Jacobo Pérez es dueño de una parcela emplazada en la urbanización de Bixquert. Denuncia que las piaras de jabalíes se mueven libremente por la zona y que su mujer se encontró con una pareja de ejemplares en la terraza hace unos días: «Es una problemática que se ha acrecentado durante los últimos cinco años. Mi finca está al lado de un barranco y ellos suben y bajan de la montaña y se meten por dentro, ya que van buscando alimento. Si los espantas se van, aunque sin mucha prisa».
Según su testimonio, los grupos están normalmente compuestos por dos o tres adultos y hasta una decena de crías: «Antes los oías de noche, pero ahora vienen a cualquier hora del día. Se suben a los árboles para coger las naranjas, rompen ramas, hacen surcos. Antes tenía más variedades plantadas, pero he desistido, arrasan con todo lo que pillan».
El afectado también confirmó que estudia vallar su propiedad, que tiene una extensión de tres hanegadas: «Estoy pendiente de que suba el albañil y me dé un presupuesto. Me han destrozado un margen y uno de los accesos a los bancales lo hemos cerrado. Es una casa que siempre ha pertenecido a la familia de mi mujer. Subimos, sobre todo, en vacaciones y los fines de semana».
También lamenta los encuentros en la carretera con ejemplares de la especie: «Mi hijo los ha tenido que esquivar viniendo en moto y yo me he topado varias veces con ello. Esto también es un peligro. Necesitamos que se hagan batidas para reducir su presencia».
"Habrá problemas de por vida"
Abel Tortosa es el actual secretario de la sociedad de cazadores «El Orión», ubicada en Xàtiva y con 127 socios. Ayer confirmó que se han planificado batidas para los meses de enero y febrero, ya que Xàtiva es uno de los municipios en los que se ha reconocido de forma oficial la sobrepoblación de ejemplares de esta especie: «Hablé con la concejal de Medio Ambiente y le avisé. Bixquert va a tener problemas de por vida. Es una zona enclavada entre barrancos, con agua y vegetación. Es un sitio ideal para la cría del jabalí. Una piara se puede desplazar desde ahí hasta Montesa en busca de alimento». También comentó que durante todo el año se hacen vigilancias nocturnas para cazar estos animales: «Podemos tener hasta 50 puestos y repartirlos entre la Serra Grosa, Vernissa o Bolvens. Pedimos respeto, ya que sino es muy difícil cazarlos».
Apuntó que una reala puede conllevar más de 1.000 euros de gasto: «Hay que pagar al adiestrador de perros, a la gente que controla los caminos. Todo eso dinero sale de los recursos propios de la sociedad, ya que no recibimos ninguna ayuda».
«La conselleria debe saber que hay sobrepoblación»
Desde la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana también analizaron ayer el problema del crecimiento de las piaras: «Necesitamos que la conselleria sea consciente y consecuente con la situación de sobrepoblación de jabalí que afecta a la Comunitat Valenciana. No entendemos las enmiendas del Botànic al Proyecto de ley de la Generalitat sobre Protección, Bienestar y Tenencia de Animales de Compañía y otras medidas de Protección Animal, que imposibilitan la caza. Hay que blindar la realización de las batidas y se deben articular sanciones ejemplares para quién boicotee estas actividades».
Los vecinos de la urbanización hace tiempo que alertan sobre los problemas que conlleva la presencia de ejemplares de este especie y el aumento de las piaras.
