La cuarta edición del Internet Freedom Festival (IFF) vuelve a València para convertir la ciudad en capital mundial de derechos digitales, con 200 ponencias de expertos con perfiles diversos que van desde ámbitos relacionados con la tecnología, el activismo -medioambiental o de género- o el periodismo, en la que más de la mitad de ponentes son mujeres.

El encuentro, que se celebrará del 5 al 9 de marzo en el espacio cultural de Las Naves de València, fue presentado ayer por los fundadores del proyecto, Sandra Ordoñez y Pepe Borrás, el conseller de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, Manuel Alcaraz, y el diputado de Transparencia de la Diputación de València, Roberto Jaramillo.

El festival reunirá a alrededor de 1.200 profesionales, entre ponentes y asistentes, procedentes de 130 países distintos, lo que supone que se convierta en la edición «más grande y diversa» hasta el momento, y pretende dialogar sobre el futuro de Internet, uniendo fuerzas contra la vigilancia masiva y la censura. Ordóñez explicó que esta IV edición pretende dar más importancia a eventos culturales y artísticos, entre los que destacan el estreno el día 7 del documental El monstruo, de Luis Carlos David, que cuenta con tres entrevistas con sicarios de un cartel mexicano.

La cofundadora del IFF indicó que el documental tendrá espacio en el festival porque el director «no se sintió seguro» de estrenarlo en otro lugar y porque explica que la vigilancia a periodistas y ciudadanos se está «sofisticando».

«Cada vez hay muchas más entidades que se dan cuenta del poder de Internet para censurar a pueblos», señaló Ordoñez.

Jaramillo explicó que el IFF es un festival «consolidado» en el panorama internacional, que edición tras edición supera las expectativas marcadas y su objetivo es que la información que hagan pública llegue a la ciudadanía.

Por su parte, el conseller de Transparencia mostró su «enorme preocupación» por las «restricciones» a la libertad de expresión que están teniendo lugar en España. «Sentimos vergüenza», aseveró.

Dijo que «la red es un formidable instrumento para que la deliberación se democratice, porque todo lo que no sea eso convertirá a la red en un formidable instrumento de manipulación».