Treinta y cinco años del temporal de viento que acabó con la vida de 6 personas y arrasó València

Las rachas de viento alcanzaron los 139 km/h en el aeropuerto y 117 km/h en la ciudad

Estas cifras son las más altas jamás registradas en la capital del Túria

Ramas de palmera en el suelo debido a las fuertes rachas de viento

Ramas de palmera en el suelo debido a las fuertes rachas de viento / Germán Caballero

Vicent Rodríguez

Hace exactamente treinta y cinco años y un día, el 25 de febrero de 1989, la ciudad de València vivió el temporal de viento más devastador del que hay registros. Las rachas, que llegaron a alcanzar velocidades de hasta 117 km/h en la ciudad y 139 km/h en el aeropuerto, son hasta hoy las más fuertes registradas en la ciudad, según indicaba ayer Aemet. Dejando 6 víctimas mortales, más de un centenar de heridos y daños materiales con valor de más de 1.500 millones de las antiguas pesetas (alrededor de 9 millones de euros).

Banda de viento del aeropuerto de València

Banda de viento del aeropuerto de València / Aemet

Fue al amanecer cuando el viento empezó a soplar con una fuerza desmedida, pero las autoridades no alertaron del peligro que estas rachas podían suponer. A primera hora de la tarde empezó a desatarse la tragedia, cobrándose la vida de un joven italiano que se encontraba en la Plaza del Ayuntamiento. El chico, que tenía 20 años, murió después de recibir un golpe de un tablón de madera procedente de un andamio en la cabeza. Una dotación de bomberos que se encontraba en el lugar para asegurar un antena en la Casa Consistorial acudió rápidamente al lugar y trasladó al herido al Hospital Clínico de València, donde quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Murió al cabo de unas horas.

Más tarde, en Mislata, un joven de 27 años fallecía al caerle encima una cornisa mientras acompañaba a unos niños a tirar petardos. El chico falleció en el acto.

Ya por la noche, sobre las nueve, llegó la tercera desgracia. En el Marítimo de València, una pareja, ambos de 22 años, perdía la vida después de ser aplastados por una pared de ladrillos y piedras perteneciente a una fábrica de cervezas abandonada. El coche donde iban los dos, se dirigía a casa de los padres de él, cuando los cascotes cayeron justo sobre el techo del automóvil y provocaron la muerte en el acto de ambos jóvenes. Los cadáveres quedaron atrapados dentro del turismo y posteriormente tuvieron que ser rescatados por los bomberos.

El desastre aún no había terminado. Una señora que caminaba por la calle Hospital a últimas horas de la tarde-noche murió a causa de ser golpeada por una cornisa que se desprendió.

El último fallecido fue otro chico de 19 años, vecino de Massamagrell. Ese día entró en coma tras caerle encima un muro derribado por el viento pero al cabo de 48 horas, falleció, lo que elevó a seis la lista de víctimas mortales por el temporal.

Gran número de heridos y de desperfectos

Además de los seis fallecidos a lo largo de esa tarde, otro centenar de personas fueron heridas. València sufrió una verdadadera catástrofe. Caídas de árboles, derrumbamientos de estructuras, daños graves en edificios, barrios que quedaron sin suministro eléctrico, vehículos destrozados y una gran cantidad de mobiliario urbano arrasado fue el balance del día.

Varias localidades del área metropolitana también sufrieron desperfectos importantes que, por suerte, no desencadenaron en ningún suceso más grave. El pabellón deportivo cubierto de Picassent, que había sido inaugurado cinco años antes, tuvo que ser desalojado y clausurado, algo que se hizo antes de que se desplomasen dos de sus cuatro paredes, mientras que el Mercado Municipal de Alaquàs también tuvo que ser evacuado al caerse la cubierta, un suceso que se repitió en las instalaciones de abastos de Sedaví.

Después de este desastre, que marcaría un antes y un después para la ciudad, València tuvo que hacer frente a los daños materiales ocasionados a causa del temporal, por un valor de miles de millones de pesetas, y a los daños irreparables, los 6 fallecidos por culpa de esa trágica tarde del 25 de febrero de 1989.