La generación de los años ochenta toma los partidos valencianos

Los nuevos liderazgos en el PSPV y Podemos ‘feminizan’ los carteles de la izquierda mientras los nacido en los 80 se asientan ya en el liderazgo del PP o Compromís

La búsqueda de perfiles jóvenes al frente de los partidos se consolida tras diluirse 'la nueva política'

Diana Morant

Diana Morant / Germán Caballero

José Luis García Nieves

José Luis García Nieves

Una de las tendencias que irrumpieron hace una década, a caballo del malestar y la nueva política, fue la emergencia de liderazgos renovados y rejuvenecidos. Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Díaz Ayuso… fueron la respuesta que dio la oferta política para adaptarse a una demanda de ruptura con la política tradicional. Fueron la consecuencia a un tiempo en que la indignación con la corrupción y el desencanto generacional con las crisis reclamaba cambios. Ha pasado una década. Hoy, el bipartidismo parece recuperado de su crisis, pero algunas de las herencias de la nueva política, como los gobiernos de coalición o la fragmentación de los parlamentos, continúan.

También persiste la búsqueda de jóvenes liderazgos. El ciclo de reconstrucción de la izquierda valenciana que se vive estos días así lo constata. El viernes pasado, la alicantina María Teresa Pérez se convertía en coordinadora general de Podemos con apenas 30 años, frente a los 48 del anterior dirigente, Héctor Illueca. Este miércoles, la ministra Diana Morant se convertirá en secretaria general del PSPV a los 43 años. Uno de los que eran sus oponentes, Carlos Fernández Bielsa, también acaba de entrar en la cuarentena; y el síndic, José Muñoz, tiene 38. La edad de Morant es diez años menor de la que tenía Ximo Puig cuando accedió al cargo. Precisamente, su sucesor en el Palau de la Generalitat, el popular Carlos Mazón (49), también ha rejuvenecido la Presidència: llega al Palau con 15 años menos de los que tiene el exalcalde de Morella. El PP, en general, también ha perdido años tras su particular travesía por el desierto. Ha ocurrido en la capital, con la consolidación de María José Catalá tras conseguir la alcaldía. Y también en el ámbito provincial, donde emerge Vicent Mompó, ambos con 42 años.

¿Y esto es mejor o peor? Es, sencillamente, el signo de los tiempos. "Al igual que ha ocurrido en otros ámbitos la gran novedad en política es que los tiempos se han acelerado. Los liderazgos surgen y se destruyen a una velocidad de vértigo. Antes a los 40 eras joven, ahora puedes haber tenido una carrera política y estar amortizado", apunta David Sabater, consultor de Asuntos Públicos de Atrevia. Con todo, lo que está sucediendo en la política valenciana -española- forma también parte, también, de los procesos habituales de relevo. Puede haber continuidad en el liderazgo, cuando se afronta desde posiciones de poder, como ocurrió en Galicia entre Feijóo (62) y Alfonso Rueda (55). "En cambio, si se abandona la posición de líder junto a la influencia institucional, la mayor parte de los colaboradores corren la misma suerte y es difícil que puedan liderar un proceso de renovación desde esta posición de pertenencia a una generación política “derrotada”. En estos casos se hace más fácil que haya un salto generacional y que un líder más joven, que sugiera cambio y aire fresco, tome las riendas", añade Savater. Es lo que ha ocurrido con Morant, que transmite un mensaje de juventud y renovación, pero ordenada.

Compromís, cosecha del 82

En Compromís, por su parte, el liderazgo de cara al ciclo electoral de 2027 es aún incierto. Pero detrás del síndic Joan Baldoví (uno de los veteranos de la política valenciana con 65 años) aparecen figuras como Agueda Micó (46), Vicent Marzà (40), Alberto Ibáñez (32), Amparo Piquer (42), Gerard Fullana (42) y o la exvicepresidenta Aitana Mas (33), aunque casi todos ellos ya llevan años en política. En València, el propio Ribó (76) ha señalado a Papi Robles (41) como su sucesora. Este rejuvenecimiento es un proceso que ya se ha producido, también, en el conjunto de las Corts Valencianes, con muchos diputados en la treintena.

Nueva forma de comunicación

Savater apunta a otro aspecto que condiciona también las decisiones de los partidos en este tiempo: La mejor adaptación de los jóvenes al nuevo momento de comunicación política. "Los candidatos de 40 años o menos entran de lleno en la generación millennial y, por tanto, oscilan entre personas completamente adaptadas a los entornos digitales o nativos digitales. Que un candidato entienda y se preste a estrategias de comunicación que implican adaptar el mensaje a formatos como Tik Tok, Instagram o relacionarse con nuevos líderes de opinión (como hizo Pedro Sánchez acudiendo al podcast de La Pija y la Quinqui), no es decisivo, pero sí interesante", explica.

Hay un último aspecto que aborda David Savater, y tiene más que ver con los "prejuicios generacionales" del elector, algo con lo que juegan los partidos. "Un candidato de mayor edad se presupone con experiencia, puede que trasmita con más seguridad en ciertos temas considerados “de estado”, como la política exterior, la defensa, las relaciones exteriores o ciertos ámbitos económicos. A un candidato más joven se le presupone más sensibilidad en temas que afecta a su generación o que las nuevas generaciones entienden como claves: vivienda, derechos LGTBI, ampliación de derechos civiles, salud mental, nuevas ramificaciones de la red social estatal, etc", añade.

Gabriel Attal, de 35 años, se convierte en el primer ministro más joven de Francia

Agencia ATLAS | Foto: EFE

La política internacional también pierde años

De un modo u otro, y al margen de los ciclos electorales, parece una tendencia que se generaliza. En el entorno más próximo aparecen referentes como Marga Prohens, presidenta de les Illes Balears, o Pere Aragonés, ambos de 41 años. Un vistazo al exterior también evidencia un rejuvenecimiento, un proceso que trasciende coordenadas. En Francia, Macron (46) acaba de nombrar primer ministro a Gabriel Attal, de apenas 34 años. Ha ocurrido también en Alemania, donde el actual Budestag tiene un 30 % de diputados y diputadas por debajo de los 40. Ocurre también al otro lado del charco. Pese a la excepción americana, donde este año se enfrentarán, salvo sopresa, un octogenario como Biden y Trump, con 77; en Chile, Gabriel Boric alcanzó la presidencia con 36. Y el controvertido Bukele (El Salvador), ha renovado la presidencia este fin de semana con apenas 42 años.

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