Ontinyent recupera producción textil cedida a Asia tras una inversión de 2 millones

El grupo Cotoblau, líder en fundas de colchón y proveedor de Ikea, reflota un complejo abandonado de 3.000 metros cuadrados en la Avenida del Textil para fabricar rellenos de acolchados con maquinaria de última generación y evitar los costes del transporte

La gran nave abandonada de la Avenida del Textil en la que se va a establecer la nueva actividad.

La gran nave abandonada de la Avenida del Textil en la que se va a establecer la nueva actividad. / Google Maps

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La pandemia, la crisis de suministros a escala global y el encarecimiento de los costes de transporte y de las materias primas son factores que en los últimos años han acrecentado el interés de las empresas por traer de vuelta al punto de origen parte de la producción que se externalizaba a países ubicados a miles de kilómetros de distancia, debido a las inquietudes generadas por la pérdida de rentabilidad.

Una de estas experiencias de relocalización se está gestando en Ontinyent, donde el empresario textil Càndid Penalba proyecta reflotar una gigantesca nave abandonada ubicada en la Avenida del Textil para transformarla en un complejo de fabricación de guata de fibras de poliéster para rellenos y acolchados textiles que ocupará una extensión de cerca de 3.000 metros cuadrados.

La iniciativa surge de la necesidad de disponer de materia prima para la confección de artículos textiles para el hogar que hasta ahora se importaba procedente de los países asiáticos. El propietario de Cotoblau, empresa proveedora de Ikea que llena medio mundo de fundas y protectores de colchón con sus exportaciones, planea desplegar una fuerte inversión, que asciende a los 2 millones de euros, con una apuesta por la instalación de maquinaria de última generación y "muy eficiente energéticamente".

El objetivo de la propuesta pasa por propiciar una reducción significativa de los costes de transporte, puesto que el tipo de productos que va a fabricarse tiene "mucho volumen" y los gastos de transporte eran elevados. "Si se fabrican aquí el coste es más interesante", señala Penalba, también vicepresidente de la Asociación Textil de la Comunitat Valenciana (Ateval) y CEO de Kamasana.

La intención del empresario es que el nuevo complejo industrial pueda entrar en fase de producción a finales de abril con máquinas modernas que reducen el impacto energético. El proyecto cifra en 15 el número de trabajadores que se incorporarán a la actividad, entre ellos doce operarios, dos administrativos y un puesto directivo.

De momento, la firma Watafil, SL está a la espera de obtener los permisos definitivos para el establecimiento de la actividad. Este jueves, el Ayuntamiento de Ontinyent sacó a exposición pública la solicitud de la licencia ambiental.

Un edificio de 1972 sin uso

El edificio industrial en el que se asentará la nueva fábrica se construyó en 1972, está formado por tres naves industriales y llevaba años sin uso.

A partir del material procedente de las plantas de manufactura de fibras artificiales (en balas), la factoría se dedicará a la apertura de la fibra para su posterior cargado, el conformado de la fibra a alta temperatura, la formación de la guata y, por último, el embalaje y expedición del producto. La guata es utilizada como materia prima en el rellenado textil, en las confecciones de artículos textiles para el hogar, preferentemente colchas y edredones, aprovechando la propiedad térmica que ofrece este producto.

Se estima que la industria consumirá una potencia simultánea de 204 kilovatios y utilizará anualmente unos 3 millones de kilos de fibras de poliéster en sus procesos de producción, presentadas en balas prensadas de 300 kilos cada una.

La empresa también demandará alrededor de 15.000 kilos de bolsas de film transparente de polipropileno y almacenará 1.000 kilos de guata de fibras de poliéster con una permanencia máxima de unos 5 días. Igualmente, el complejo dispondrá de una instalación de gas natural para proporcionar combustible.

La actividad dará trabajo a 15 empleados y se estima que podría comenzar a funcionar a finales de abril

El grupo Cotoblau, nacido en 2002 y con sede actual en Ontinyent, tiene presencia en 5 continentes y vende sus productos en 50 países. El conglomerado no deja de expandirse: suma ya más de 30.000 metros cuadrados de instalaciones, da trabajo a más de 200 empleados y fabrica 130.000 prendas semanalmente con materiales 100% reciclables. En 2023 invirtió 1,5 millones en su fábrica de Ontinyent y en 2022 abrió una nueva planta en Agullent.

La potente inversión industrial que va a desplegarse en el polígono del Textil afianza a la capital de la Vall d'Albaida como puntera en este sector. No en vano, esta es la localidad española que cuenta con más trabajadores en la industria textil. 

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