El acuerdo de venta del Valencia entre Bankia y Peter Lim, acordado a falta de cerrar los últimos flecos, sigue rodeado de un gran misterio. Nadie ha confirmado cómo se realizará el pago de los 220 millones del crédito del Valencia por parte del magnate singapurense, si es que finalmente todo el dinero sale de su bolsillo. Las últimas noticias surgidas desde el entorno del proceso aseguran que Lim pagará 60 millones, a plazos y sin intereses. Los otros 160 serían refinanciados a 18 años, avalados por el patrimonio personal del empresario oriental. La información, sin embargo, no está confirmada. Ni el banco ni la parte compradora confiesan como se han acordado los pagos, ni quien es realmente el avalista de la operación, e incluso si es el Valencia el que continuará como deudor y no Peter Lim. Un mar de dudas que sólo se resolverá cuando el equipo del inversor oriental explique los detalles de la operación. Bankia no va a hacerlo.

En principio, Lim iba a entrar en el Valencia con una inversión superior a los 330 millones de euros. El pago por el valor de las acciones el préstamo de 95 millones de la Fundación con Bankia quedó consensuado desde el principio: una entrega inicial de 22 millones y los otros 74 se abonarían en los tres años siguientes. Eso mismo aseguró el presidente del Patronato, Aurelio Martínez, el 17 de mayo, cuando los 22 patronos votaron a mano alzada y de forma unánime la elección de la oferta del singapurense. El crédito del Valencia, dijo el catedrático de Economía Aplicada, sería cubierto en casi un 50 por ciento, con un pago de 105 millones de euros. Dinero que saldría de un crédito de 200 millones, con el que se financiaría el presupuesto del club (35 millones) y los fichajes (60).

Según avanzaron las negociaciones, sin embargo, las cifras cambiaron con respecto a la primera previsión. Lim habría acordado pagar 60 millones a Bankia. Solucionado ese asunto, la atención se centraría en como abonar los 160 restantes. Desde el entorno del proceso, sin embargo, nunca ha quedado claro como se va a afrontar esa deuda. Del supuesto pago al contado se ha pasado, en los últimos días, a una larga refinanciación no anunciada previamente por la Fundación ni el Valencia, que asisten como meros espectadores de la negociación. La pregunta es: ¿Aceptarían Aurelio y Salvo una «venta» en estas condiciones?