Nash, uno de los fundadores en Gran Bretaña del "land art", tendencia del arte contemporáneo que utiliza el marco y los materiales de la naturaleza, trabaja con la madera de los árboles "con la satisfacción de modelar algo vivo", según indicó en declaraciones a Efe poco antes de inaugurar esta tarde su exposición en la Galería Álvaro Alcázar de Madrid.

El artista, nacido en Esher (Surrey, Reino Unido) en 1945, investiga en sus últimas esculturas, algunas de ellas totalmente carbonizadas o en estado de descomposición, la morfología del árbol, las características naturales de su madera, y los cambios producidos con la intervención del hombre.

"Yo tomo el árbol prestado, lo trabajo y después, si quiero, al cabo de un tiempo puedo devolverlo a la tierra para que ésta lo absorba y empiece de nuevo su ciclo vital", señaló Nash, quien viaja a cualquier lugar del mundo en el que le digan que existe un tipo de madera especial para trabajarla.

Entre los sitios de los que ha recogido el producto para su obra citó un "hospital" para árboles enfermos de Barcelona, aunque aseguró que ha viajado hasta California para recoger árboles y llevarlos a su taller, en una antigua iglesia en plena naturaleza al norte de Gales.

El trabajo del artista ha pasado de la intervención directa sobre el territorio a constituirse como "escultura biológica", realizada sobre el proceso de descomposición orgánica, tala y carbonización de los grandes árboles.

Como ejemplo de ello, la exposición muestra numerosas obras de roble, una de las maderas "más difíciles de trabajar", y en las que con la paciencia de un cirujano el artista va haciendo pequeñas o grandes hendiduras y le va dando forma hasta lograr la pieza que tiene en mente.

Nash, que aseguró que a pesar de llevar trabajando durante muchos años la madera siempre encuentra cosas nuevas durante su proceso de creación, recalcó el alto componente de agua que contiene un árbol y que supone más del treinta por ciento de su peso total.

Esa cantidad de agua hace que el árbol tarde dos años en coger su forma definitiva, al sufrir la madera un proceso de contracción paulatino durante todo este tiempo que el artista aprovecha para crear formas irregulares.

David Nash, que expone sus obras en numerosos museos y reconocidas galerías de todo el mundo, trae una de sus exposiciones por segunda vez a España, donde ya estuvo en 2005, y en la que muestra 16 piezas, incluida una serie de obras sobre papel.