Educación

Educación infravalora a los filólogos para dar valenciano: "No es justo que un geógrafo tenga más puntos"

Los requisitos para ser docente de valenciano incluyen 207 titulaciones, entre las que están algunas sin contenido lingüístico como Diseño, Arqueología, Historia o Geografía

En Castellano se accede por 57 titulaciones (todas lingüísticas) y en Inglés por 30

Educación infravalora a los filólogos para dar valenciano: "Un geógrafo tiene más puntos"

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

"Volem ser professors de valencià". Es la reivindicación del colectivo de graduados y estudiantes de Filología Catalana que, aunque parezca una contradicción, lo tienen difícil para ser docentes de valenciano. Los recién licenciados tienen que ver cómo geógrafos, arqueólogos, diseñadores o historiadores pasan por delante de ellos en las adjudicaciones de difícil cobertura, pese a tener poco o nada que ver con la lingüística.

"Yo no estoy capacitado para dar clase de geografía ¿Por qué ellos sí para dar clases de valenciano?", se queja Sergi, filólogo recién licenciado. Su demanda es sencilla, que los filólogos catalanes tengan más puntos que el resto para dar clases de valenciano en las adjudicaciones de difícil cobertura.

Si no, se pueden dar situaciones como las de Gal·la Martí, también filóloga. "En la difícil cobertura acabo accediendo a Latín, cuando nosotras no estamos cualificadas aunque hayamos dado Latín en la carrera. Al final los más afectados son los alumnos porque necesitan a alguien con nivel para impartir la asignatura, y todo acaba rebajando el nivel de la docencia", explica.

Gal·la y Sergi, durante la entrevista

Gal·la y Sergi, durante la entrevista / José Manuel López

Acceder a la bolsa

Para acceder a la bolsa de educación valenciana solo hay tres vías: oposiciones (que no se han convocado), la apertura de una bolsa extraordinaria (que tampoco se ha abierto) y las adjudicaciones de difícil cobertura, que son en la práctica la única opción de filólogos recién salidos de la carerra para trabajar de profesor.

El problema es la gente que puede aplicar a ser profesor de valenciano en estas adjudicaciones. Según los requisitos de titulación para cada especialidad publicados por Conselleria de Educación este curso, en Castellano hay 57 titulaciones desde las que se puede ser profesor, todas relacionadas con la lingüística (filología, traducción, filosofía…). En inglés hay 30. En Valenciano, por el contrario, hay 207 titulaciones, algunas como Arqueología, Diseño, Bellas Artes, Geografía, Historia o Música, que tienen poco o nada que ver con la lingüística.

Esto es lo que denuncia el colectivo de graduados y estudiantes de Filología Catalana, que pide que su formación tenga prioridad en el proceso de difícil cobertura. “No es justo que un geógrafo o un arqueólogo pasen por delante de filólogos catalanes para dar clases de valenciano”, lamentan. En resumen, piden unos requisitos de admisión equiparables al del resto de filologías.

Gal·la durante la entrevista en la facultad de Filologia de la UV.

Gal·la durante la entrevista en la facultad de Filologia de la UV. / JM López

Un C2 "poco exigente"

Otros requisitos para ser docente de valenciano son el máster de Educación y el nivel C2 de la Junta Qualificadora de Coneixements del Valencià. Para Gal·la y Sergi el nivel de exigencia en este examen es muy bajo en comparación a otros idiomas. "¿Dónde has visto a alguien que se presente al C2 de inglés sin estudiar? Pues eso ocurre con el de valenciano y la gente lo aprueba", reivindica Gal·la.

Por otra parte, explican que detrás de esta realidad hay una ideología de "menosprecio" a la lengua que "comporta que el examen de C2 se lo pueda preparar cualquiera", cuenta Sergi. En su opinión esta formación es muy poca, ya que "prepararte la clase un poco antes sabiendo el tema que vas a dar no me parece suficiente".

Para Martí, "convalidar según qué tipo de titulaciones por el valenciano también tiene detrás esa ideología e intencionalidad clara", por eso pide subir el nivel de exigencia para aumentar también la calidad de la docencia de esta asignatura.

Las plazas de difícil cobertura para docentes de valenciano también han descendido mucho respecto al año pasado. Mientras que el curso anterior se publicaban unas 20 o 30 cada martes y jueves, este año a penas salen unas 4 o 5, lo que provoca que muchos filólogos decidan ir a trabajar a Cataluña, donde el acceso a bolsa es mucho más fácil.

Sergi Camarena, durante la entrevista en la facultad de Filologia de la UV.

Sergi Camarena, durante la entrevista en la facultad de Filologia de la UV. / JM López

Bolsa abierta

Otra de las medidas que reclaman los filólogos, que se reunirán la semana que viene con responsables de la Conselleria de Educación, es que se solucione el problema que la Generalitat tiene a nivel general en el sistema de adjudicaciones que "cierra las puertas a maestros y profesores de cualquier especialidad".

Para ello reclaman crear una bolsa abierta como hacen otra comunidades autónomas (como Cataluña) para evitar que se reproduzcan las condiciones actuales que lo que provocan es un "éxodo de los docentes valencianos".

Para Gal·la, "cualquier persona puede acceder antes que nosotros si ya tiene puntos en bolsa. Y evidentemente si faltan profesores de valenciano hay que tirar de quien sea, pero primero que vaya la gente de filología, luego la gente de carreras parecidas y ya el resto. No nos parece bien que personas con cualquier titulación puedan pasar por delante de nosotros para dar clase", reivindica.

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