En la edición de Levante-EMV de La Costera-La Canal-La Vall d'Albaida del pasado día 1 se publicaba un artículo titulado «Cuando la visita al cardiólogo se hace esperar más de un año», al que también se hacía referencia en la portada de la edición comarcal. En el análisis se sobresaltaban las deficiencias de personal, en este caso concretamente de cardiólogos en nuestro departamento de salud, como ya se ha señalado en múltiples ocasiones en los meses previos a través de este periódico con notas de prensa y noticias al respecto. Y revisándolas, llama la atención la casi nula presencia de iniciativas políticas que intentaran solucionar un tema tan sensible y de interés general como los déficits en sanidad en el departamento. Una única moción en el pleno del Ayuntamiento de Xàtiva fue vaciada de contenido y desvirtuada con una reunión previa y una foto en conselleria, pero a estas alturas no parece haber servido de mucho. No solo se deberían agitar las banderas antes de elecciones.

Pero si regresamos al artículo que motiva esta respuesta, tal como el título referenciaba, remarcaba la falta de cardiólogos. Realmente flagrante, pero igual de importante que otras especialidades que también dan asistencia con ratios de médicos por población muy bajas en comparación con áreas sanitarias similares, como Neurología, Neumología, Digestivo o la propia Medicina Interna. Sería injusto no reconocer el sobreesfuerzo del resto de profesionales y de especialidades que integran el Servicio de Medicina Interna y el hospital, y que ha permitido estos últimos años y en muchas ocasiones a base de horas que excedían el horario laboral, ofrecer una asistencia digna a los ciudadanos de este departamento. Como tampoco es justo atribuir el problema de la falta de cardiólogos a la existencia de un problema interno de gestión del personal de Medicina Interna. En este punto falta rigor en la noticia, y denota una falta de conocimiento del funcionamiento interno de un servicio de medicina en un hospital comarcal, donde cada especialidad es importante para poder ofrecer mediante las guardias una asistencia continua a los pacientes hospitalizados.

Si hay que buscar razones y causas de la situación sanitaria actual del departamento hay que hablar de política y de sus intereses, y de soluciones que no atañen ni a gestiones internas de servicios ni probablemente a la gerencia del área, sino directamente a la Conselleria de Sanitat. Pero para esto, hay que entender el funcionamiento de un departamento que tiene como particularidad la de disponer de dos hospitales en una misma área.

El departamento de salud 14, área Xàtiva-Ontinyent, asiste a 198.000 personas aproximadamente a través de los centros de salud de cada municipio y del Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva y el General de Ontinyent. El primero es por el momento el de referencia del área, donde trabaja la mayor parte del personal sanitario, con más capacidad en número de camas, donde se efectúan la mayoría de técnicas diagnósticas y se realizan un mayor número de consultas externas de todas las especialidades, tanto hospitalarias como en el Centro de Especialidades del Españoleto. El de Ontinyent, de menor capacidad en número de camas, atiende un menor volumen de pacientes, tanto por consultas como hospitalizados en sus diferentes servicios „básicamente Medicina Interna y Cirugía general„ y remite a aquellos pacientes que pueden precisar de una estancia en una Unidad de Cuidados Intensivos al Alcanyís, ya que no disponen de este servicio. Este es el funcionamiento. Y estas diferencias de dotación y servicios entre los dos hospitales hacen que la mayoría de pacientes del departamento que precisen atención hospitalaria o especializada, o aquellos pacientes de alta complejidad, sean atendidos en Xàtiva.

Necesidades asistenciales. Actualmente, el envejecimiento de la población, la creciente demanda asistencial y la prevalencia elevada de enfermedades de diversa índole (cardiovasculares, respiratorias, oncológicas) conllevan un incremento progresivo de los recursos necesarios para asistir a la población. Si miramos las grandes inversiones efectuadas en departamentos de salud similares al nuestro, la respuesta ha sido la construcción de nuevos hospitales con mayor capacidad y dotación de recursos: el hospital de Dénia, inaugurado en 2009 y con una reversión inminente; los hospitales de Gandia „inaugurado en 2015„ y Llíria, también de 2015, o la reversión del hospital de la Ribera, que está comportando una gran inversión en medios técnicos y personal. En el Lluís Alcanyís se mantiene la misma plantilla de personal desde hace casi 15 años. La proporción de profesionales por 100.000 habitantes es baja en la mayoría de las especialidades médicas, y en un juego malabar de incongruencia política se han tenido que privatizar algunas técnicas diagnósticas para salvar la asistencia, mientras en el área vecina se hacía bandera de la reversión a hospital público del de la Ribera y se dotaba de personal sanitario, probablemente también deficitario. Está infradotación de recursos y las plantillas cortas de personal conllevan una mayor presión asistencial: esta sí que parece ser la causa de que muchos profesionales hayan abandonado este departamento en busca de mejores condiciones que puedan garantizar una buena asistencia; más, si existe una gran oferta de oportunidades como en el caso de Cardiología.

Como gran inversión en nuestra área, está prevista la construcción de un nuevo hospital en Ontinyent: algo mayor en capacidad pero con una cartera similar de servicios y que no está claro que incluya mayor dotación de personal sanitario. Pero para entender la necesidad de un hospital en Ontinyent hay que entender otra particularidad de nuestro departamento: la dispersión poblacional y la extensa área geográfica que abarca. Esta característica hace necesario garantizar a los habitantes de zonas limítrofes la atención que precisen, pero sobre este punto en el año 2017 ya se inauguró una reforma integral del Servicio de Urgencias del hospital de Ontinyent que asegura una atención completa y relativamente próxima en las áreas poblacionales más alejadas. Las dudas, razonables a priori, surgen cuando puede pensarse que esta gran inversión en el hospital de Ontinyent puede dejar de lado ya en este momento las inversiones tan necesarias a día de hoy en el hospital Lluís Alcanyís, donde se atiende a la mayoría de la población y a donde se derivan los pacientes que requieren una atención más compleja. Y comprometer en los próximos años la mejor asistencia. Nuestros políticos y gestores deberían aclarar estas dudas, porque en caso de que se cumplieran estos supuestos el perjuicio sería para todos los ciudadanos del departamento, incluidos los que acudirían al nuevo centro hospitalario de Ontinyent.

Políticos y profesionales. Urge mejorar la atención sanitaria en nuestro departamento y en concreto del Lluís Alcanyís, en beneficio de todos los ciudadanos de esta área. Pero como en todos los grandes temas de interés general deben converger los políticos y los gestores, los profesionales y la ciudadanía. La sanidad es un derecho que no debería depender de la buena voluntad de los trabajadores si no estar garantizada de una forma digna por nuestras instituciones. Pero hasta entonces, no me cabe la menor duda que seguiremos trabajando en el Lluís Alcanyís de Xàtiva como lo hemos venido haciendo estos últimos años para dar la mejor atención posible.