«Tócala otra vez, Sam»

teatro olympia (valencia)

De Woody Allen. Int: Luis Merlo, María Barranco, Francisco Nortes, José Luis Alcobendas, Beatriz Santana. Esc.: Ricardo Sánchez. Dirección: Tamzin Townsend.

Sin duda es Annie Hall la obra cumbre de la primera etapa creativa de Woody Allen. Sin embargo, Tócala otra vez, Sam, conocida en España como Sueños de un seductor, me parece el guión de esa etapa que más aguanta el paso del tiempo. Porque la pieza teatral que dio base a la película es —y seguirá siendo— una comedia redonda. En todos los sentidos: creación de personajes, de situaciones y de diálogos.

Es el prototipo de ese humor contemporáneo que se volvió contra el autor. Si en comedia tradicional era la sociedad la que sufría la parodia, Allen cambia esta tónica, siendo el propio autor el parodiado. O, en todo caso, el personaje creado por el propio autor que tiene mucho, valga la redundancia, del propio autor.

La historia de Tócala otra vez, Sam (frase que parece porvenir de la película de Casablanca, pero no, es de Una noche en Casablanca, de los Hermanos Marx) es bien conocida. El protagonista acaba de ser abandonado por su mujer, y no es muy ducho en las relaciones. Precisa del apoyo de, nada más y nada menos, Humprhey Bogart. A partir de ahí, llega la disparatada búsqueda de pareja, el delicioso triángulo con su amigo y la esposa de éste, y el final made in Casablanca.

La versión escénica de Tamzin Townsend es muy pragmática. No se le puede considerar como fuera de serie, pero sí efectiva. Y sí, es cierto, el montaje no termina de quitarse ese abandono estético (escenografía, iluminación…), con que suele pecar buena parte del teatro privado proveniente de Madrid, pero el tono general es resolutivo, ameno, grato. Porque si el reto principal, aparte de construir bien tanto los gags verbales como situacionales, y mantener en alto el punto tragicómico de la obra, era quitarse de la cabeza los fantasmas de Allen y a Diane Keaton, éste se consigue. Algo más lo logra un excelente y divertido Luis Merlo (dice y vive las frases a la perfección), que María Barranco; aunque la actriz mantenga las constantes vitales de su crucial papel en esta comedia para la eternidad.