El número de hogares en minipisos se duplica en pleno alza de precios

Más de 10.000 familias viven en inmuebles de menos de 30 metros cuadrados y llegan a pagar hasta 1.000 euros de alquiler

Algunos propietarios dividen en tres una vivienda de 90 metros para ganar más

En este bajo de Alicante se han construido cuatro minipisos.

En este bajo de Alicante se han construido cuatro minipisos. / Levante-EMV

Ramón Ferrando

Ramón Ferrando

El número de familias valencianas que vive en pisos de menos de 30 metros cuadrados se ha duplicado en pleno alza de precios de la vivienda. Más de 10.000 familias residen en minipisos por los que se llegan a pagar hasta 1.000 euros de alquiler. Las zonas con más infraviviendas están en las áreas con los precios más tensionados: València y su área metropolitana, la Vega Baja (por los apartamentos de costa) y la Marina. Las inmobiliarias apuntan que sus clientes buscan viviendas grandes, pero se resignan a vivir en pisos más pequeños porque no pueden pagar más.

En concreto, según los últimos datos del censo recopilados por el Instituto Valenciano de Estadística, en la Comunitat Valenciana hay 10.233 viviendas principales de menos de 30 metros cuadrados. Su número se ha disparado un 118 % en la última década, ya que en 2011, cuando se realizó el anterior censo, apenas eran 4.687. A esta cifra hay que sumar otras 17.500 viviendas no principales (apartamentos de playa y segundas residencias) que tampoco alcanzan los 30 metros cuadrados, lo que eleva la cifra total de las viviendas de estas reducidas dimensiones hasta las 27.733.

Personas que viven solas

Los expertos apuntan que el incremento de los minipisos se debe a la subida exponencial de los precios de venta y alquiler de la vivienda y al aumento de las personas que viven solas. De hecho, el número de hogares compuesto por una sola persona ha crecido un 16 % en la Comunitat Valenciana hasta alcanzar los 559.478.

Las áreas con mayor concentración de infraviviendas son donde más han subido el coste de las casas

Cristina Recasens, directora de la inmobiliaria Recasens Real Estate, explica que el incremento del coste de los alquileres está abocando a las familias a vivir en pisos cada vez más pequeños. «Hay muchas personas que no pueden pagar otra cosa y acaban en minipisos. Cada vez hay más. Un ejemplo es el edificio de la Galería Juan de Austria (centro de València) en el que las oficinas se están transformando en viviendas. Yo he alquilado allí a estudiantes. Hace dos o tres años se podían alquilar por 575 euros al mes, pero ahora ya rondan los 800 euros de media. El último lo alquilé por mil euros. Son pisos de 30 metros cuadrados, con una sola estancia, cuarto de baño y cocina».

El portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia,Vicente Díez, explica que algunos propietarios están dividiendo pisos de noventa metros cuadrados para obtener más ganancias. «Eso se suele hacer sin consultar a la comunidad de vecinos y suele haber problemas. Hay muchos casos de esos en València», afirma. 

Bajos como vivienda

«En los pueblos se pueden hacer en los bajos y pueden medir 28 metros cuadrados. En València es más complicado habilitar una vivienda en un bajo. Es diferente a lo que ocurre con los apartamentos turísticos que sí se pueden abrir en plantas bajas porque es una actividad comercial», precisa el portavoz de los agentes de la propiedad inmobiliaria. Las zonas de la Comunitat Valenciana con más minipisos habilitados como vivienda principal son la Vega Baja (2.093), la Marina Baixa (1.474), València (702), la Marina Alta (540), l’Horta Sud (382) y l’Hortal Nord (338), según los datos del Instituto Valenciano de Estadística. Las áreas de concentración de los minipisos coinciden con las zonas donde más ha repuntado el precio de la vivienda en los últimos años.

Vicente Díez subraya que en València muchas comunidades de vecinos están vendiendo las antiguas viviendas de los porteros, que están en las azoteas y que en la mayoría de las ocasiones no superan los 30 metros cuadrados. «Hay mucha gente que vive sola o es una pareja sin hijos y se puede apañar en viviendas muy pequeñas», asegura. 

26 metros como mínimo

Nora García, presidenta de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (Asicval), recuerda que una vivienda debe tener más de 26 metros cuadrados para obtener la cédula de habitabilidad y que sus inquilinos se puedan empadronar en ella y acceder a servicios básicos como el sistema público de salud. «Si no mide más de 26 metros cuadrados tiene consideración de estudio», aclara.

El coste del metro cuadrado sube a 3.000 euros

La mayoría de los minipisos son viviendas grandes de segunda mano que han sido divididas, antiguos pisos del portero de la finca y fuera de la ciudad de València bajos reconvertidos en casas. Los promotores no están construyendo pisos de menos de 30 metros cuadrados porque no les sacan rentabilidad (una cocina y un cuarto de baño son dos de las partes más caras de una vivienda). Sin embargo, sí que es cierto que cada vez se construyen pisos más pequeños porque el coste es muy alto y las familias tienen dificultades para pagarlos. Un promotor valenciano explica que el coste de venta de obra nueva en la capital no puede bajar de 3.000 euros el metro por el precio de construcción y del suelo.

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