aprincipios del mes de septiembre de 2018 publicaba este diario la noticia de la finalización del borrador del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico-Artístico de la ciudad de Xàtiva, iniciado en el año 2016. La declaración del conjunto histórico-artístico de la ciudad de Xàtiva se produjo en el año 1982 y la ley del Patrimonio Histórico Español de 1985 ya determinaba la obligación para el municipio de redactar un plan especial de protección, por lo que el retraso en la aprobación de este plan supera los treinta años. La urgencia, pues, de la entrada en vigor de este instrumento urbanístico para una de las ciudades más históricas y monumentales de la Comunitat Valenciana es ya extrema.
Parece que el documento, tras la finalización del borrador definitivo, inició un largo y lento trámite de peregrinación por distintas consellerias de la Generalitat Valenciana, que preceptivamente han de informar sobre el mismo. Y ello en el contexto de la grave crisis de personal y medios que azota a la casi quebrada administración autonómica, lo que fomenta que el plan pase por departamentos saturados de carga de trabajo y en los que el desconocimiento sobre la riqueza patrimonial específica del gran número de inmuebles históricos del casco antiguo de Xàtiva es una constante que amenaza la calidad y eficacia de los informes necesarios para la aprobación, publicación y entrada en vigor de este planeamiento fundamental para asentar el comienzo de la también retrasada sine die, a pesar del compromiso contraído, política municipal de recuperación y revitalización del degradado ya hace años centro histórico setabense.
Y también, este largo y lento trámite, del que la opinión pública setabense nada sabe, „salvo por una breve escaramuza electoral, producida a raíz de alguna entrevista radiofónica, entre dirigentes de partidos locales„, puede comenzar a sembrar dudas razonables sobre si existe realmente prioridad e interés de la administración de la Generalitat y los máximos responsables de la conselleria de Cultura por impulsar la tramitación, teniendo en cuenta el injustificable retraso de lustros que acumula el obligatorio plan especial de protección del corazón histórico setabense.
Es una buena pregunta ésta, que se desconoce si el alcalde de Xàtiva trasladó en su entrevista mantenida hace unos días, como contacto institucional de inició de legislatura, al presidente del Consell en el Palau de la Generalitat, en la que, según afirmó, hablaron de mejoras en la ciudad por parte del gobierno valenciano, con nuevas infraestructuras y servicios para los vecinos y visitantes.
Sería interesante que el gobierno municipal informara, „y también que los grupos de la oposición preguntaran„, sobre en qué situación administrativa se encuentra exactamente hoy el Plan Especial, en qué plazo está prevista su aprobación definitiva y si se ha realizado alguna acción administrativa para reclamar la agilización de una atrasada tramitación que va a suponer cumplir ya los cinco años desde que se comenzaron las tareas para que el conjunto histórico-artístico de Xàtiva tuviera por fin su plan especial de protección de acuerdo a la normativa vigente.
Ya no están en el gobierno el concejal y concejala impulsores de la elaboración del plan, con atribución incluida a la hora del balance de una gestión que ya no iban a continuar, sobre la paternidad y maternidad de la criatura que sin embargo sigue sin nacer. A otros concejales les corresponde ahora gestionar la aprobación urgente del plan, así como la continuidad de una comisión mixta de Patrimonio, que ha quedado en silencio desde que aquella concejala y aquel concejal dejaron el cargo, o también la falta de aprobación actualizada del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos „para el que existía un año de plazo, tras la aprobación de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano de 1998, carencia que parece increíble en la ciudad monumental de Xàtiva, con el segundo centro histórico en extensión y valor de las tierras valencianas después del de la capital València
