El maestro que revoluciona las matemáticas en Xàtiva

Fernando Pérez suma un nuevo reconocimiento para el colegio especializado en metodologías activas con un proyecto que apuesta por una enseñanza divertida de la disciplina que más mala fama suele tener entre los alumnos: "El niño no puede ser un mero receptor de ideas"

El maestro Fernando Pérez García, tras el reconocimiento obtenido este lunes en Xàtiva.

El maestro Fernando Pérez García, tras el reconocimiento obtenido este lunes en Xàtiva. / Perales iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Fernando Pérez García estudió letras puras, pero en el colegio Attilio Bruschetti de Xàtiva es el maestro encargado del ambiente especializado en ciencias y matemáticas, una disciplina que en esta escuela goza casi de tanta popularidad entre los alumnos como Educación Física gracias a la innovadora metodología que se aplica en el aula.

Pérez García ha sido galardonado con el premio M. Antònia Canals 2023 que entregan las asociaciones de profesorado de matemáticas de lengua catalana, una distinción que le ha valido un reconocimiento público del Ayuntamiento de Xàtiva en la primera jornada de la Semana de la Educación, en la que también fueron distinguidos ayer los alumnos con los expedientes más brillantes de la ciudad.

El Attilio Bruschetti acumula condecoraciones de índole nacional que han convertido al colegio setabense en un referente educativo en metodologías activas, con sus clases sin libros de texto a memorizar, mesas ni sillas. En este centro se trabaja por ambientes de aprendizaje, un sistema no muy implantado que se aleja del método tradicional de enseñanza. En este contexto, Fernando Pérez desarrolló el Proyecto Fibonacci, que apuesta por dar un giro de 180 grados a las matemáticas que hasta ahora guiaban las editoriales y libros de texto, "muy mecánicas, memorísticas y repetitivas".

Fernando Pérez, flanqueado por la regidora de Educación y el alcalde de Xàtiva, en la gala de premios.

Fernando Pérez, flanqueado por la regidora de Educación y el alcalde de Xàtiva, en la gala de premios. / Perales Iborra

"Abogamos por una matemática mucho más creativa y divertida, que motive a los niños, donde se manipula, se investiga y se desarrolla un pensamiento matemático", resume Pérez García. El galardonado maestro recalca que, aunque su proyecto puede parecer destinado a conocimientos superiores, puesto que aborda la figura de Fibonacci, junto a conceptos como la proporción áurea y aspectos que rigen la vida diaria, el objetivo de la iniciativa es poner todo esto al alcance de niños y niñas de 8 a 9 años.

La propuesta planificó diferentes sesiones que se iniciaron con un cuento ("Fibonacci, el soñador de número") y en las que hubo hueco para la geometría con luz y proyectiva. "Se trata de poner en marcha nuestra creatividad como docentes y situar a los niños en el centro del proceso de enseñanza de aprendizaje. La matemática no tiene porque aburrir ni dejar una marca aburrida en ninguno de nosotros: podemos aprender matemáticas de forma diferente y estar dentro de la legislación básica", expone Fernando Pérez.

El niño como protagonista

"La mayoría de metodologías que ponemos en práctica en el Attilio Bruschetti son activas porque el niño no es un mero receptor de ideas, conceptos o teorías, sino el protagonista, el que bajo nuestra guía y acompañamiento va alcanzando sus propios aprendizajes", apostilla el maestro condecorado.

Pérez confiesa que él era "de letras puras" y no se considera "un buen matemático", quizás porque "algo falló en mis maestros", barrunta. Sin embargo, sus clases atraen a sus alumnos pese a la mala fama que suele tener la disciplina que imparte: "quieren venir al ambiente del cosmos y las matemáticas porque se lo están pasando bien y están aprendiendo", incide el docente.