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Manzanares, torero de toreros

Alicante se rinde a la figura del barrio de Santa Cruz en su medio siglo de alternativa con una feria con vacíos argumentales pero con la doble presencia de su hijo

El retrato de Manzanares que ilustra el cartel anunciador de la feria de Alicante.

El arquitecto catalán Oscar Tusquets escribe en su libro Pasando a limpio (Editorial Acantilado, 2019) que un artista es aquella persona que es capaz de pasar a limpio sentimientos compartidos. Y esa era la verdadera naturaleza artística de José María Dols Abellán, conocido como José María Manzanares (Alicante, 1953), quien hoy hubiera cumplido 50 años de alternativa.

El maestro alicantino dedicó toda su vida a pasar a limpio esas sensaciones que obtenía delante del toro con un capote y una muleta, a través de un gusto, una finura y clase torera a la altura de muy pocos. De hecho, Manzanares tuvo los mimbres para ser el torero total, la máxima expresión de lo que significa ser matador de toros, pero su falta de ánimo le llevaron a no llegar ni a la mitad de lo que hubiera podido ser como torero. El ejemplo fue que, pese a tener un fervor que raramente otorga la afición de Sevilla, nunca logró cortar las tres orejas exigidas para traspasar la Puerta del Príncipe. Solo en su despedida en 2006, a hombros de los toreros, la cruzó. Su mayor triunfo en la capital sevillana fueron las dos orejas a un gran toro de Torrestrella en abril de 1985.

El concepto

Su concepción artística del toreo es imprescindible entre los toreros de hoy en día. Es el torero del que más han bebido los actuales diestros. Su ampuloso juego de brazos, su clase absoluta y su naturalidad de terciopelo le han llevado a cumplir ese axioma tan manoseado pero que solo unos pocos como él lo cumplen: “Torero de toreros”.

Su exigencia plástica era arrebatadora, inspiradora. Tanto es así que hasta Camarón se hizo amigo de él y en los tentaderos de vacas, cuando se ponía a torear el propio cantaor, el torero alicantino se arrancaba por algún cante. Josemari Manzanares siempre ha destacado que su padre admiraba a Camarón por su bondad. Cuando la figura de la Isla de San Fernando falleció, el torero dejó de escucharlo porque le producía melancolía, se ponía muy sentimental.

Con diecinueve novilladas toreadas en 1971, tomó la alternativa hoy en día hace 50 años frente a toros de Atanasio Fernández con Luis Miguel Dominguín de padrino y El Viti, de testigo. Su cenit artístico llegó en Las Ventas. Primero al torear extraordinariamente a un gran toro Baltasar Ibán y cortar las dos orejas el 20 de mayo de 1977 y al año siguiente, el 22 de mayo de 1978, al inmortalizar el toro Clarín de Manolo González con una extraordinaria faena de muleta, muy armoniosa.

Falleció el 28 de octubre de 2014 en su finca de Campo Lugar (Cáceres) y sus restos reposan en el panteón familiar de Alicante.

La Feria de Alicante, al detalle

La feria de Alicante no hace honor a la trayectoria de Manzanares. Solo hay que recordar sus tardes con los Miuras o los Cuadris en la Feria de Julio de València o las mencionadas de Baltasar Ibán o Manolo González en Madrid para comprender que el toreo del alicantino casaba con todo tipo de ganaderías. No es lo que ha ocurrido este año, donde la diversidad ganadera la ponen los toros de Fermín Bohórquez, de origen murube, para rejones. Ni Núñez, su encaste predilecto, está en el ciclo. Hay que reconocer el esfuerzo del hijo por acartelarse dos veces en la feria, pero el único cartel que encaja en el aura manzanarista es el último, con Morante de la Puebla, Antonio Ferrera y Juan Ortega frente a toros de Luis Algarra, por el tipo de toreros que son, por sus conceptos, tan en el hilo del maestro alicantino.

Asimismo hay notables ausencia como la de Andrés Roca Rey o Pablo Agudo, dos jóvenes toreros que han demostrado que deben estar en todas las ferias por méritos propios y la afición los quiere ver. Emilio de Justo o Daniel Luque, que hoy harán el paseíllo en la feria de Castelló, tampoco están en el serial y son dos diestros que han demostrado estar en su mejor momento este 2021.

La feria coincide con las fiestas de Hogueras, con cuatro corridas de toros, tres a pie y una a caballo, teniendo a su hijo, José Maria Manzanares, como cabeza de cartel en dos de ellas, una con un mano a mano con Julián López ‘El Juli’ hoy, al que Manzanares padre dio la alternativa en Nimes en 1988, y otra al día siguiente compartiendo cartel con dos diestros que tuvieron gran relación con el maestro, Enrique Ponce y Cayetano. Completan la feria la corrida del 26 con Andy Cartagena, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza (Fermín Bohórquez) y la del 27 con Antonio Ferrera, Morante de la Puebla y Juan Ortega (Luis Algarra).

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