Los libros prohibidos salen a la luz en la Nau

La muestra tiene publicaciones políticas, religiosas y eróticas y se inaugura hoy, en la biblioteca histórica de la Universitat

Cartel de la exposición.

Cartel de la exposición.

Con «Fuego en la biblioteca. Libros que incendiaron la Europa de las Luces», la biblioteca histórica de la Universitat de València saca a la luz cuarenta ejemplares impresos que estuvieron en la lista de libros prohibidos durante el siglo XVII en Francia.

La exposición, comisariada por el profesor Nicolás Bas Martín con la colaboración del editor Vicente Chambó, se inaugurará hoy en la Nau, junto a otras dos: «Signes de Puntuació. Passat i present en el Premi de Pintura de la Fundació Mainel (1998-2023)» proyecto de la Col·lecció Martínez Guerricabeitia de la Fundació General de la Universitat y la Fundación Mainel; y «Les métiers» del concurso ValenciaPhoto.

La muestra sobre el Siglo de las Luces está organizada por la biblioteca histórica y por el Vicerrectorado de Investigación de la UV, junto con el Instituto Francés, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Valencia y la Societat Bibliogràfica Valenciana Jerònima Galés y reúne algunos de los libros prohibidos «más emblemáticos» del siglo XVIII francés.

Se trata, como explica Bas, de obras de contenido político, religioso y literario, entre las que se encuentran algunas de carácter erótico con grabados voluptuosos. 

«Tenían temas políticos y religiosos, iban contra el estado y la iglesia, las bases del Antiguo Régimen», apunta el investigador, que explica que su pasión por estos libros le viene por el interés que siempre ha tenido por el siglo XVIII y, también, por coleccionismo de su padre.

Así, en numerosos viajes académicos, se ha ido haciendo con estos ‘libros prohibidos’. «La cultura francesa tenía un espíritu rebelde, subversivo, que ponía en cuestión algunas de las verdades absolutas que se consideraban intocables», añade.

«Best sellers» de la Ilustración

Los libros , nunca hasta ahora expuestos, proceden de colecciones particulares y de la Universitat, y fueron auténticos best sellers de la época.

Se trata, por ejemplo, de algunos ejemplares de l’Encyclopédie, de Diderot y d’Alembert –obra cumbre de la Ilustración–, así como diversas obras de la marquesa de Pompadour; las obras completas de Voltaire en una rarísima edición en papel azul; o el plano de Turgot, que representó una de las hazañas cartográficas más extraordinarias del mundo. 

Es, precisamente, uno de los libros de Pompadour, el preferido del comisario. «Era una mujer que podríamos decir feminista, avanzada a su tiempo, un icono de mujer cultivada y hay un ejemplar suyo, con una encuadernación maravillosa», apunta.

Fotografías de Pedro Hernández

En la exposición, además de los libros, también hay un ‘diálogo’ con fotografías eróticas y artísticas en blanco y negro, del fotógrafo hispanofrancés Pedro Hernández. «La exposición tiene dos objetivos: cautivar y provocar. Es muy original, no se ha hecho nunca en la UV una muestra con este tipo de materiales. Es una provocación, porque aún vivimos en una sociedad muy puritana y a alguien aún le puede ruborizarle en la actualidad», explica el comisario.

Para Nicolás Bas, esos libros tienen «una enorme vigencia», a pesar de ser de siglo XVIII, por su «cosmopolitismo, nomadismo, multiculturalidad, espíritu crítico (que hoy en día hace falta más), el papel de la mujer... se pueden extrapolar muchas cosas de estos libros».

«Obras como las que se muestran en este proyecto, que fueron perseguidas y prohibidas, constituían el llamado enfer de las bibliotecas y se convertirían en la génesis de las democracias liberales modernas», apunta.

La muestra estará hasta el 26 de noviembre y también cuenta con el manuscrito del cura Jean Meslier, origen del materialismo que contagió a filósofos; los libros eróticos de Jean de La Fontaine, Andréa de Nerciat o el marqués d’Argens. 

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