La cantera de Albaida trata de abrir un nuevo frente de extracción tras su clausura por falta de licencia

La promotora intenta legalizar la explotación ubicada junto a la A-7 con la solicitud de nuevos permisos para producir hasta 350.000 m2 de caliza durante un periodo de 22 años

Vista aérea de la cantera del puerto de Albaida.

Vista aérea de la cantera del puerto de Albaida. / Google Earth

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La empresa titular de la cantera de caliza ubicada en el paraje del puerto de Albaida, en plena Sierra del Benicadell, ha solicitado una licencia ambiental al ayuntamiento de esta localidad para intentar legalizar la actividad después de que la misma fuera clausurada a finales de 2020 a través de una resolución municipal recientemente avalada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).

El proyecto presentado por la mercantil Cantera El Port, SL, radicada en Cocentaina, justifica su razón de ser en el arranque de piedra caliza para su posterior machaqueo y comercialización de los áridos resultantes para su consumo en el sector de la construcción y las obras públicas, dada la demanda existente.

La promotora pretende abrir un nuevo frente de explotación distinto a los dos en los que se ha trabajado hasta el momento con el objetivo de extraer una producción anual estimada de hasta 350.000 m3 de roca durante 22 años, una cifra variable en función de la demanda del material en el mercado y las necesidades de abastecimiento.

La cantera, que ocupa una superficie de 29,87 hectáreas junto a la A-7, en un paraje también conocido como "Pla de les Codolles", actuó en el pasado como fuente de suministro de áridos para la ejecución de las obras del tramo Albaida-Alcoi de la Autovía Central de la Generalitat. La explotación obtuvo la autorización para comenzar a funcionar en 1980 sobre una extensión máxima de 488.273 metros cuadrados, un terreno actualmente delimitado por tres grandes parcelas al lado del Barranc del Naixement del río Albaida.

En 1985, El Port, SL asumió la titularidad de la cantera y, como empresa concesionaria de la misma, cada año ha presentado un Plan de Labores Anual conforme a la normativa vigente, mientras de forma paralela ha estado intentando regularizar su situación en el ámbito municipal. En 2008, la mercantil solicitó una Declaración de Interés Comunitario (DIC) con el fin de poder tramitar la licencia ambiental de la actividad. Según la firma, hasta la fecha ha obtenido todos los informes necesarios favorables en el marco del citado expediente a falta de la resolución del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental.

La operadora ha vuelto a aportar al ayuntamiento tanto el Estudio de Impacto Ambiental como el estudio de Integración Paisajística, junto a un nuevo proyecto básico de licencia ambiental, para tratar de recabar el permiso que hasta el momento el consistorio le ha denegado bajo el argumento de que primero la empresa necesita obtener la declaración de impacto ambiental positiva.

Impacto de nivel medio sobre la atmósfera

En verano del año pasado, el TSJ desestimó el recurso interpuesto por la propietaria de la cantera contra la ordena de clausura de la actividad minera decretada por el consistorio. La sociedad alegó que el cierre de la actividad le empujaba a declararse en concurso de acreedores como consecuencia del "irreparable" perjuicio económico sufrido, pero los tribunales no consideraron acreditada esta circunstancia y determinaron que debía prevalecer el interés general, evitando el funcionamiento de la cantera sin los permisos ambientales exigidos.

Aunque la explotación se encuentra en término de Albaida, la población más cercana a la misma es Atzeneta d'Albaida, a una distancia lineal de 2,8 kilómetros. El estudio de la promotora reconoce un impacto de nivel medio de las labores de explotación de la cantera sobre la calidad de la atmósfera en la zona, pero se compromete a adoptar la medidas correctoras y protectoras para mitigar las afecciones.

El proyecto presentado contempla una serie de actuaciones previas, como la ampliación del camino de acceso de la cantera hasta llegar una cota superior, el desbroce de la capa vegetal superficial y la construcción de zanjas de drenaje para la evacuación de las aguas pluviales hacia una zona formada por barrancos, vaguadas y el río Albaida. La primera fase planteada por la empresa tendría una duración de 12 años y consistiría en abrir un nuevo frente de extracción en sentido descendente distinto de los dos que ya se encuentran abiertos para iniciar una restauración simultánea a la explotación. La segunda fase duraría 5 años y comenzaría con la restauración de los bancos superiores. La tercera fase se extendería durante 4 años más y se completaría con la explotación y restauración total de la cantera.

El TSJ rechaza el cierre de otra cantera entre Albaida y Atzeneta

Por otra parte, el Tribunal Superior de Justicia ha desestimado la denuncia formulada por la Asociación Protección Ambiental y Minería contra otra cantera ubicada entre Albaida y Azteneta d'Albaida que, según el colectivo, opera sin licencia municipal y rellena el hueco minero con residuos de todo tipo sin autorización ambiental.

La asociación interpuso un recurso contencioso frente al silencio administrativo de la Conselleria de Política Territorial ante sus reclamaciones y pretendía que se condenara a la administración autonómica a restaurar la legalidad urbanística. Sin embargo, la sala de magistrados del TSJ considera que la demandante no ha presentado ninguna prueba para acreditar la infracción que denunció y tampoco aprecia indicios de ningún incumplimiento en el expediente remitido por la Generalitat una vez examinado. Por ello, las sentencia condena en costas al colectivo demandante.

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