El satélite confirma el retroceso del ‘alga incógnita’ que tiñó de marrón l’Albufera

Los investigadores esperan al estudio metagenómico sobre el género y la especie del nuevo microorganismo

La Gola del Pujol, donde se aprecia que la laguna ha empezado a recuperar el tono verdoso que la caracteriza por la eutrofización. | FOTO COPERNICUS SENTINEL

La Gola del Pujol, donde se aprecia que la laguna ha empezado a recuperar el tono verdoso que la caracteriza por la eutrofización. | FOTO COPERNICUS SENTINEL / minerva mínguez. valència

Minerva Mínguez

Minerva Mínguez

El agua de l’Albufera empieza a recuperar su habitual aspecto verdoso, dejando atrás el escandaloso y preocupante tono rojizo de los últimos meses. La reversión es patente en muchos puntos del lago, especialmente en las entradas de las acequias, pero sobre todo desde el satélite. El color marrón, entre vino y magenta en muchos puntos, ha estado provocado todo este tiempo por un nuevo microorganismo pendiente aún de identificar el género y la especie. De ahí que los investigadores de la Universitat de València se refieran a él como ‘alga incógnita’.

El lago de l’Albufera, en la 
zona del embarcadero hace 
apenas 24 horas. |   GERMÁN CABALLERO

El lago de l’Albufera, en la zona del embarcadero hace apenas 24 horas. | GERMÁN CABALLERO / minerva mínguez. valència

La semana que viene está prevista una nueva analítica de las aguas para confirmar «si se avanza en esa mejoría o, por contra, se estanca», como explica el catedrático de ecología Eduardo Vicente. El cambio es más patente en función de las zonas del enclave somero. En aquellas por las que llegan aportes hídricos predomina la transparencia, así como en la parte sur. La mayor turbidez sigue apreciándose en el núcleo central y en lugares más profundos.

El satélite confirma el retroceso del ‘alga incógnita’ que tiñó de marrón l’Albufera

El satélite confirma el retroceso del ‘alga incógnita’ que tiñó de marrón l’Albufera / minerva mínguez. valència

Este microorganismo llegó a ser «dominante en número y biomasa» en l’Albufera, alcanzando su máxima proliferación en el mes de noviembre. Las condiciones ambientales de aquel momento eran «muy potentes y esta nueva alga pudo adaptarse mejor que las otras», como remarca Vicente. Las fuertes rachas de viento de poniente y el calor son algunas de las causas de esa eclosión, que debería haber remitido con la llegada del invierno. Sin embargo, la anormal temperatura del agua, entre 25 y 26 grados, incrementó su expansión todavía más.

El satélite confirma el retroceso del ‘alga incógnita’ que tiñó de marrón l’Albufera

El satélite confirma el retroceso del ‘alga incógnita’ que tiñó de marrón l’Albufera / minerva mínguez. valència

La poca renovación hídrica -como se recordará el nivel llegó a descender veinte centímetros en pocos días-, provocó un estancamiento que tampoco ayudó. Las imágenes que captó el Sentinel muestran la transformación por esta alga «muy infrecuente» que ya en octubre trocó el agua de verde a color chocolate y se acentuó en noviembre para persistir bien entrado 2024. Solo a partir de marzo empezó a detectarse una vuelta a los orígenes, que ahora en la primera semana de abril parece consolidarse.

El estudio metagenómico permitirá ponerle nombre, como subraya el profesor Eduardo Vicente, que dirige el grupo interdisciplinar con expertos en teledetección y en limnología aplicada de la Universitat de València.

Los colores de la laguna

La transformación del humedal queda reflejada de forma muy visual en el panel «Los colores de l’Albufera de València», elaborado por el propio Vicente, así como por María Dolores Sendra y Juan Soria del Institut Universitari Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva. El trabajo, presentado en el último congreso internacional sobre humedales en la Petxina de València, también contó con la participación de María Sahuquillo, antes directora-conservadora del parque natural y ahora en el servicio de Zonas Húmedas de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio de la Generalitat.

La coloración de l’Albufera no ha provocado daños ni en la flora ni en la fauna del lago en todos estos meses, como ha venido insistiendo el departamento que dirige la consellera Salomé Pradas. En los análisis de Medio Ambiente se han venido examinando los aspectos biológicos y físico-químicos, donde en ningún momento se ha apreciado afectación ni a macrófitos, como tampoco a vertebrados ni invertebrados. El primero de los controles se lleva a cabo desde la Piscifactoría del Palmar y el segundo lo lleva a cabo la propia conselleria.

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