La Guardia Civil y la Policía Local han intensificado las patrullas de vigilancia en las urbanizaciones de Pino Grande y Pino Chico de El Genovés después de que una sucesión de asaltos a la fuerza en chalés de ambos núcleos diseminados haya conducido a los vecinos que residen en ellos a elevar la voz de alarma.
La difusión de las imágenes de una cámara de vigilancia que este fin de semana captó a tres encapuchados -con algún tipo de herramienta para forzar la entrada a las viviendas- ha contribuido a que la problemática adquiera una mayor dimensión.
Pese a que las casas de estas urbanizaciones solían utilizarse como segundas residencias en verano y quedaban vacías en invierno, a raíz de la pandemia sanitaria son varias las familias que han optado por establecerse y vivir en ellas todo el año. Los vecinos están convencidos de que los asaltantes saben que las viviendas están habitadas y temen estar siendo vigilados, puesto que por ahora los robos que han trascendido se han producido durante los fines semana y aprovechando que los inquilinos no estaban en el interior.
Pese a que la Guardia Civil ha incrementado su presencia en la zona y a que la Policía Judicial está trabajando en intentar esclarecer las denuncias recopiladas hasta el momento, los vecinos se han unido con la creación de un grupo de mensajería al que se han sumado ya 90 personas y en el que comparten información y se avisan entre ellos cada vez que observan alguna cosa sospechosa por los caminos o en las inmediaciones de las viviendas.
Según las fuentes consultadas por este diario, el recuento sitúa en al menos nueve los asaltos perpetrados en los últimos tres fines de semana en las dos urbanizaciones de El Genovés, tras el cambio al horario de invierno.
Begoña fue de las primeras en recibir la inesperada visita en su chalé. Fue del 1 al 2 de noviembre, coincidiendo con el puente de Todos los Santos. «Cuando llegó mi marido a la casa estaba toda desmantelada, todo desordenado. Me arrancaron la reja del cuarto de baño, me rompieron paños y entraron y salieron por la ventana. A otros vecinos les han destrozado todo por dentro...», relata. Los ladrones se llevan cualquier cosa con un mínimo valor que encuentran en los domicilios o que les pueda ser de alguna utilidad: lo mismo les da un ordenador portátil que un hacha para seguir delinquiendo. «Pero lo peor es la sensación de que han violado tu intimidad y que no tienen escrúpulos en arrasar con todo», puntualiza Begoña.
Preocupación
Para esta vecina, la creación del grupo de mensajería es una oportunidad para que los residentes de las urbanizaciones unan fuerzas no solo con la problemática de la seguridad, sino también con otras demandas compartidas. «Hay bastante preocupación y queremos ser precavidos. A veces nos sentimos abandonados y tenemos varias reivindicaciones hacia el ayuntamiento», apunta.
El alcalde de El Genovés, Pere Revert, ha tomado conocimiento de las inquietudes de ambos núcleos residenciales y confía en que la Guardia Civil está encima de los casos para atajar la sensación de inseguridad y evitar nuevos asaltos, en una zona de fácil acceso donde hay residencias vacías en invierno. El alcalde asegura que la Policía Local está aumentando las vigilancias para ayudar en ese mismo cometido.
