Holanda y Japón son los países donde más se ejecuta la música de Manuel Palau (Alfara del Patriarca, 1893 - Valencia, 1967). Así lo dicen los recuentos de la Sociedad de Autores (SGAE). "Interesa más donde no hay prejuicios", argumenta Salvador Almenar, nieto del compositor. El dato evidencia el olvido de este, que empezó en vida, añade, por su decisión de permanecer en Valencia y no trasladarse a la capital, a pesar de ganar el Premio Nacional del Música por dos veces (en 1927 y 1945). Después ha habido un factor ideológico, la leyenda de su proximidad al régimen franquista, que el nieto rechaza al subrayar que una obra suya se escuchó en el Congreso de Intelectuales Antifascistas de Valencia de 1937.

El dato empírico lo aporta uno de los discípulos de Palau, Manuel Galduf. El titular de la Jove Orquestra de la Generalitat (JOGV) asegura que el 80 % de la obra sinfónica del compositor está sin grabar, por lo que es desconocida por los aficionados.

El Institut Valencià de la Música (IVM) recupera ahora dos conciertos de Palau en una grabación de la JOGV bajo dirección de Galduf que supone el volumen diez de la colección Patrimonio Musical Valenciano.

Cada pieza tiene su historia. El Concierto levantino (1947), para guitarra y orquesta, era una "deuda" pendiente, explica Galduf, ya que lo intentó interpretar con la Orquesta de Valencia (OV), pero existían partituras diferentes, así que lo tuvo que abandonar. Hasta que el guitarrista Rafael Serrallet rescató una versión última de esta obra influida por el Concierto de Aranjuez en su tesis doctoral y se ha podido grabar en uno de los encuentros de la JOGV, con el propio Serrallet como solista.

El Concierto dramático (1946 y revisado en 1954), para piano y orquesta, era "un mito" para el pianista Bartomeu Jaume desde que el profesor García Chornet le hablaba de él. Existía la partitura solista, pero no la orquestal. "La busqué, visité a la familia, pero no hubo manera", relata. Años más tarde, por casualidad, en la Biblioteca de Valencia se dio de bruces con una copia firmada de la pieza. Presentó el proyecto al IVM y en días tenía una propuesta para interpretarla y grabarla con la Jove Orquestra.

El resultado es el álbum presentado ayer, que tiene como fin "poner en valor" la abundante producción del autor de la Marcha burlesca y la ópera Maror. Un trabajo que el IVM ya ha comenzado con la familia, afirma la directora de la entidad, Inmaculada Tomás, que destaca la cercanía de los conciertos recuperados, de ula etapa de madurez de Palau. "Una música de repertorio que debería estar en las orquestas españolas".