Los triunfos de Tomás Rufo en Alicante, de El Juli, José María Manzanares y Roca Rey en Castelló han sido las notas destacadas de la jornada taurina de este sábado.
Los diestros Julián López "El Juli", José María Manzanares y el peruano Andrés Roca Rey salieron este sábado a hombros en el segundo festejo de la feria de San Joan y San Pedro de Castelló tras ofrecer una gran tarde y repartirse un total de siete orejas ante una pobre y variada corrida de Daniel Ruiz.
El Juli afianzó al quinto, un toro que rompió a bueno gracias al magnífico trato que le dispensó. Brilló al natural, donde El Juli toreó de auténtica maravilla. Un final nuevamente en redondo, más relajado y a cámara lenta, fue perfecto corolario para, tras certera estocada, cortar dos orejas.
Le sienta bien el Mediterráneo a Manzanares. Si en la víspera fue su Alicante natal la encargada de verle triunfar hoy le tocó el turno a Castelló, donde firmó una notable actuación, especialmente en su primero, un gran toro de Daniel Ruiz al que cuajó de cabo a rabo en una faena que aunó elegancia, empaque e hilván en los muletazos que instrumentó Manzanares, mejor si cabe al natural. Dos orejas.
Otro trofeo más paseó Manzanares del quinto, que no acabó de romper lo suficiente pero al que cuajó especialmente por el pitón derecho, por donde le "sopló" varias tandas bien conjuntadas y con su habitual distinción en el embroque.
Roca Rey ve toro por todos los lados. Lo demostró en su primero, un toro que no se definió hasta el último tercio y al que el limeño, que dejó claras sus intenciones con un emocionante quite por tallaferas y gaoneras, le cuajó una faena muy maciza de principio a fin, de mucha autoridad por el derecho y de notable hondura al natural.
La gente se lo pasó en grande, también cuando Roca los deleitaba con sus consabidas improvisaciones y un final de cercanías de alto voltaje. Estocada a la primera y dos orejas para él.
El sexto fue un toro bruto y reservón con el que Roca Rey hizo un gran esfuerzo para, al menos, justificarse sobradamente a lo largo de una faena en la que no se guardó nada pese a la falta de oponente.
Tomás Rufo arrolla
El joven Tomás Rufo abrió este sábado la Puerta Grande en la quinta de la Feria de Hogueras de Alicant, tras un triunfo rotundo de tres orejas, en una tarde en la que Alejandro Talavante paseó también un trofeo, mientras que Morante de la Puebla volvió a irse de vacío tras estrellarse con el peor lote.
Tomás Rufo está en un momento que lo ve todo con una claridad tremenda. Sus actuaciones se suman por triunfos, lo que le convierte en una de las grandes sensaciones del momento. Alicante, donde hoy hacía su primer paseíllo, también fue testigo de esa promesa que ya es una auténtica realidad.
Y no tardó, además, el toledano en poner aquello patas arriba. Fue en su primero, un buen toro de Juan Pedro, bravo y humillador, al que, después de un bonito saludo capotero, le cuajó Rufo una faena muy rotunda sobre ambas manos, más redonda, si cabe, por el derecho, por donde compactó más y mejor las series de muletazos largos, ligados y por abajo.
Un final de obra totalmente abandonado y más encajado puso todavía más ambiente de frenesí, en unos tendidos que le premiaron con dos orejas de ley tras un soberbio volapié.
También ralló a un gran nivel el joven torero de Pepino (Toledo) en el complicado y desabrido sexto, al que, tras un variado y entregado tercio de capote, no le volvió nunca la cara en una faena de muleta de notable arrojo y que fue premiada con otra oreja tras una estocada al segundo envite.
CASTELLÓN.
Segunda de feria. Más de media. Toros de Daniel Ruiz, anovillados y de pobre presencia y de juego desigual. Destacaron segundo y cuarto.
El Juli, silencio y dos orejas. José María Manzanares, dos orejas y oreja. Roca Rey, dos orejas y palmas en la despedida tras aviso. En cuadrillas, Mambrú y Luis Blázquez saludaron tras banderillear al segundo; y Daniel Duarte hizo lo propio en el quinto.
ALICANTE.
Quinta de feria. Poco más de media entrada. Toros de Juan Pedro Domecq, muy desiguales de presentación y de juego también variado. Noble y blando, el primero; con calidad pero medido de raza, el segundo; bravo y bueno el tercero; inválido y descastado el cuarto; sin clase el quinto; y complicado el sexto.
Morante de la Puebla, ovación en ambos. Alejandro Talavante, oreja y ovación tras aviso. Tomás Rufo, dos orejas y oreja. En cuadrillas, Miguelín Murillo saludó en el segundo, y José Antonio Carretero y Fernando Sánchez hicieron lo propio en el sexto.
