Una forma de mirar al futuro en 1982 es fijarse en quiénes componen las listas electorales que en ese momento aspiran a un escaño en el Congreso. No son pocos los nombres que aparecen en las candidaturas valencianas que con el paso de los años se convertirán en ilustres. Muchos necesitarán bastante tiempo para ello y no se pueden ni imaginar que de ocupar puestos en las listas de partidos para unos comicios vayan a ocupar hasta ministerios.
El mejor ejemplo de ello es José Manuel García Margallo. El hoy eurodiputado del PP se presentó en 1982 como número dos de UCD intentando revalidar el escaño que había logrado en las elecciones anteriores, cuando se presentó por Melilla. Sin embargo, la formación no logró representación. Sí lo haría en las siguientes por Coalición Popular iniciando una carrera que alcanzaría su mayor cota en 2011, cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores. No es el único en ese listado de nombres que a día de hoy suena a conocido. Tres puestos más abajo concurre, como número cinco, José Luis Olivas, quien años después sería presidente de la Generalitat.
Quien es ya un habitual de los escaños es Ignacio Gil Lázaro, hoy parlamentario de Vox en el Congreso, y que en 1982 ya optaba a entrar en el parlamento estatal. No lo logró en primera instancia: era el seis y Alianza Popular logró cinco por Valencia. Sin embargo, la dimisión de un parlamentario un año después le permitió estrenarse en la cámara en la que, desde entonces, solo ha fallado siete años: de 1989 a 1993 y de 2016 a 2019. Esta última con cambio de partido incluido de por medio.
En Falange aparece Juan García Sentandreu, quien entra en las listas del partido de extrema derecha como líder del Sindicato Español Universitario. Sus siguientes años políticos son con proyectos anticatalanistas y blaveros como el Grup d’Acció Valencianista o Coalición Valenciana. En los últimos tiempos militó en Vox, donde tuvo problemas con la dirección del partido.
En la parte izquierda, mirar las listas es también ver futuribles cargos en el Gobierno y la Generalitat. El número uno por Valencia, Joan Lerma, será jefe del Consell un mes después de las elecciones; Joan Romer, que iba en el número 10, acabará siendo secretario del Ministerio de Educación y conseller de Educación en la Generalitat mientras que por Alicante ya aparece un hoy histórico que sigue marcando el paso orgánico en los socialistas de la ciudad: Ángel Franco. En 1982 será la primera de las cinco legislaturas que Franco acumulará en la cámara alta.
