A muchos valldalbaidins u ontinyentins, en particular, los últimos nombramientos efectuados por el Consell que preside Ximo Puig les deben haber sabido a gloria reparadora. Sobre todo después del desencanto sufrido, hace algo más de un año, cuando como consecuencia del caso Alquería, el ontinyentí Jorge Rodríguez tuvo que dimitir de la presidencia de la Diputación de València.

Por eso empieza a reconfortar esa pila de nombres que, con marca socialista o de Compromís, han poblado los altos cargos como nunca en los distintos escalones de la Genealitat. Uno de los últimos casos ha sido el nombramiento del ontinyentí Rafael Beneyto como director general de Tributos y Juegos. Y aunque hace cuatro años su nombre ya se barajó para ocupar la Conselleria de Economía, obligaciones personales le llevaron a declinar la propuesta. Sin embargo las últimas visitas a Madrid, acompañando a Joan Baldoví para negociar con José Luis Ábalos el voto de Compromís en la investidura de Pedro Sánchez hacían presagiar lo acontecido. Beneyto ya formaba parte del alto comisionado para la reforma de la financiación autonómica.

Rebeca Torró, la socialista fiel, tal vez la máxima responsable del encumbramiento que Rodríguez cosechó como socialista, ya saben que ocupa la Secretaría Autonómica de Economía. Desde ese cometido ya piensa, asimismo, en poder resucitar al socialismo ontinyentí, al que la alta traición de Rodríguez redujo a cenizas. Su nuevo cargo significa que es la número dos de esa conselleria.

A Fran Quesada, el ex concejal de Compromís en Ontinyent, parece que no le ha pasado mucha factura el cargo anterior, desde donde no consiguió poner en marcha el Pla de Minimització de la Mancomunitat de la Vall. Aunque sí pudo plasmar el Pla Integral de Residus, hecho por el cual habría sido repescado como director general del Medi Natural i Avaluació Ambiental, cargo del tercer nivel; una perita en dulce.

Repite desde las filas de Compromís Maria Teresa Cháfer Nácher, de Carrícola, como directora general de Política Agraria Común. Y la socialista albaidina Carmelina Pla Silvestre, que seguirá en la Conselleria de Sanidad al frente de la Dirección de Régimen Económico e Infraestructuras.

Y ayer se supo, a través de Levante-EMV, que La exdiputada en Corts y exalcaldesa de Llutxent Jeanette Segarra regresa a la primera línea política. Ocupará uno de los puestos de nueva creación en Presidencia de la Generalitat, ya que Puig la quiere como directora general de la Agencia para la Lucha contra la Despoblación. de igual modo, el president, tras suscribir el Botánic II, se ha rodeado de dos nombres de la comarca: la albaidina Esther Ortega, como a jefe de gabinete y directora general de Eficiencia. Mientras también repite como subsecretario de Presidencia Emili Josep Sampío, natural de Beniatjar pero residente en Ontinyent desde hace décadas. A todos esos nombres cabe sumar la consellera de Justicia, que repite en el cargo, Gabriela Bravo, natural de Ràfol de Salem. O los diputados en Corts Jesús Pla, de Agullent por Compromís, y el ex técnico de ATEVAL y ontinyentí de cuna Felipe J. Carrasco, diputado del PP.

Consellers. Ante la orfandad de consellers propios, el alcalde Ontinyent se consuela con los de Comprmís. En los últimos días ha tenido ocasión de recibir y sacar pecho, en Ontinyent, junto al de Economía, Rafael Climent, acompañado por su secretaria autonómica Rebeca Torró, y también conla titular de Igualdad y vicepresidenta, Mónica Oltra, por la apertura de la residencia para los afectados de diversidad funcional.