotráfico como lo que es, un fenómeno transnacional”, explica Álvarez, para quien el reto ahora es abordar la lucha contra las organizaciones criminales le narcotráfico con sus mismas armas: la mirada transnacional. Los objetivos inmediatos: aumentar la operatividad de la red y la cooperación entre fiscalías que deriven en equipos conjuntos de investigación de los países afectados por cada operativa concreta para poder atacar al narco no solo en la incautación de su mercancía, sino, sobre todo, en cercenar su financiación, dejarles sin patrimonio, extinguir sus tentáculos y procurar "sentencias condenatorias justas".

P. La red busca ser cada vez más operativa. ¿Cómo se plasma eso en la práctica?

R. En tres herramientas o mecanismos. El primero, la transmisión de información. Por ejemplo, si yo encuentro un contenedor contaminado en Argentina que está destinado a España, avisaré al fiscal español para que este inicie una investigación aquí. Por eso los encuentros personales son fundamentales, porque después, cuando envías una información, sabes con quién estás hablando y qué va a hacer. En este terreno se requiere mucha confianza entre las personas. Ya no es que yo mando una carta a un lugar y no sé quién la recibe ni qué va a hacer; con esto, yo sé quién la va a recibir y qué va a hacer. Si necesito reforzar, hago una llamada y lo coordino operativamente con las policías de los dos países. Es importante porque cuando hablamos de narcotráfico o de narcocriminalidad estamos hablando de algo eminentemente transnacional: si hay un contenedor viajando desde cualquier país iberoamericano a España es porque hay una una organización que está funcionando en ese país y otra que está funcionando en España. Muchas veces hay que investigar y coordinar el trabajo de policías y fiscales en dos, tres, cuatro o incluso cinco países, así que la transmisión efectiva de información es fundamental.

¿Y las otras dos herramientas?

R. El segundo mecanismo son las entregas controladas [someter a vigilancia un contenedor que se sabe contaminado en su periplo del país de origen al de destino] y el tercero, la formación de equipos conjuntos de investigación. En Europa están muy acostumbrados a esto, y lo que estamos tratando de promover ahora es esos equipos conjuntos entre Iberoamérica y Europa. Ese es el desafío al que estamos apuntando. Algo parecido a lo que se promueve desde Eurojust. Se trata de vincular esas investigaciones y formar equipos conjuntos de investigación que operen en simultáneo y que incluso permitan intercambiar la prueba judicial entre los distintos países. Insisto: el narcotráfico es un fenómeno delictivo transnacional y la respuesta debe ser transnacional. Es la única forma de poder atacar a las organizaciones criminales, es decir, no quedarnos solo con el cargamento, porque nosotros como Fiscalía no apuntamos solamente a la incautación, apuntamos a la desarticulación de las organizaciones, a quitarles el poder económico y a lograr procesos judiciales que acaben con una sentencia condenatoria justa.

Eso requerirá de cambios legislativos para que la prueba y su método de obtención sea válido en cualquier ordenamiento jurídico, ¿no?

En eso también es fundamental el diálogo, para que esa prueba que yo aporto sea válida en el procedimiento penal que lleva mi colega en otro país. El rol del fiscal es ese, apoyar la investigación pero también asegurarse la validez después de los procedimientos. No se trata de reemplazar otros diálogos. Es decir, los policías tienen que hablar entre ellos, los servicios aduaneros tienen que hablar entre ellos. Pero hay partes que tienen que ver con la validez de la prueba, con los procedimientos, con el enjuiciamiento, que son temas propios de la Fiscalía de cada país.

¿Estamos hablando de futuro o de presente?

Tenemos experiencias concretas ya. En este encuentro de València se han presentado casos de entregas controladas, de intercambio de información y también equipos de conjuntos de investigación entre países iberoamericanas con el apoyo de la red, que demuestran que esa operatividad funciona.

¿Y equipos conjuntos con España, por ejemplo? Eso no se ha hecho aún, ¿no?

¿Me decís si el día de mañana sería bueno tener un ‘Iberojust’? Desde ya, por supuesto. Pero, mientras tanto, esa operatividad está funcionando. Las convenciones internacionales, sobre todo las de Viena y Palermo, nos dan el marco legal y el apoyo técnico financiero lo tenemos a través de numerosos programas, muchos de ellos de la Unión Europea. Hay investigaciones, por ejemplo, que se han hecho con un equipo conjunto, con apoyo entre Argentina, España e Italia, y ha sido una investigación sobre una organización criminal sumamente exitosa. A día de hoy, como ejemplo también, hay entregas controladas entre Ecuador, Colombia o Perú y España, te diría que casi de manera cotidiana.

