El Valencia Basket va a escribir esta noche una nueva página en su corta pero intensa historia. Atrás quedan los ascensos vividos desde 2014, el debut en la máxima categoría en Torrejón de Ardoz, la participación en la Copa de la Reina de Vitoria o la clasificación para las semifinales de las series por el título. Precisamente ese paso abrió de par en par las puertas de Europa a un club y a un proyecto que se afana en recorrer de manera muy rápida etapas que se haces hace poco eran poco más que una gran quimera.

El conjunto de Rubén Burgos abre en Hungría una participación continental que no tenía a un equipo valenciano desde que el extinto Ros Casares disputara y ganara la Copa de Europa en Estambul un 11 de abril de 2012 ante el Rivas Ecópolis madrileño. Al mes siguiente el club se disolvió y hoy las «taronja» tienen la misión de comenzar a acercarse de nuevo a aquella generación que situó a València en la cúspide del baloncesto femenino europeo.

La expedición del Valencia Basket partió ayer hasta Budapest y desde allí se desplazó hacia Cegléd escenario del encuentro. Rubén Burgos cuenta con la baja de Jana Raman. La jugadora belga se va a perder el estreno europeo debido a un esguince que sufrió en la última jornada liguera frente al Campus Promete. Inmersa en pleno proceso de recuperación es también duda para el compromiso liguero del domingo en Salamanca.

El técnico «taronja» Rubén Burgos no escondió lo especial que supone jugar un partido de estas características y que engloba el debut europeo del club. «Es un día muy importante para nuestro club y la Comunitat Valenciana. Vamos con la máxima ilusión y humildad porque es una competición nueva pero que afrontamos con confianza en nosotras mismas y en nuestro trabajo diario», señaló.

Un rival duro en casa

Las referencias sobre el VBW CEKKA Cegled no son demasiadas pese a que es un equipo que posee experiencia europea aunque nunca ha podido acceder a la segunda ronda de la competición. En el banquillo se encuentra el técnico español Gabriel Carrasco. El preparador onubense ya tenía experiencia anterior en la liga húngara tras haber entrenado al Pecs aunque llevaba año y medio en España. Las jugadoras más destacadas en lo estadístico son la pívot estadounidense Kristina Higgins y la exterior polaca Angelika Stankiewicz. El preparador valenciano receló del potencial de su rival sobre todo en su pabellón, el Gál József Sportcsarnok. «Es un equipo de la parte media de la liga húngara con experiencia europea. Por las referencias que tenemos es una cancha complicada. Hemos trabajado los aspectos tácticos en las sesiones que hemos tenido pero es un campo en el que no es fácil ganar. Estamos preparadas pero en alerta contra un equipo duro», apuntó.

Una de las jugadoras del plantel «taronja» que conoce la atmósfera de la pista del Cégled es María Pina. En 2017 y cuando defendía lo colores del Gernika ya jugó contra las húngaras y cayó por 80-68. La alero valenciana remarcó lo difícil que puede resultar sacar el encuentro adelante con la experiencia vivida hace dos años. «Fue un viaje ya de por sí complicado porque aparte de llegar al aeropuerto luego estaba el desplazamiento al pueblo. La pista es complicada. Viene mucha gente a verlas, aprieta y aquel día perdimos. No sé si vamos a ganar o perder, pero al menos espero que compitamos y que la cosa salga bien», indicó la internacional. El Girona ese año sí asaltó el feudo húngaro tras imponerse de manera clara por 29 puntos de diferencia.