La creación del holding CulturArts no sólo ha supuesto el bloqueo parcial de la actividad cultural por la integración- aún no efectiva pero sí sobre el papel- de los institutos culturales afectados sino que puede convertirse en un quebradero de cabeza jurídico para la Generalitat Valenciana.

Más aún, y antes de aplicarse los respectivos ERE que podrían llegar a afectar al 40% de la totalidad de la plantilla, porque los trabajadores de dos de los organismos afectados han denunciado ante los tribunales lo que ellos consideran una ilegalidad en la fusión de las diferentes empresas.

Los comités del Instituto Valenciano de la Música (IVM) y Teatres de la Generalitat (TG), que son los que se han adelantado, consideran que la creación del holding a través de un decreto y sin negociación previa con los colectivos afectados vulnera uno de los artículos del Estatuto de los Trabajadores. Y a él se han agarrado para impugnar la creación del holding y paralizar la fusión y, asimismo, el desarrollo de su reglamento. Es una piedra en el camino.

Según el Estatuto, una fusión de esta naturaleza no puede realizarse sin que previamente se haya producido un acercamiento, una negociación inicial entre las partes y haberse facilitado la información correspondiente. El contenido del decreto de creación del holding se conoció una vez fue aprobado por el Consell su propia creación.

Además, según estos, la anterior consellera de Cultura, Lola Johnson, se comprometió a que la fusión no afectaría en cuanto a los despidos y reorganización interna a las unidades artísticas, como son el Cor, la Orquestra de la Generalitat o el Ballet de Teatres. Los actuales responsables los han incluido también en el paquete.

CulturArts es una nebulosa creada por la Generalitat en un intento de ahorrar y crear sinergias internas. En un primer momento, iba a afectar a todos los organismos culturales del Consell, sin incluir museos o el propio Consorcio de Museos. Pero primero se descolgó al IVAM, luego al Palau de les Arts y no así, por ejemplo, Castelló Cultural.

Sin embargo, la creación de CulturArts se realizó sobre un documento que apenas esbozaba intenciones pero no aportaba dato alguno de la forma de su desarrollo. De hecho, el propio responsable actual del holding, Manuel Tomás, pedía recientemente unos meses para poder organizar el nuevo ente que fusiona organismos tan dispersos como los vinculados a la música, la restauración, las artes escénicas o el audiovisual. Todos ellos, además, con déficits millonarios a sus espaldas.