Las olas de calor severas se alargan y se multiplican por tres en las últimas 4 décadas

Las olas de calor se extremizan, se alargan y ocurren cada vez con másfrecuencia. Las más cortas se reducen en número y aparecen otras que se alargan más de seis días. Algo que antes no sucedía. En la zona mediterránea la evolución de los eventos extremos por el cambio climático muestra que la probabilidad de episodios de gran duración -más de nueve días- es ocho veces mayor. Samira Khodayar, directora del grupo de Meteorología y Climatología del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), remarca pues «la indiscutible extremización» de estos fenómenos.

El estudio llevado a cabo por Khodayar y la también investigadora del CEAM Laura Paredes muestra que los eventos más potentes tienen lugar en las zonas costeras. «En las últimas décadas las altas frecuencias son ocho veces más probables», explican en el artículo científico publicado hace apenas un mes en Sciencedirect. La temporada de olas de calor es cada vez más amplia, ya que aumenta a un ritmo de aproximadamente de cuatro días por década. Alrededor del 75 % de los episodios con mayor afección ocurrieron después de 1985.

En cuanto al impacto para la salud, desde el CEAM han identificado que en la Comunitat Valenciana «está principalmente relacionado con el aumento de las temperaturas mínimas (nocturnas) y no con la intensidad, frecuencia o duración de las olas de calor».

Una ciudad como València, donde el efecto isla de calor es más acusado, encadenó el último mes de julio hasta doce noches tórridas consecutivas, con una temperatura mínima mayor o igual a 25 grados, según confirmaba la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El año 2023 cerró con récord de madrugadas tropicales: más de cien distribuidas no solo en verano, sino también en otoño.

La temperatura media de 2023 fue de 16,84 grados, 1,3 grados superior a la del promedio climático normal. Es tras 2022 (16,89 ºC) el año más cálido desde que hay registros y el más seco de los últimos 40 años, desde 1983. De los diez años más cálidos en la Comunitat Valenciana desde 1950, nueve son de este siglo, y ocho están entre los diez últimos. Las olas de calor terrestres y las marinas de este verano, prolongadas también al otoño, han restado confort térmico a la población y han aumentado la aridez del suelo.