Matías Álvarez expone su punto de vista durante el encuentro en València de la RFAI para abordar las investigaciones trasnacionales sobre narcotráfico

Matías Álvarez expone su punto de vista durante el encuentro en València de la RFAI para abordar las investigaciones trasnacionales sobre narcotráfico / EFE/Biel Aliño

undefined

En este encuentro, también hay países europeos que no están en la red iberoamericana.

Exacto. Es una iniciativa de la Fiscalía Especial Antidroga española y de su jefa, Rosa Ana Morán, que hay que celebrar. Es fundamental que haya un canal de comunicación que permita trabajar de esta misma manera entre las fiscalías europeas y que haya un diálogo entre las fiscalías europeas y las iberoamericanas. El tráfico de drogas no siempre entra por España, sino por otros puertos europeos.

Digamos que es explicarle a Europa, como se ha hecho con el fenómeno de la migración y su entrada por la frontera sur del continente, que aunque España, València, sean una puerta de entrada de la cocaína que llega en barco desde Latinoamérica, su destino final no es este, sino inundar el resto de la Unión, ¿no?

Por supuesto. Yo creo que todos los países europeos son conscientes de este problema y esto permite es generar el canal para resolverlo. A veces pasa que uno tiene una investigación y sabe que hay una conexión con otro país, pero no sabe a quién llamar. Y si vos tenés una entrega controlada que necesita 24 horas para resolverse, si no tenés a quién llamar, sabés que no va a tener sentido. O tenés una persona que estás investigando y que va a viajar a otro país porque sabés que va a tener una reunión y hay que vigilar esa reunión, ver quién es el proveedor y demás. Si yo averiguo desde Buenos Aires que esa reunión se va a producir en 12 horas, ese es el tiempo que tengo para resolver ese tema. Por eso tengo que saber a quién llamar y saber que del otro lado voy a encontrar una respuesta y un interés en trabajar de manera coordinada y conjunta.

¿Se podría decir que los Estados han sido muy lentos hasta ahora en la reacción para afrontar la narcocriminalidad?

Tal vez en ser conscientes del tamaño del problema, de esa transnacionalidad. Sí puedo decir que el fenómeno y su evolución en los últimos, pongamos, 20 años, ha ido generando desafíos muy grandes para todos los estados. Para todos. Desafíos que tienen que ver con con la transnacionalidad, con el comercio, con el tránsito de personas, con las comunicaciones encriptadas... Los desafíos han crecido de manera exponencial y, por supuesto, la adaptación de la respuesta de los Estados a eso siempre toma un tiempo.

¿Sería correcto decir que gracias a esa mayor colaboración cada día hay más incautaciones y más grandes?

La respuesta transnacional de los Estados ha mejorado, sin duda. No tengo números exactos para decir cuánto se ha incrementado o no, pero es evidente que en los últimos años se está mejorando la respuesta para desarticular esas organizaciones.

undefined

El regalito que ha supuesto que agencias de inteligencia europeas hayan reventado el algoritmo de las comunicaciones encriptadas como Encrochat y Sky, por ejemplo, es de lo mejor que les ha pasado a las agencias policiales y a las fiscalías antidroga, ¿no?

Eso ha permitido entender las organizaciones y poder desarticularlas y perseguirlas penalmente. Pero la principal mejoría viene de haber promovido esta perspectiva de no ir solamente detrás de la incautación, de la droga, sino de ir a por las organizaciones criminales y a por el producto económico del delito. En esa mirada todos los ministerios públicos hemos ido evolucionando junto con el resto de las agencias del Estado, policía, servicios aduaneros y demás, lo cual no implica, por supuesto, desatender la incautación.

¿La atomización de los cárteles en los países productores, en la era post Escobar o los hermanos Rodríguez Orejuela ha dificultado las investigaciones?

Es uno de los desafíos a los que me refería. Eso ha obligado a cambiar el esquema y la forma de ocultar la droga, de dificultar la detección. Y no solamente por la atomización de los grupos criminales, sino también por la formación de redes criminales trasnacionales.

València ha sido, hasta hace unos pocos años, la principal puerta de entrada de la cocaína a Europa. ¿Es esa la razón por la que se ha elegido esta ciudad como segunda sede española de la reunión anual de la red?

Según ha dicho la fiscal especial antidrogas de España, tiene que ver, primero, con el rol de España en esta red y segundo, con la relevancia del Puerto de València, que es el más importante del Mediterráneo.

Ahora València es el tercer puerto europeo en incautaciones. O lo ha sido hasta 2022. Pero en este momento Rotterdam y Amberes triplican y duplican estas cifras. ¿Han cambiado las rutas?

Hay una multiplicidad de fenómenos que hacen que las rutas se vayan modificando y una parte tiene que ver con los controles, otra con la detección y otra con la facilidad de acceso en determinados lugares. Lo que está claro es que esto tiene un efecto globo, es decir, si aprietas por un lado, crece por el otro.

¿No es frustrante saber que no vas a poder erradicarlo nunca?

