Zaplana carga las tintas en su amigo Pachano en su estrategia de defensa: "La vinculación es Barceló"

Desde que fue detenido por orden del Juzgado de Instrucción 8 de València el 18 de mayo de 2018, Eduardo Zaplana siempre ha negado tener cuentas en el extranjero. Una idea que intentó reforzar en su escrito de defensa en el que el exministro niega tener sociedades o cuentas en terceros países. «Nunca ha tenido sociedades fuera de España, ni ha sido socio, administrador, director, apoderado, autorizado o beneficiario de ninguna sociedad, fundación, estructura fiduciaria o cualquier otro tipo de ente jurídico extranjero», según las tesis defendida por su abogado. Y añadía que «tampoco ha dispuesto de cuentas bancarias, depósitos o cajas de seguridad en entidades financieras ubicadas fuera de España, ni ha sido titular, apoderado, autorizado o beneficiario de tales productos».

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De hecho, las cuentas investigadas en el caso Erial están a nombre de su amigo y presunto testaferro Joaquín Barceló «Pachano». Aunque Zaplana procuraba no cargar las tintas sobre él en su escrito de defensa. «Ni el origen de los fondos que nutrieron las cuentas extranjeras investigadas en la causa, ni el seguimiento de las salidas de fondos de las mismas, en ningún caso ha permitido relacionarlas con Eduardo Zaplana, que no aparece ni como ordenante, ni como beneficiario de ninguna de las transacciones investigadas», aseguraba. 

Una posición que ha dado un giro de 180 grados ante el inicio del juicio, en el que podrían producirse acuerdos con la Fiscalía Anticorrupción para rebajar las más que posibles condenas. Ante este cambio de guión, Zaplana pasa a la acción y carga las tintas en su amigo Pachano. «De la sociedad luxemburguesa Imison International (propiedad de los Cotino y utilizada para pagar las presuntas mordidas) también sale dinero hacia Alicante (empresas controladas por Joaquín Barceló, que invierte en parcelas en Villajoyosa) (sic). La vinculación es Barceló. Ni hay ningún audio, ni ninguna otra prueba que diga que Barceló luego lo pasó a Zaplana», aseguran fuentes cercanas al ministro en un argumentario en el que desgrana su estrategia de defensa y facilitado a algunos medios a finales de enero ante el inicio del juicio. 

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Los papeles del sirio y la confesión de Belhot

Y en el que destaca como objetivos principales «desmontar los papeles del sirio» que iniciaron la causa contra él y también el testimonio de Fernando Belhot, su supuesto testaferro uruguayo que entregó 6.734.026,1 euros a la jueza de Instrucción 8 y al Fiscal Anticorrupción como prueba de su colaboración con la justicia. El pago de este dinero fue la razón por la que los investigadores del caso Erial dejaron a Zaplana en libertad el 7 de febrero de 2019 y no motivos relacionados con su salud.

Cuentas en Andorra

El exministro de Trabajo con José María Aznar también intenta reforzar esta idea al mencionar las cuentas que Barceló tenía en Andorra. "En BPA se ha detectado muchas salidas de dinero que acababan en manos españolas", relata el argumentario de Zaplana. Y añade que la Guardia Civil ha entrevistado por estos hechos a "la totalidad (15 o 20) de personas que recibían ese dinero en España. Ninguna ha dicho que tenía vinculación con Zaplana".

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El piso de Núñez de Balboa

Y sobre el piso ubicado en la calle Núñez de Balboa de Madrid, adquirido y amueblado a todo lujo a costa de las empresas de Barceló, se justifica que "hubo un tiempo en que Zaplana separado de su mujer y vivió en otras casas, entre ellas en el piso de Núñez de Balboa de Barceló. Primero no pagaba, luego pagó 500 euros de arrendamiento (precio de amigos que eran) mensuales. Es un tema de amistad. Hasta que Barceló vende el piso y Eduardo se va con su mujer. Los muebles se los reparten", se asegura en el argumentario al que ha tenido acceso Levante-EMV. 

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