Hallan las huellas de una puerta andalusí en el Bellveret de Xàtiva

El arqueólogo Josep A. Gisbert y el ilustrador Rafa Guinart documentan los vestigios del posible acceso principal a la antigua alcazaba a partir del mural de Wyngaerde del siglo XVI

El estudioso de las murallas aporta nuevos indicios de una gran plataforma califal en la costa del Castell

La zona del Bellveret de Xàtiva donde Josep A. Gisbert sitúa la puerta andalusí de acceso a la antigua alcazaba

La zona del Bellveret de Xàtiva donde Josep A. Gisbert sitúa la puerta andalusí de acceso a la antigua alcazaba / J.G.

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La celebración del milenario del «Collar de la Paloma» ha avivado el interés de los investigadores por esclarecer los múltiples interrogantes aún ocultos sobre el lugar y la época en la que se concibió la joya de la literatura árabe en 1023, cuando Xàtiva vivía una época de gran esplendor bajo dominio islámico. El arqueólogo Josep A. Gisbert Santonja y el ilustrador Rafa Guinart han aportado pruebas de un singular hallazgo localizado en la zona del mirador de Bellveret, donde sitúan las improntas de una gran puerta de origen andalusí en el frente norte del recinto amurallado. 

La importancia del descubrimiento radica en que podría tratarse del acceso principal a la alcazaba califal del siglo X cuya existencia defiende Gisbert a raíz de otros descubrimientos similares en las puertas al este y oeste, algunos de los cuales suscitaron un intenso debate por cuanto cuestionaron el origen romano de diversos tramos de muralla. 

Después de revisar a fondo el famoso grabado de Anthonie van den Wyngaerde de 1563 que muestra cómo era la Xàtiva renacentista, Guinart observó unas marcas junto al parking del Bellveret que el arqueólogo ve perfectamente compatibles con un portón cuya datación exacta está por determinar, a falta de un estudio arqueológico con detalle: podría ser califal, pero también almorávide o almohade.

El grabado de Wyngaerde del siglo XVI

El grabado de Wyngaerde del siglo XVI / Levante-EMV

Aunque la estructura de la entrada ha desaparecido por completo, en la piedra del pavimento se observan restos excavados de un banco, cuadros y líneas rectas delimitadas con medidas similares a ambos lados. Otra cuestión problemática es conocer si detrás de esta puerta había otra, puesto que en el grabado de Wyngaerde aparece una gran bóveda de medio cañón que también podría ser de época califal.

«No tenemos la certeza de si estaba justo detrás o unos metros más allá, en les Santes», apunta Gisbert, que pone en duda el carácter romano con el que aparece grafiado ese acceso norte en la ilustración del dibujante paisajista flamenco del siglo XVI, que recorrió España por encargo de Felipe II. «La historiografía ha querido que todo formara parte de la Saetabis romana, pero hay evidencias de una gran plataforma califal en la Costa del Castell», sostiene el experto. 

Rafa Guinart documenta el lugar donde estaría la puerta del Bellveret.

Rafa Guinart documenta el lugar donde estaría la puerta del Bellveret. / J.G.

En 2010, Josep Gisbert estudió las murallas de Montsant y situó el origen de su fábrica entre los siglos IX y XI, cuando hasta entonces se había dado por hecho que los lienzos eran romanos.

En 2014, una investigación arqueológica a cargo de Emili Moscardó corroboró la existencia de un postigo y de una gran densidad de restos del siglo XI que según Gisbert apuntalarían la idea de que la alcazaba califal «no era un lugar puramente similar», sino que «tenía vida» y un nivel de urbanismo importante.

A raíz de las jornadas sobre el Collar de la Paloma organizadas por Amics de la Costera en 2022, el director técnico del museo arqueológico de Dénia se marcó el objetivo de retomar la búsqueda de nuevas evidencias para confirmar su tesis con la ayuda de Guinart, que como ilustrador está documentando los hallazgos y trabajando en la caracterización de la arquitectura califal de la plataforma, tomando como punto de referencia otras ilustraciones antiguas. 

El ilustrador Rafa Guinart dibuja la posible configuración original de la puerta de la Aljama.

El ilustrador Rafa Guinart dibuja la posible configuración original de la puerta de la Aljama. / J.G.

Documentación gráfica

Después de desplegar una serie de comprobaciones sobre el terreno en el marco de su exploración en curso, una conclusión que extraen es que las murallas y la puerta de poniente —donde acabaría la plataforma califal— tienen «un 50 % de paramentos califales a la vista», algo que ya sugirió Basilio Pavón Maldonado, prestigioso especialista en la historia del arte andalusí. 

La dupla Gisbert-Guinart también está documentando la fase islámica de la antigua puerta de la Aljama, por donde se sitúa la entrada de Jaume I y su ejército a Xàtiva en 1244. Su propuesta plantea dos posibles alternativas de cómo fue originalmente la puerta andalusí a partir de las evidencias recabadas hasta ahora: en un dibujo aparece con arco de herradura y en otro, con un arco apuntado u ojival. El elemento fue restaurado en el siglo XIX.

Detalle del arco actual de la puerta de la Aljam

Detalle del arco actual de la puerta de la Aljam / J:G.

A fin de cuentas, todas las indagaciones dibujan un escenario en el que todavía quedan muchas incógnitas y muchos tesoros ocultos por descubrir en la Costa del Castell, asociados a los restos de una posible alcazaba única en tierras valencianas con un gran valor potencial a nivel histórico, patrimonial y turístico, en una zona sin excavar. Algo a tener muy en cuenta de cara a futuras actuaciones en el enclave.

Según expone Gisbert, este fue un lugar "privilegiado" en época andalusí que acogió a la aristrocracia cordobesa tras la descomposición del califato omeya. En sus estudios previos, también señaló la plausible existencia de la mezquita fundacional de Medina Sateba junto a la ermita de Sant Feliu, una tesis que ha despertado airados debates entre los historiadores locales.