La clave es dar una respuesta efectiva al crimen organizado. Esa es la meta realista que nos tenemos que proponer. Esto lo digo totalmente a título personal: decir ‘voy a erradicar el narcotráfico’ es una una ilusión. Y el desafío, digo, es que todas las agencias de los estados debemos trabajar de manera coordinada para dar una respuesta efectiva al problema. El tráfico de drogas tiene que ver con el crimen organizado y no solamente con la cantidad de droga que pueden estar trayendo de un lugar a otro. Una organización criminal implica hechos de violencia asociados, implica corrupción, implica lavado de activos, implica financiación de otras actividades ilícitas...

undefined

Además, el tráfico de drogas es el tercer negocio más lucrativo a nivel internacional tras el de armas y la trata de personas. Difícil atacar eso, ¿no?

Los últimos estudios lo sitúan como el fenómeno delictivo más rentable o que más ganancias genera. Y el tráfico de drogas, el de armas o la trata no son negocios estancos. Existen vínculos entre distintas manifestaciones del crimen organizado. El narcotráfico tiene un poder corruptor muy amplio, eso es indudable. Por eso es tan importante abordar el fenómeno desde la perspectiva de que es crimen organizado. Ese poder corruptor se ve en todos los países, en unos más, en otros menos, pero es un problema para todos los países enfrentar y poder dar respuesta no solamente a la mercadería ilícita, sino también a todo lo asociado a esa actividad criminal.

¿Hablamos de rutas?

Si. En materia de rutas, hay una ruta muy clara entre Suramérica y Europa. Indudablemente. Así como la hay entre Suramérica y los Estados Unidos. Porque bueno, eso está claro, son los mercados más importantes. Pero insisto en lo del efecto globo, así que están apareciendo otras rutas nuevas y extrañas que implican a países inhabituales hasta ahora como, por ejemplo, los del Este y Centro de África. La finalidad es evitar la detección. Un cargamento que viene de un país netamente productor hacia un clásico destino europeo va a ser revisado con más facilidad. Por eso tenemos que empezar a pensar cómo trabajamos con las fiscalías y las policías de esos terceros países que estamos viendo. Forma parte del desafío permanente.

La principal vía de entrada sigue siendo la marítima, con la contaminación de los contenedores y los traspasos desde buques nodriza en alta mar, pero hay más.

Incluso hemos detectado envíos adosados por debajo de la línea de flotación de los mercantes. También hay, cierto que son cantidades menores, muchísimo envío por correo postal. La suma de todos esos pequeños envíos es muy grande.

undefined

¿Diría que el uso de personas como ‘mulas’ se ha reducido?

Por lo que uno dialoga con los colegas, todos coinciden en que hay menor cantidad de personas infestadas. Lo que sí detectamos es combinaciones de modalidades de tráfico, rutas y modos más complejos.

En los últimos años se ha producido un desplazamiento de los grupos que controlan la distribución en Europa, con la irrupción sobre todo del llamado Cartel de los Balcanes, esto es, grupos integrados por albaneses, principalmente.

No conozco ese fenómeno europeo tanto, pero sí te puedo decir que vemos vínculos entre grupos criminales europeos y grupos criminales latinoamericanos. De ahí la importancia de tener espacios de trabajo como este encuentro de las fiscalías de ambos lados, porque ahí hay que trabajar en conjunto contra los grupos criminales.

De hecho, Albania es uno de los países que está participando de esta reunión. Igual que Países Bajos y Bélgica, los otros dos puntos de entrada.

Sí.

¿Para cuándo una red como la de las fiscalías o las policiales, pero que integre a los bancos o a las operadoras de telefonía y a los proveedores de internet. Estaría bien, ¿no?

El coordinador de la RFAI durante las jornadas entre fiscalías antidroga iberoamericanas y europeas celebradas en València.

El coordinador de la RFAI durante las jornadas entre fiscalías antidroga iberoamericanas y europeas celebradas en València. / EFE/Biel Aliño

undefined

[Sonríe] Sería mejor, sí, funcionaría mejor.

Lo más eficaz imagino que es el daño en lo económico, que al fin y al cabo es el objetivo final de cualquier organización criminal: ganar dinero.

Todos los estados y todas las fiscalías, sobre todo, son muy conscientes de eso y han promovido que la cooperación también abarque la desarticulación financiera, la recuperación de activos. Hay países donde se trabaja con la extinción de dominio, que es el proceso civil para recuperar los bienes en los casos en los que no es posible hacerlo en el marco del proceso penal.

¿Como en Estados Unidos?

Exactamente.

¿La legalización sería una solución?

R. Voy a responder a título personal totalmente. No lo sé. No lo tengo claro. Quizás una regulación te permite justamente eso, regular ciertas cosas, pero no, no tengo la respuesta a esto.