La Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda, la Conselleria de Cultura y la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de València trabajan de forma conjunta en un ambicioso proyecto de regeneración urbana del barrio del Carme que tiene a tres de los principales museos de la ciudad -el IVAM, el Centre del Carme y el Centre de la Beneficència-, como ejes principales de la actuación.

Se trata de un proyecto con el que se quiere impulsar el carácter cultural de barrio mediante la intervención y rehabilitación de inmuebles y el aprovechamiento de solares y naves sin uso para atraer la actividad artística. Pero, tal como ha advertido el director general de Calidad y Rehabilitación de la Generalitat, Alberto Rubio, esta «dinamización cultural» se hará «en consonancia con la vida del barrio». «No se trata de poner el arte al servicio de la gentrificación -asegura-. En el Carme hay una presión turística creciente y queremos consolidarlo como un barrio de personas que viven en la ciudad y que lo van a compartir con una actividad cultural que tiene que ser muy cercana».

El plan se encuentra ahora en una primera fase de «prospección» a cargo del exsubdirector del IVAM, Álvaro de los Ángeles. «Estamos hablando de una manera no formal con los actores que deben participar en el proyecto y buscando los espacios de oportunidad -explica Rubio-. La segunda fase tendrá que ver con estrategias de dinamización y participación, en la que involucraremos a la gente y empezaremos a activar espacios en desuso. Y en la tercera llegará el concurso de ideas que se materializará en el proyecto de regeneración urbana que se quiere acometer».

El objetivo de la Generalitat es que, a partir del trabajo de Álvaro de los Ángeles, se convoque el concurso de ideas antes de verano y que de él salgan cinco proyectos de regeneración, de los cuales el mejor se empezará a desarrollar en 2022. El director general de Rehabilitación no quiere entrar de momento en la inversión que supondrá este proyecto, pero destaca que es lo «suficientemente ambicioso» para que «dos conselleries y el ayuntamiento de la principal ciudad de la Comunitat Valenciana estén implicados y para que se vayan a pedir fondos europeos».

«El gran reto es conseguir aunar en la propuesta las voluntades de muchos actores diferentes -indica Rubio-. Necesitamos la colaboración del sector privado, que es propietario de muchos inmuebles y solares en mal estado. Necesitamos a la administración que tiene propiedades y fondos. Y es importante contar con el tejido asociativo para responder a las necesidades de las personas que viven allí, incluidas las que se dedican a la actividad cultural».

El del «eje de los museos» (es como se conoce el proyecto en esta fase «embrionaria», tal como han señalado fuentes de la Conselleria de Vivienda) parte precisamente de la vicepresidencia segunda que dirige Rubén Martínez Dalmau y cuya sede está en la Plaça del Carme. «Aquí está también el Centre del Carme, que antes fue la Academia de Bellas Artes. En su entorno proliferaron las viviendas y los talleres de artistas vinculados a la academia, y ese es el carácter que queremos recuperar», indica Alberto Rubio.

En este sentido, una de las «patas importantes» del proyecto, indica el director general, será la «construcción de viviendas y espacios artísticos donde haya lugar para hacerlo. Se va a hacer un trabajo importantísimo de rehabilitación y de pequeñas intervenciones de rehabilitación urbana. Y todo esto atravesado por la dinamización social, que sea el tejido social el que aproveche esto».

En la consecución de este objetivo juegan un papel importante los tres museos que, junto a las calles Quart, Guillem de Castro y la Plaça del Carme delimitan el espacio de actuación del plan. «Es fundamental que ni el IVAM, ni el Centre del Carme ni la Beneficencia le den la espalda al barrio, y que la gente no las vea como instituciones ajenas a ellos. No se pretende gentrificar con la movilización del mundo de la cultura una zona que necesita justo lo contrario. Por eso el proyecto no trabajará solo cuestiones de dinamización del mundo de la cultura, sino que también se quiere completar con equipamientos para los habitantes del barrio».